El video de dos policías derribando al suelo a una niña de 12 años en una calle de Hong Kong durante el fin de semana ha encendido una nueva oleada de ira en medio de las actuales críticas a la violencia policial.
El video, extensamente compartido en redes sociales, muestra a la policía acorralando a un grupo de personas en una acera del distrito de Mong Kok. La niña, que estaba en la multitud, entonces empezó a huir. Gritando «¡quédate quieta!» un policía la persiguió mientras otro la derribaba al suelo; un tercer policía se unió para sujetarla.
La niña, más tarde identificada por los medios de comunicación locales como «Pamela», recibió una multa junto con su hermano de 20 años, Steven, y otro transeúnte por violar la norma de distanciamiento social que prohíbe las reuniones públicas de más de dos personas.
El arresto sucede en medio de grandes manifestaciones el domingo contra la decisión del gobierno de postergar las elecciones para la legislatura de la ciudad, lo que los críticos dicen fue un intento de impedir la derrota por parte de los partidos prodemocracia. Casi 300 personas fueron arrestadas en su mayoría en los sitios de protesta en los barrios de Yau Ma Tei y Mong Kok.
Pamela fue tratada por rasguños y algunos moretones en su codo mientras su hermano sufrió heridas leves en su pierna, según los medios de comunicación locales.
En defensa de sus acciones, la policía, en un comunicado horas más tarde, dijo que habían interceptado a la niña y a otras personas para detener y buscar romper con las protestas prodemocracia en las cercanías.
«Durante la interacción, ella se escapó repentinamente de manera sospechosa. Por lo tanto, los policías la persiguieron y la sometieron con el uso de la fuerza mínima necesaria», decía el comunicado.
Desde que estallaron las protestas masivas prodemocracia en la ciudad el pasado mes de junio, la policía de Hong Kong ha sido objeto de crecientes críticas por el uso excesivo de la fuerza en el manejo de los manifestantes. Los incidentes del año pasado incluyen presuntos abusos sexuales a estudiantes femeninas, rociar indiscriminadamente aerosol de pimienta y golpear a pasajeros de trenes, y un asedio de dos semanas de duración a campus universitarios.
La ley de seguridad nacional, impuesta por Beijing a la ciudad y que entró en vigor en julio, faculta aún más a la policía para efectuar arrestos basados en cargos ampliamente definidos de secesión, subversión, colusión con fuerzas extranjeras y terrorismo, cada uno con una pena de hasta cadena perpetua.
Pero Pamela no estaba involucrada en las protestas y solo compraba artículos de arte, según su madre, la Sra. Ho. Le dijo a los medios de comunicación de Hong Kong que se había separado de sus dos hermanos para comprar comida, planeando reunirse poco después.
«Estaba muy asustada, no podía mantener la calma y empecé a correr», dijo Pamela a iCable News, mientras que su hermano dijo que no iban a pagar la multa y que tenían la intención de presentar una denuncia. Steven, que fue detenido cuando intentaba proteger a su hermana, dijo además al Apple Daily que la acusación era «irracional» dado que no conocían al transeúnte que fue multado con ellos.
La hinchazón del tobillo de Steven ha empeorado desde el domingo, dijo la Sra. Ho al Apple Daily. Añadió que están consultando a un abogado para demandar a la policía.
«Sé que en este momento, las denuncias son inútiles, pero tenemos que dejar un registro», dijo.
La líder de la ciudad Carrie Lam dijo a los periodistas el martes que «no sería correcto para la jefa ejecutivo dar una opinión sobre la operación real en el terreno».
«Hay que tener en cuenta las circunstancias reales» al evaluar las actividades de la policía, dijo, y afirmó que «cada incidente y cada denuncia en cuanto a las medidas adoptadas por las agencias de policía serán investigados a fondo».
La Asociación de Clubes de Niños y Niñas de Hong Kong, una organización benéfica local, pidió a las autoridades que llevaran a cabo una «investigación justa y transparente», añadiendo que «cuando haya niños presentes, las fuerzas policiales deben tener en cuenta el medio ambiente circundante en sus operaciones y proteger los derechos de los niños en la medida de sus posibilidades».
Algunos ortopedistas que pidieron permanecer en el anonimato también dijeron que fue una suerte que la niña solo sufriera algunos moretones. El hecho de que el policía haya usado el peso de su cuerpo para derribarla y que su cabeza haya golpeado el suelo primero podría haber resultado en heridas más serias, dijeron al Apple Daily.
«Sus costillas podrían haberse fracturado», dijo un médico. «Fue muy, muy afortunada de que solo tuviera algunos rasguños».
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