Un ciudadano de Florida fue acusado de un cargo federal de terrorismo luego de toser y escupir a oficiales de policía afirmando que tenía el virus del PCCh, comúnmente conocido como el nuevo coronavirus.
Un gran jurado federal en Tampa emitió los cargos que acusan a James Jamal Curry, de 31 años, de «perpetrar un montaje de arma biológica», según los registros del tribunal. El acusado recibió previamente cargos penales el mes pasado y ahora podría ser condenado a hasta cinco años de prisión si es declarado culpable.
Su abogado, Samuel Landes, dijo en un correo electrónico obtenido por CBS Miami, que los fiscales están ampliando una ley destinada a los terroristas, afirmando que el caso de Curry es una confrontación estándar de las fuerzas del orden.
«La posición del fiscal de Estados Unidos, en este caso, dejaría a cada uno de los millones de pacientes de COVID-19, ‘en posesión’ de un arma biológica», dijo Landes.
Según los documentos del tribunal, el 27 de marzo los agentes de policía de San Petersburgo, en Florida, respondieron a una llamada por violencia doméstica que involucraba a Curry y a su novia, pareja por casi dos años. La policía encontró a la novia de Curry «visiblemente agitada, llorando», con un «moretón en la parte superior de su brazo derecho». Luego ella declaró a los oficiales que su novio había sido físicamente violento con ella en el pasado.
Los agentes entrevistaron a Curry y posteriormente lo arrestaron y acusaron de delito grave de agresión doméstica (una condena anterior) y privación ilegal de libertad. Sin embargo, durante el arresto, Curry declaró que estaba infectado con COVID-19 y tosió en el brazo de un oficial, dijo la policía.
Al día siguiente fue liberado de la cárcel del condado de Pinellas y más tarde esa misma noche, la policía fue enviada de nuevo al mismo departamento, donde había sido arrestado inicialmente. La novia los llamó para informarles que estaba fuera de la casa, violando una orden de prohibición de contacto.
Durante su segundo arresto, Curry se resistió violentamente a los oficiales y escupió a una policía varias veces lanzándole al interior de su boca saliva llena de sangre, según dijeron los fiscales. Curry volvió a afirmar que tenía el coronavirus. «Tengo el coronavirus [expletivo], y lo estoy esparciendo por todos lados», dijo riendo varias veces. También hizo varios intentos de morder a un oficial y les gritó «comentarios racistas», de acuerdo a los documentos del tribunal.
La novia de Curry declaró a los oficiales que no sabía que él estuviese enfermo y que no había percibido ningún síntoma de COVID-19, que incluyen fiebre, tos seca, cansancio, pérdida de gusto u olor y dificultad para respirar o falta de aliento. Las fuerzas policiales obtuvieron una orden para analizar si Curry tenía COVID-19 y el resultado fue negativo.
La pena máxima por un cargo federal de perpetrar un engaño de amenaza biológica que no cause lesiones corporales graves o la muerte es de cinco años de prisión.
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