Los medios estatales del régimen chino lo llaman hospital «superrápido». Para hacer frente a la abrumadora cantidad de pacientes infectados con coronavirus en Wuhan, China construyó el hospital «Montaña del Dios de fuego (Huo Shan Shan)» en diez días y ya estaba en uso el lunes 3 de febrero.
Sin embargo, el hecho de que el ejército chino ahora esté a cargo de la operación del hospital ha suscitado preocupación por una transparencia, aún menor, con respecto al brote.
Las autoridades chinas dicen que cientos han muerto y decenas de miles están infectados por el nuevo coronavirus de 2019, el cual causa síntomas similares a la neumonía.
Pero los expertos sospechan que el número real es mucho mayor. Los videos en línea de hospitales superpoblados y las cartas SOS de pacientes que no reciben tratamiento continúan desafiando las cifras oficiales de China.
El comentarista de asuntos de China con sede en Estados Unidos, Jingyuan Tang, dijo que, con el nuevo hospital controlado por militares, incluso esa evidencia anecdótica sería difícil de conseguir.
«Todo el personal médico será del ejército», dijo Tang, «en ese caso, todos los datos e información en el hospital podrían convertirse en un secreto militar. El exterior no lo sabrá. El personal interno no lo revelará. Porque quien lo hiciera podría ser acusado de revelar información militar y podría ser enviado a tribunales militares».
«Es como un agujero negro. La gente en el exterior no sabrá cuántos pacientes entraron allí, no sabrán cuántas personas han desaparecido», dijo.
Los registros de derechos humanos de los hospitales dirigidos por militares de China no son alentadores. Una cantidad considerable de exmédicos ha informado sobre trasplantes ilegales de órganos y un mercado negro de estos dentro de los hospitales militares de China. Un médico dijo que estos fenómenos eran «comunes».
Tang dijo: «Si el Partido Comunista Chino (PCCh) es capaz de realizar la sustracción forzada de órganos casi como lo hace una industria, entonces en un entorno, sin transparencia, como en el nuevo hospital de Wuhan, para controlar el brote «a cualquier costo», como promete el PCCh ahora, ¿qué harían con los pacientes? Desde el estándar moral del ejército chino, es realmente difícil de decir».
¿Hospital o prisión?
Después de que se publicaron fotos y videos de los nuevos hospitales, los internautas chinos se preguntan por qué parece más una prisión que un hospital: ¿por qué las ventanas están selladas con rejas?
«Por lo general, solo los hospitales mentales tienen rejas en la ventana», dijo Sean Lin, un ex microbiólogo de la división de Enfermedades Virales del Instituto de Investigación del Ejército Walter Reed, a NTD, «No es un hospital normal. (No hay) necesidad de barrotes, incluso para fines de cuarentena».
Ningún otro hospital en Wuhan al que los funcionarios chinos le hayan designado funciones, como centros de cuarentena, tiene tales ventanas.
Xiaotangshan de Wuhan
El hospital recientemente construido sigue el modelo de un hospital similar que se construyó en Beijing durante el brote del SARS de 2003, otro tipo de coronavirus. Esa instalación se construyó en siete días.
En 2003, la mayoría de los pacientes en Xiaotangshan podían contagiar con más facilidad y ser más peligrosos que los de otros hospitales. Algunos medios de comunicación occidentales lo llamaron «un centro del virus del SARS en China», que puede «explotar» en cualquier momento.
Sin embargo, las autoridades chinas dijeron en 2003 que la tasa de recuperación en Xiaotangshan era del 99 por ciento y que ninguno de sus 1382 trabajadores de la salud estaban infectados cuando, fuera del hospital, en contraste, el 20 por ciento de todos los infectados eran de personal médico.
No había cura para el SARS en ese momento, ni la hay ahora.
El ejército chino también opera el Hospital Xiaotangshan.
Tang dijo que lo milagroso del hospital de Xiaotangshan, es su tasa de recuperación increíblemente alta, la cual puede hablar más de lo ajustado que es el control de los hospitales militares.
En una memoria del entonces presidente del hospital Xiaotangshan, Yanling Zhang, describió el temor que algunos pacientes experimentaron cuando fueron trasladados allí.
Zhang dijo que algunos pacientes no soltaban las perillas del automóvil que los envió al hospital.
Una paciente de más de 40 años comenzó a apoyarse en la pared y a llorar en el momento en que salió del automóvil y dijo: “¿Es este un hospital? ¿Será este un tratamiento estándar? ¿Puedes curar mi enfermedad? ¿Por qué me llevas a un lugar tan desolado? ¿Es este un «campo de concentración de la muerte»? ¿Me estás tomando como muestra de prueba como lo hizo la Unidad 731? »
La presión para controlar
Tang dijo que China también está bajo presión para tratar de evitar que la comunidad internacional tome más medidas para controlar la enfermedad. «Como evacuar a ciudadanos extranjeros en China o cortar aún más las relaciones comerciales, lo que puede tener un gran impacto en la economía de China».
Y una mayor presión económica podría amenazar la legitimidad del poder del Partido Comunista, dijo.
Las acciones chinas se desplomaron un 8 por ciento el lunes, debido al temor a la propagación del coronavirus, marcando su peor día en años. El régimen chino también acusó a EEUU de prohibir la entrada a extranjeros de China como una reacción exagerada.
«Bajo el sistema totalitario de la China comunista, las autoridades no parecen preocuparse tanto por la cantidad de chinos que morirían», dijo Tang, «… el Hospital Montaña del Dios de fuego podría convertirse en un agujero negro, donde todos los números reales son absorbidos»
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