Una clínica del Hospital Infantil de Filadelfia (CHOP, por sus siglas en inglés) presuntamente está entrenando al personal para ocultar a los padres la identidad de género preferida de sus hijos adolescentes antes de persuadirlos de que «se comprometan» con la transición de su hijo.
La madre y activista conservadora Megan Eileen publicó el miércoles en Internet cuatro videos de lo que, según ella, ha creado la Clínica de Género del CHOP con fines de formación. El escenario involucra a un adolescente llamado Jacob, que es admitido en el hospital después de desmayarse por no comer.
En el primer clip, Jacob revela a una enfermera que no quiere «parecer un chico» ni «hacerse grande», pero su madre no le consigue la medicación hormonal necesaria para suprimir su pubertad. El chico, que prefiere que le llamen Amanda, dice que deja de comer para «estar delgado y más femenino».
«Eso tiene mucho sentido», le dice la enfermera al chico. «¿Así que no comes porque quieres verte femenina y sentirte más femenina?».
«Sí, es algo estúpido», responde Jacob. La enfermera le asegura entonces que hacerlo no es estúpido, aunque su trastorno alimentario «se está volviendo un poco peligroso».
El siguiente video muestra a la enfermera uniéndose a otros dos miembros del personal del hospital para discutir cómo convencer a la madre de Jacob para que acepte que su hijo es ahora su hija, sin hablar más sobre el trastorno alimentario de Jacob o la confusión de género. «Parece que mamá no sabe [lo que] Amanda realmente quería que supiéramos», dice la enfermera a sus colegas. «En realidad, solo tenemos que ayudar a mamá a ponerse de acuerdo para que podamos conseguir la ayuda que Amanda necesita».
En el tercer clip, los miembros del personal siguen dirigiéndose al paciente adolescente como Jacob cuando la madre está presente, y cambian a Amanda en ausencia de la madre. El cuarto y el último clip muestran al equipo médico explicando a una madre visiblemente preocupada que tiene que «empezar a identificar a Jacob como mujer porque así es como se identifica».
«Sabes, te quiere y quiere que le ayudes, y tú quieres ayudar», le dice un miembro del personal a la madre, que finalmente admite que es incapaz de «hacerlo de inmediato» pero que «lo intentará».
Según Eileen, encontró estos clips en Internet como parte de los «recursos profesionales» ofrecidos por la Clínica de Desarrollo de Género y Sexualidad del hospital. Ya no se puede acceder a la página web de la clínica que presuntamente contenía los videos.
En su sitio web, la clínica afirma que se asocia con «profesionales de la medicina y las escuelas para proporcionar conocimientos y formación que aumenten la atención sanitaria competente en materia de transexualidad y creen entornos escolares más favorables». Según las noticias locales, la clínica estaba programada para abril para formar a los maestros y al personal del Distrito Escolar de Central Bucks, el tercer distrito escolar más grande de Pensilvania, pero se canceló después de que las escuelas recibieran instrucciones de dejar de exponer a los estudiantes a las ideologías transgénero sin el consentimiento de sus padres.
No se pudo contactar inmediatamente con el hospital para que hiciera comentarios.
La controversia se produce en medio de un creciente número de proveedores de atención médica pediátrica que adoptan la «atención de afirmación de género», un concepto arraigado en la ideología de género progresista.
The American Academy of Pediatrics, the national organization of pediatric health professionals, in its latest guidelines encourages pediatric providers to adopt a “gender-affirmative care model” and offer services that are “oriented toward understanding and appreciating the youth’s gender experience.”
La Academia Americana de Pediatría, la organización nacional de profesionales de la salud pediátrica, anima en sus últimas directrices a los proveedores de servicios pediátricos a adoptar un «modelo de atención de afirmación de género» y a ofrecer servicios «orientados a comprender y apreciar la experiencia de género de los jóvenes».
En ese modelo, las identidades transgénero y las «diversas expresiones de género» no se consideran trastornos mentales, sino «aspectos normales de la diversidad humana». El modelo también reconoce la identidad de género como algo que «evoluciona como una interacción de la biología, el desarrollo, la socialización y la cultura».
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