El director ejecutivo de un hospital de Texas advirtió que su centro de salud se enfrenta al cierre, dado el anuncio del presidente Joe Biden la semana pasada donde dijo que la mayor parte de los trabajadores sanitarios deben vacunarse contra COVID-19.
Si la orden se aplica, «el 20 por ciento de mi personal, probablemente entre el 20 y el 25 por ciento de mi personal tendrá que irse, si ese es el caso», dijo el director general del Brownfield Regional Medical Center, Jerry Jasper, según KCBD. Perder a esos trabajadores, añadió, probablemente causaría el cierre de su hospital, y perder el dinero de Medicare y Medicaid tampoco era la opción.
La Casa Blanca estipula que los trabajadores sanitarios empleados en los hospitales y centros que reciben fondos de Medicaid o Medicare tienen que vacunarse contra COVID-19.
«Es algo muy importante en nuestra comunidad rural, como en todas las demás comunidades rurales. Todos tenemos altos niveles de pobreza y de esos asuntos, por lo que hay mucho uso de Medicaid en nuestras comunidades y de esos» sistemas, comentó Jasper a la emisora.
Otro ejecutivo de un hospital local dijo que se hacía eco de los sentimientos de Jasper.
«Sería devastador para la comunidad, francamente. Tenemos un gran porcentaje de nuestros ingresos que proviene de Medicare, Medicaid y ese tipo de productos», declaró Larry Gray, el director general del Distrito Hospitalario de Seminole, a la emisora.
Aunque Gray dijo que promociona las vacunas, cree que la orden de vacunación no funciona.
«Creo que la orden es un mensaje terrible porque si las vacunas funcionan, ¿por qué hay que obligar a la gente a vacunarse?», preguntó Gray. «Qué pasa con la elección individual y las decisiones médicas entre el paciente y su médico, lo cual es lo que estamos tratando de apoyar».
Además de las órdenes para los trabajadores sanitarios, Biden también anunció que ordenará a la Administración Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo que aplique una norma a las empresas con 100 o más trabajadores para que los empleados se vacunen o se sometan a pruebas semanales de COVID-19. Los trabajadores federales y los contratistas también tendrán que vacunarse, dijo.
En el norte del estado de Nueva York, el ejecutivo de un hospital regional dijo que el centro de salud tendrá que cerrar su unidad de maternidad, al menos temporalmente y no podrá atender partos debido a una orden dictada por el exgobernador Andrew Cuomo. El director ejecutivo del Sistema de Salud del Condado de Lewis, Gerald Cayer, dijo que seis empleados que trabajaban en la unidad renunciaron, según los medios locales.
«Si podemos poner en pausa el servicio y ahora centrarnos en la contratación de enfermeras que estén vacunadas, podremos volver a dar a luz a los bebés aquí en el condado de Lewis», dijo Cayer en una conferencia de prensa el 10 de septiembre.
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