Un hombre de 82 años del Reino Unido se convirtió en la primera persona en el mundo en recibir la vacuna Oxford/AstraZeneca contra el virus del PCCh.
El director de mantenimiento jubilado Brian Pinker recibió la vacuna a las 7.30 a.m. el lunes a unos pocos cientos de metros del lugar donde la vacuna fue desarrollada por científicos de la Universidad de Oxford.
«Estoy muy contento de recibir hoy la vacuna COVID y realmente orgulloso de que se haya inventado en Oxford», dijo Pinker, un paciente de diálisis renal que espera celebrar su 48 aniversario de boda con su esposa, Shirley, en febrero.
Trevor Cowlett, un profesor de música de 88 años de edad, se informó que fue la segunda persona en el mundo, sin contar a quienes la han recibido en ensayos clínicos, en recibir la vacuna, y Andrew Pollard, el jefe del Grupo de Vacunas de Oxford y su investigador principal, fue el tercero.
Las primeras inoculaciones de la vacuna Oxford/AstraZeneca se realizan a poco menos de un mes de que Gran Bretaña se convirtiera en el primer país del mundo en comenzar el lanzamiento de la vacuna Pfizer/BioNTech, que, debido a la necesidad de ser almacenada a temperaturas súper frías de menos 70 grados centígrados, presenta más dificultades de distribución en comparación con la vacuna Oxford/Astra Zeneca.
Ambas vacunas requieren que los receptores tengan dos dosis para ser lo más efectivas posible.
Pero para proteger a más personas, el Reino Unido dará prioridad a dar a más receptores su primera dosis de cualquiera de las dos vacunas, por encima de asegurar que la gente reciba su segunda dosis.
El país ha luchado contra la pandemia, siendo el sexto país con el peor número de muertes en el mundo y uno de los mayormente afectados económicamente por el virus del PCCh (Partido Comunista Chino).
Ha administrado más de un millón de vacunas contra el virus del PCCh, más que el resto de Europa en conjunto, dijo el secretario de Salud Matt Hancock.
«Es un triunfo de la ciencia británica que hayamos logrado llegar a donde estamos», dijo a Sky News. «Justo al principio, vimos que la vacuna era la única salida a largo plazo».
Más de 75,000 personas en el Reino Unido murieron dentro de los 28 días posteriores a obtener una prueba positiva del virus del PCCh, aunque una medida más amplia sitúa el número de muertes en 82,624, y la preocupación por la pandemia se ha profundizado considerablemente este mes.
El 14 de diciembre, Hancock anunció que se había identificado una nueva variante del virus en Inglaterra, y que estaba asociada con los aumentos en el número de casos en ciertas áreas.
Luego, el 19 de diciembre, Chris Whitty, el director médico de Inglaterra, confirmó que la nueva cepa se extiende más rápidamente que la variante original del virus. Sin embargo, dijo que «No hay evidencia actual que sugiera que la nueva cepa cause una mayor tasa de mortalidad o que esto afecte las vacunas y los tratamientos».
No obstante, grandes extensiones de Inglaterra fueron sometidas posteriormente a restricciones de nivel cuatro, en las que se dice a los residentes que permanezcan en sus casas a menos que tengan una «excusa razonable» para salir de ellas.
Más tarde, el 23 de diciembre, otra variante que surgió en Sudáfrica, de la que se han detectado dos casos en Gran Bretaña, también comenzó a causar preocupación. Hancock dijo, que es «aún más transmisible, y parece haber mutado más que la nueva variante que se ha descubierto en Reino Unido».
El primer ministro Boris Johnson dijo el domingo que es probable que se introduzcan restricciones aún más severas en el Reino Unido, a pesar de los millones de ciudadanos que ya viven bajo el nivel más estricto de las normas actuales.
Con información de Lily Zhou y Reuters.
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