Un hombre de Sídney está haciendo llamadas telefónicas directas a los funcionarios chinos en un notable intento de convencerlos a que dejen de arrestar en China continental a las personas por su fe, y lo hace con una llamada telefónica a la vez.
El hombre, identificado solo como Yan por su seguridad, dijo que se toma el tiempo cada semana para hacer algunas llamadas internacionales a China, contactando a las autoridades de seguridad pública, la policía, los órganos fiscales y los tribunales. Yan les habla en chino e intenta hacer cambiar de opinión a las personas que participan en una de las peores persecuciones que se están llevando a cabo en el país.
Yan es un practicante de Falun Dafa, y no es la única persona que hace estos audaces llamados para conectar con los autores de abusos contra los derechos humanos.
Falun Dafa, también conocida como Falun Gong, es una práctica espiritual que se originó en China en 1992. A fines de la década, China tenía entre 70 y 100 millones de practicantes, según las estimaciones oficiales de la época. Sintiéndose amenazado por su popularidad, el entonces líder del Partido Comunista Chino (PCCh), Jiang Zemin, lanzó una campaña en 1999 para erradicar la práctica. Desde entonces, millones de seguidores de Falun Gong fueron encarcelados y cientos de miles fueron torturados, según Faluninfo.net.
Yan declaró a The Epoch Times que para llevar a cabo su iniciativa, a la hora de hacer tales llamadas adopta un enfoque más directo para conseguir el cambio porque como chino de ultramar no se enfrenta a los mismos obstáculos como sucede con los creyentes de China continental, quienes se arriesgarían a represalias directas.
«Nosotros incluso podemos llamar a Jiang Zemin desde aquí», dijo.
Yan cree que sus esfuerzos ayudan a cambiar la actitud de las personas que fueron engañadas por la propaganda del PCCh. Para justificar su persecución a Falun Dafa, el PCCh se apoya en sus medios de comunicación estatales para calumniar la práctica y a los practicantes.
Contando una experiencia reciente, Yan explicó cómo en marzo se vio impulsado a actuar, tras leer un informe en Minghui.org, un sitio web dedicado a documentar la persecución a Falun Dafa. En el documento se describía la reciente detención y tortura de cinco practicantes en el norte de China.
Según el informe, cinco practicantes de Falun Dafa de un condado del norte fueron secuestrados durante el Año Nuevo chino. Cuatro de ellos fueron internados en un centro de detención y otro sufrió graves daños físicos. Al parecer, siete funcionarios del PCCh estuvieron implicados en el secuestro, entre ellos el secretario del Comité Político y Legal, un capitán de Seguridad Nacional además de varios agentes de policía.
Yan dijo que se puso de inmediato en acción y pronto encontró en Internet 11 números de teléfono registrados a nombre de los funcionarios implicados.
Entonces empezó a marcar.
Tardó cinco días en ponerse en contacto con uno de los funcionarios, el capitán de Seguridad Nacional.
Después de saludar amistosamente al hombre por el Año Nuevo, Yan relató que fue directamente al grano.
«Capitán, el segundo, tercer y cuarto día del Año Nuevo chino, usted dirigió un equipo para detener a cinco practicantes de Falun Gong», le dijo. «Sus familias pasaron el Año Nuevo llorando y ellos mismos pasaron el Año Nuevo detenidos. Todo el mundo tiene conciencia de eso. ¿Cómo se siente al respecto? ¿Ha pensado alguna vez en ello? ¿Tuvo usted y su familia un Año Nuevo feliz y sin preocupaciones?».
«¿Está mal que los practicantes de Falun Dafa sean buenas personas? ¿Sabe usted que el mundo entero apoya a Falun Dafa y solo el PCCh lo persigue? Perseguir a la gente buena y amable. Nosotros no podemos seguir haciendo estas cosas», le dijo Yan.
Durante la llamada telefónica, que duró 15 minutos, Yan también dijo al funcionario que no existe ninguna base legal en China para perseguir a Falun Dafa. También informó al funcionario de que el antiguo líder del PCCh, Jiang Zemin, está siendo procesado en más de 30 países en la actualidad, y le explicó cómo el año pasado, en el Día Internacional de los Derechos Humanos, el gobierno de Estados Unidos sancionó a 17 autores de abusos contra los derechos humanos, uno de los cuales era un policía de una comisaría local de Xiamen (China).
También habló de la sustracción forzada de órganos de los practicantes de Falun Dafa por parte del PCCh.
«Desde Jiang Zemin hasta un policía ordinario, todos los que participaron en la persecución tienen que rendir cuentas», indicó Yan al capitán. «El PCCh a ustedes los ha engañado y utilizado en una campaña política, pero después de utilizarles, al final los abandonará. Ustedes tienen que saber que la participación de hoy es una prueba para la futura condena».
Al escuchar esto, Yan relató que el capitán le respondió «gracias por decirme esto. Lo entiendo».
En los días siguientes, Yan también pudo contactar a otros cuatro funcionarios, entre ellos el secretario del Comité Político y Legal y tres policías, y dijo que tres de ellos lo escucharon durante más de 10 minutos.
Yan cree que las llamadas son como un salvavidas para aquellos en China que han estado siguiendo ciegamente las órdenes del PCCh, dándoles la oportunidad de elegir entre el bien y el mal.
En sus conversaciones, insta a los que están en el poder a ayudar a los practicantes a escapar de la persecución patrocinada por el Estado.
Pero señaló que, a pesar de los llamados y del reciente aumento de la presión internacional sobre el PCCh, en China continúa la persecución a los practicantes de Falun Dafa.
Yan también dijo que la persecución del PCCh contra Falun Dafa de hecho se intensificó, y citó a dos de las campañas más recientes, «Tocar la puerta» y «Foja cero». Estas campañas son una continuación de la campaña en curso para erradicar la práctica espiritual en China, que comenzó hace dos décadas.
«Foja cero» significa conseguir la lista de practicantes de Falun Dafa en 1999, cuando comenzó la persecución», indicó Yan. «Acosarlos uno por uno y preguntarles: ‘¿Todavía practican Falun Gong? Si ellos lo hacen, se les obligará a renunciar a su fe, de lo contrario se les encarcelará, se les torturará (…) sus hijos serán implicados. Todo ese tipo de cosas».
Cuando se le preguntó sobre lo que quiere que sepan los lectores del The Epoch Times en otros idiomas sobre China y la persecución, Yan indicó que muchos occidentales apenas pueden entender o aceptar la maldad del PCCh y les instó a empezar a tomar medidas positivas contra el régimen.
«La gente de los países democráticos suele ser muy amable. En el pasado no creían que el PCCh fuera tan malvado», dijo Yan. «La propagación del virus del PCCh despertó lentamente a la gente en Occidente, pero el reconocimiento aún no es tan profundo».
Yan espera que, a medida que la gente sea consciente de los peligros asociados al PCCh, más países democráticos empiecen a sancionar al régimen chino por sus abusos a los derechos humanos en el país.
«Ese será el momento de la muerte para el PCCh».
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