Transcurrió casi un año desde que el régimen chino detuvo arbitrariamente al hermano de un residente de Toronto por practicar Falun Gong, lo que provocó una vez más los llamados a poner fin a la prolongada campaña de persecución de Beijing contra la práctica de meditación.
En una manifestación frente al consulado chino en Toronto el 10 de diciembre, Lizhi He, un ciudadano canadiense, contó la historia de la desgarradora experiencia de su familia. Su hermano, Lizhong He, un granjero de la provincia de Gansu en el centro-norte de China, está encarcelado desde el 12 de enero de 2023 por practicar Falun Gong, una disciplina espiritual tradicional es brutalmente oprimida por el Partido Comunista Chino (PCCh) desde 1999.
«La policía vino a nuestra casa, se llevó a [Lizhong He] delante de nuestros padres, que tienen más de 80 años, y lo acusaron de tener contenido relacionado con Falun Gong en su teléfono celular. Incluso le robaron su libreta bancaria, los ahorros de toda su vida, fruto de décadas de trabajo duro», dijo Lizhi He en mandarín.
«Protesto enérgicamente contra la persecución y el encarcelamiento ilegal de mi hermano, Lizhong He, por parte del régimen chino. Exijo que las autoridades cesen de inmediato la persecución y liberen incondicionalmente a Lizhong He».
Lizhong He, que no tiene antecedentes penales, se encuentra detenido en una prisión de Lanzhou, capital de la provincia de Gansu. Cuando su familia viajó más de 400 kilómetros para visitarlo en abril, se les negó el acceso, y las autoridades penitenciarias alegaron que aún no se había «transformado» como razón, según comentó.
La «transformación» es una táctica del PCCh diseñada para obligar a los practicantes de Falun Gong a renunciar a sus creencias y someterse al control ideológico del Partido, según Minghui.org, un sitio web que documenta la persecución a Falun Gong. Obligar a los practicantes detenidos a transformarse generalmente implica tortura y lavado de cerebro.
Esta es la segunda vez que Lizhong He es detenido por practicar Falun Gong. En febrero de 2010, fue encarcelado arbitrariamente durante tres años, durante los cuales fue sometido a torturas, incluyendo ser obligado a permanecer de pie durante períodos prolongados y encadenado dentro de una pequeña jaula por un periodo de tiempo de hasta seis meses, dijo Lizhi He.
Condena
Al 22 de septiembre, hay 12 canadienses, incluido Lizhi He, que tienen familiares encarcelados ilegalmente en China por su creencia en Falun Gong.
Los parlamentarios plantearon estos casos en el Parlamento instaron al gobierno a pedir a Beijing que libere a los miembros de la familia y ponga fin a la persecución que lleva 25 años contra Falun Gong.
El 31 de octubre, el miembro del Parlamento conservador Garnett Genuis destacó la «trágica e inmoral» detención de Lizhong He y la tortura que sufrió, al tiempo que presentaba una petición a la Cámara de los Comunes instando a poner fin a la persecución del PCCh contra Falun Gong.
Otros trece miembros del Parlamento conservadores también presentaron la misma petición durante varios días en octubre y noviembre, de acuerdo con su disponibilidad.
Entre los miembros del Parlamento que participaron en la presentación de la petición se encuentran Cathay Wagantall, Larry Brock, Damien Kurek, Scott Reid, Jeremy Patzer, Brad Vis, Tako Van Popta, Marc Dalton, Dane Lloyd, Dan Albas, Dave Epp, Tom Kmiec y Greg McLean. En conjunto, condenaron la práctica del PCCh de sustraer órganos a personas vivas, torturas, trabajos forzados y otras medidas inhumanas contra los practicantes de Falun Gong en China.
Falun Gong, también conocido como Falun Dafa, tiene sus raíces en las tradiciones budistas e implica ejercicios de meditación y enseñanzas morales basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
La campaña de persecución del PCCh contra los practicantes de Falun Gong comenzó en julio de 1999 y continúa, causando un sufrimiento incalculable a los practicantes y sus familias en toda China desde hace más de dos décadas.
El régimen también extendió su campaña al extranjero, según un informe de la Asociación Falun Dafa de Canadá, en el que se detallan casos en los que los practicantes canadienses de Falun Gong sufrieron acoso, vigilancia, amenazas a sus familiares en China en un esfuerzo por sabotear sus intentos de crear conciencia sobre las violaciones de los derechos humanos por parte del PCCh.
El 10 de diciembre, Ottawa anunció sanciones contra ocho altos funcionarios del PCCh por su participación en la persecución a los practicantes de Falun Gong, así como por abusos contra tibetanos y uigures.
Con información de NTD.
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