WILMINGTON, Dellaware—Los fiscales llamaron a Hallie Biden a testificar el 6 de junio, el cuarto día del juicio federal por posesión de un arma de fuego contra Hunter Biden. Ella describió la relación romántica compartida entre ambos, así como los supuestos consumos de drogas juntos y mensajes que mostrarían que el Sr. Biden consumía drogas en la época en que compró el arma.
Hallie Biden es la viuda del hermano fallecido del Sr. Biden, Beau, que murió de cáncer en 2015. Hunter Biden dijo anteriormente que sucumbió a la adicción al crack después de la muerte de su hermano, y al mismo tiempo comenzó a ver a su cuñada románticamente.
Ella testificó ante los fiscales que el Sr. Biden le envió mensajes en los días posteriores a la compra del arma, el 12 de octubre de 2018. Ella alega que en uno de los mensajes, el Sr. Biden dijo que estaba «esperando a un traficante llamado Mookie», y en otro, que estaba «durmiendo en un auto fumando crack».
También alega que el Sr. Biden la animó a probar la cocaína crack, haciéndola «avergonzarse y sentirse apenada». La «terrible experiencia» condujo a su propia adicción a la droga, declaró la Sra. Biden. También describió los mensajes que supuestamente él le envió.
El Sr. Biden se enfrenta a tres cargos por delitos graves por la compra de un arma de fuego en 2018. Las autoridades lo acusan de mentir a la tienda de armas con licencia federal al afirmar ilegalmente en su solicitud que no era un consumidor de drogas en ese momento y luego poseer ilegalmente el arma durante 11 días.
La Sra. Biden declaró que encontró el arma en la consola central del coche del Sr. Biden y que la tiró preocupada por su salud mental. También dijo que el Sr. Biden le pidió que presentara un informe policial sobre el arma después de que ella la tirara a un contenedor de basura público, lo que llevó a la policía a localizar al hombre que la recuperó de la basura.
Abuso de drogas
La Sra. Biden conoce al Sr. Biden desde la escuela secundaria. Ella relató que los dos comenzaron una relación romántica a finales de 2015 después de la muerte de su marido. Pronto descubrió el consumo de drogas del Sr. Biden, pero los dos dieron un paso más y alquilaron una casa para ambos en Annapolis desde el otoño de 2017 hasta julio de 2018.
Ella dijo que vio al Sr. Biden consumir cocaína crack en la residencia que compartían, y que a veces, su conducta y comportamiento se volvían agitados y nerviosos, pero que en otras situaciones, él estaba «funcionante» mientras consumía la sustancia.
El abogado del Sr. Biden, Abbe Lowell, argumentó anteriormente que no existe tal cosa como un adicto al crack funcionante, sugiriendo que el Sr. Biden habría sido incapaz de solicitar y comprar el arma si hubiera sido adicto a la droga en ese momento.
Los fiscales trataron de alinear el testimonio de la Sra. Biden con dos de sus otras exparejas, su esposa Kathleen Buhle y su exnovia Zoe Kestan, quienes afirmaron que él a menudo era capaz de un alto nivel de comportamiento mientras estaba intoxicado por la cocaína crack.
La Sra. Kestan testificó el 5 de junio que el Sr. Biden a veces compraba «piedras de crack del tamaño de pelotas de ping-pong». Los fiscales preguntaron a la Sra. Biden, el 6 de junio, si alguna vez le había visto con la droga en ese tamaño.
Ella sostuvo que el Sr. Biden a veces tenía en su posesión «múltiples bolas de crack del tamaño de una pelota de ping-pong», incluyendo otras aproximadamente del tamaño de canicas.
Aunque la Sra. Biden dijo que sucumbió a la adicción después de probar la droga, finalmente se desintoxicó. Sin embargo, declaró que el Sr. Biden le preguntó: «¿No quieres recuperar tu crack?», en algún momento después de la compra del arma en octubre de 2018, después de que ella había dejado la droga.
«¿Tu quieres que yo vuelva a recaer?», recuerda haberle preguntado al Sr. Biden después de recibir su mensaje.
La Sra. Biden alega que él respondió: «Por mucho tiempo».
El hallazgo de la pistola
Ella también detalló que encontró el arma, el 23 de octubre de 2018, mientras buscaba en la consola central del automóvil del Sr. Biden.
La Sra. Biden testificó que entró en pánico después de encontrar el arma de fuego e inmediatamente la puso en una bolsa de cuero que supuestamente había visto al Sr. Biden usar para drogas en el pasado. Los fiscales mostraron imágenes de videovigilancia de la Sra. Biden poniendo la bolsa de cuero en un cubo de basura fuera de una tienda de comestibles.
«¿Me quitaste eso?», recordó que le preguntó Hunter Biden en un mensaje de texto ese mismo día.
La Sra. Biden también testificó que el 15 de octubre de 2018, tres días después de la compra del arma, envió un mensaje de texto al Sr. Biden diciendo: «Yo me temo que tu vas a morir».
«¿Qué cosa especial has hecho tú para ayudarme a estar sobrio?», supuestamente le respondió el Sr. Biden.
Durante el contrainterrogatorio, el Sr. Lowell sondeó la memoria de la Sra. Biden de varios mensajes de texto utilizados como prueba de la supuesta adicción a las drogas en curso del Sr. Biden, lo que sugiere que algunas de las afirmaciones, de él fumando crack en un coche el día después de la compra del arma, podrían ser mentiras o exageraciones.
El Sr. Biden se enfrenta a una pena de hasta 25 años de prisión si es declarado culpable en el caso federal de las armas, aunque los que delinquen por primera vez suelen recibir una pena inferior a la máxima. Tampoco está claro si el juez le impondrá penas de prisión.
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