ORANGE, California—Mientras el mortal virus del PCCh sigue desparramándose devastando sociedades por todo el mundo, muchos residentes del Condado Orange en California han descubierto maneras de sacar cosas buenas en la adversidad.
Ya sea evitar el desempleo a sus trabajadores, conectar con otros californianos aislados, o simplemente disfrutar más tiempo en familia, muchas historias acogedoras han emergido —demostrando aún más una notable resistencia que puede encontrarse en casi cada vecindario.
Aunque están restringidos por la orden del 19 de marzo, que les requiere a todos los californianos permanecer en sus residencias a excepción de necesidades esenciales, muchos han descubierto que el tiempo en casa tiene beneficios inesperados, particularmente con la familia y la comunidad.
Propietaria de pequeño negocio hace un gran sacrificio
Misty Thorne, propietaria de Sol Grill en Newport Beach, no se dio cuenta de la gravedad de la situación hasta que un oficial de policía entró en su restaurant el día de San Patricio para asegurarse de que no hubiera clientes en el salón.
Ella estaba considerando cerrar las operaciones del establecimiento por completo durante el periodo de cuarentena de dos semanas —pero decidió al final que cerrar sería perjudicial para su personal.
El desempleo y los fondos de emergencia «podrían tomar un tiempo», sintió. En vez de cerrar, decidió sacrificar su salario por un mes para mantener abierto su negocio y pagar a sus empleados.
«Es muy largo y confuso para ellos», dijo Thorne a The Epoch Times.
«Entonces le pregunté a mi compañero: ‘Hey mira, si me olvido de mi salario por un mes, y todas las propinas que hacemos, sabes, las podemos distribuir entre el personal, así al menos el personal hace un poquito de dinero en vez de hacer nada'».
Thorne obedece el mandato del estado para los restaurantes que les pide solo ofrecer pedidos para llevar, su negocio ha ido mucho más lento por ello.
Pero muchos clientes «han sido grandiosos», dijo.
El restaurant, que se especializa en cocina californiana, ha estado promocionando una oferta en la cual los clientes pueden llevar sus botellas de vino vacías y se las llena con sangria; el restaurant solo pide donaciones por la sangria. Todas las donaciones generadas van directo al personal», dijo Thorne.
Muchos clientes están dejando propinas de 20 a 40 dólares. Y sus empleados han estado muy agradecidos.
«La gente quiere ayudar», agregó. «La gente está sufriendo. Están luchando económicamente, emocionalmente y físicamente. Se están enfermando —tenemos gente muriendo— pero la gente también quiere dar».
Thorne está exhausta de trabajar todos los días y noches para compensar el dinero que está perdiendo, pero lo hace para que pueda «generar propinas extras que tengo a los empleados que están aún trabajando en la cocina».
El rayo de esperanza que sale de esta pandemia, dice Thorne, es la compasión global que ella nota.
«Globalmente nos damos mucho apoyo uno al otro», dijo. «Y pienso que seremos capaces de pasarlo a través de nuestra fe».
«Al final, pasaremos por esto, y va a estar mejor. Pero ahora mismo, estamos realmente en lo peor, en términos de temor, ahora mismo».
Mientras tanto, muchos propietarios y empleados de pequeños negocios están haciendo lo mejor que pueden para simplemente mantenerse a flote.
El Departamento de Trabajo de EE. UU. informó que casi 3,3 millones de personas solicitaron beneficios iniciales de desempleo para la semana que finalizó el 21 de marzo.
Por su parte, Thorne se ha «unido totalmente» a sus empleados, y se «asegurará de que el restaurante permanezca abierto» todo el tiempo que pueda.
Soltera, pero no sola
«Yo sé, donde hay algo que se rompe, se abre algo del otro lado», dijo Maryl Petreccia, una emprendedora y profesional experta en bienestar a The Epoch Times.
«He visto eso mi vida entera. Y lo he soportado».
Petreccia, que no desconoce la pérdida y la incertidumbre, ha hecho un trabajo de enseñar a la gente «cómo lidiar con la pérdida desgarradora y cómo armar un nuevo camino para reclamar la alegría», según su sitio web.
«Si no me hubiera casado con un especialista en enfermedades contagiosas, habría pensado que esto es como cualquier otro virus, como una gripe», dijo Petreccia.
Pero ella lo supo ver mejor en el primer brote. Ella y su último esposo, David, quien murió en 2014, a menudo tenían conversaciones sobre la posibilidad de una pandemia mundial.
David era un reconocido especialista en enfermedades contagiosas del Condado Orange; su mentor fue el Dr. Anthony Fauci, quien está liderando el grupo de tareas del gobierno de EE. UU. para controlar el virus.
«Y entonces solo lo escuché a él [Dr. Fauci], principalmente porque sé qué tan reconocido era mi último esposo, y yo sabía que era él a quien él respetaba y a quien llamaría si tenía algo que lo ofuscaba», dijo.
«Con este en particular, supe que era mucho más grande —más como el SARS o peor— que una gripe común de la que no tenemos vacuna», agregó.
El brote del SARS afectó negativamente su negocio de importación a principios de 2000.
Pero «sin importar que tan malo se ponga, siempre hay una forma de pasar al otro lado», dijo, agregando que «siempre hubo un regalo que podíamos encontrar dentro de la ruptura».
Ya que el virus no es algo que cualquiera pueda controlar, la coach profesional en bienestar, ha decidido tomar lo que sí puede controlar y sacar lo mejor de ello.
«Necesitamos ponernos el objetivo de encontrar maneras de elevar nuestros corazones y espíritu, porque estar decaído y en dolor es la situación lógica», dijo Petreccia.
«Operar realmente desde la esperanza y desde el amor, tenemos que realmente ser proactivos, y tenemos que decir ‘No’ a lo que viene y ‘Sí’ a generar lo que queremos que sea nuestra experiencia».
Ella logra esto a través de la meditación, de la música, tocar el piano, y trabajando en el jardín.
Es «tan importante para nosotros realmente conectarnos, poner los pies sobre el pasto, tocar la tierra, mirar, y estar presentes a las flores y las plantas, porque ellas nos nutren», dijo Petreccia.
Todos los días ofrece sesiones de meditación y yoga en Instagram live, con la idea de crear conexión y comunidad entre sus seguidores.
Esas sesiones en línea siempre comienzan con un «chiste malo del día», se ríe.
«Así que estar conectados a mi comunidad y estar allí para ellos, y ellos estar allí para mí, es muy importante que todos lo hagamos. Y hay muchos de nosotros que viven solos», dijo Petreccia.
Estar conectados con otros durante este tiempo es crítico, dijo. Como viuda, ella siente que es importante que otros solteros y esos que viven solos hagan lo mismo —incluso en el mundo de las citas en línea.
«Esa es también una comunidad», dijo. Y aunque no sean capaces de estar juntos de inmediato, pueden tener «citas virtuales» por ahora.
Patricia enfatizó la importancia de conectarse con otros.
«Necesitamos cultivar la conexión», dijo. «Como, si no podemos esperar que otra gente nos encuentre. Necesitamos tener el objetivo de ser productivos y encontrar a la gente en nuestra comunidad, encontrar amor, encontrar las conversaciones que necesitamos para sentirnos mejor».
Aunque ella vive en aislamiento físico, la comunidad en línea que ella ha creado la ha hecho sentir «no sola en absoluto —en parte porque está «conectando mis comunidades, mi grupo de bridge, mi grupo de amigos».
«Y estoy también muy conectada a los coach de pensamiento que están también trayendo amor y luz a cada uno», dijo.
«Así que estamos conectados. Porque una de las cosas críticas que me he dado cuenta: tenemos que conectar a la gente que dará potencia a nuestra resistencia».
Una familia se hace más unida
Hasta hace dos semanas atrás, Ernest Till y su esposa Athena, dejaban durante el día a su hija de 16 meses, Sienna, en la casa de sus abuelos mientras la pareja iba a trabajar.
Pero eso cambió cuando el empleador de Till, Lincoln Financial, ordenó que los empleados comiencen a trabajar desde casa como medida protectora contra la diseminación del virus del PCCh (Partido Comunista Chino), conocido como nuevo coronavirus. La orden restringió a los Tills, ambos trabajadores profesionales, a quedarse en la casa familiar en Rancho Palos Verdes, junto con su hija pequeña.
«Ya que hemos estado en casa por las últimas dos semanas, su […] habla ha progresado», le contó Till a The Epoch Times.
«Está diciendo más palabras como ‘pájaro’ ya que la llevamos al jardín todos los días —porque ahora podemos estar con ella todo el tiempo».
Till, de 31 años, dice que la vida diaria bajo cuarentena ha unido a su familia más estrechamente. Ahora los Tills pasan el tiempo en caminatas diarias y cocinando comidas caseras juntos.
Él agregó que están también «leyendo más libros y haciendo simplemente más cosas», con su hija, «además de solo ver la TV».
«Creo que nos quedamos tan atrapados en las llamadas de conferencia que no le damos todo el tiempo», dijo Till. «Así que creo que estamos haciendo mucho de eso últimamente, y creo que definitivamente vamos a continuar así».
Su hija es la «niñita más feliz», ahora que puede pasar el día entero con mamá y papá.
La orden de quedarse en casa le ha recordado a los representantes de venta senior no dar por hecho esos preciosos momentos con los seres queridos, incluso cuando hay cosas estresantes diarias de la oficina.
«Tienes que entrelazar ese [tiempo de calidad] en tus relaciones», dijo él. «Al menos hazlo una o dos veces por semana. Y definitivamente vamos a continuar».
Algo que lo ha ayudado a estar conectado con amigos, muchos de los cuales están también enfrentando desafíos similares, es compartir «memes de cuarentena», dijo, y hacer «desafíos en instagram».
Una tendencia viral en instagram es gente que se graba haciendo lagartijas —luego desafiando a sus amigos a hacer lo mismo etiquetándolos en sus historias.
«Es tonto, pero está promoviendo la salud, así que me gusta», dijo.
Till se dio cuenta por primera vez de la magnitud de la pandemia cuando fue a su tienda local Ralphs y encontró que «no veía ni papel higiénico, ni leche, ni carne en las estanterías».
«Para mi, eso fue como, ‘esto es diferente a cualquier otra cosa'», dijo.
Como precaución, la joven familia ha comenzado a tomar pastillas de ajo y píldoras de vitamina C «todos los días» para aumentar su inmunidad —algo que nunca pensaron que harían.
«Por una vez en la historia de EE. UU., casi todos nos detuvimos para preocuparnos por nuestra salud y bienestar general, y yo realmente lo disfruto», dijo Till. «A pesar de los problemas económicos que está causando».
Por todo el sur de California, la gente está experimentando dificultades que la mayoría no ha visto en su vida entera.
Pero Thorne, Petreccia y los Tills han encontrado formas de mejorar las cosas —para la familia, los amigos y los empleados— alentando a otros a hacer lo mismo, durante estos tiempos profundamente problemáticos.
The Epoch Times se refiere al nuevo coronavirus, que causa la enfermedad COVID-19, como el virus del PCCh porque el encubrimiento y la mala gestión del Partido Comunista Chino permitieron que el virus se propagara por toda China y provocara una pandemia mundial.
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