El recién nombrado abogado especial para investigar el manejo de documentos clasificados por parte del presidente Joe Biden debería indagar las conexiones de la Universidad de Pensilvania con China y cualquier posible papel de Hunter Biden, dijo el expresidente de la Cámara de Representantes, Newt Gingrich.
Hasta ahora se han encontrado documentos marcados como clasificados de la administración Obama-Biden en dos lugares vinculados al presidente: el Penn Biden Center en Washington, donde trabajó de 2017 a 2019, y en su casa en Wilmington, Delaware.
El caso de los documentos clasificados en propiedad de Biden, dijo Gingrich, conducirá «inevitablemente» de nuevo a Hunter Biden y a la cuestión del «dinero comunista chino».
La Universidad de Pensilvania recibió decenas de millones de financiaciones de China en los últimos años, con un regalo valorado en USD 14.5 millones que llegó en mayo de 2018, tres meses después de la inauguración oficial del Penn Biden Center.
Aunque el centro ha negado haber solicitado o recibido nunca ningún regalo de China, la universidad «nunca ha estado dispuesta a decir la verdad sobre cuántos millones de dólares han recibido de los comunistas chinos», dijo Gingrich, colaborador de The Epoch Times, en una entrevista.
Como profesor honorario, Biden recibió unos USD 910,000 de la Universidad de Pensilvania y visitó el campus al menos nueve veces, según los medios locales.
«El dinero siempre es intercambiable. Ellos pueden que hayan sustituido un dinero que halla ido a parar a Biden con el dinero chino. Ellos no abren sus libros. No han permitido que nadie los audite», declaró el expresidente de la Cámara de Representantes, señalando que la presidenta de la Universidad de Pensilvania, Amy Gutmann, es ahora embajadora en Alemania.
Los medios de comunicación, citando fuentes anónimas, afirman que los menos de una docena de archivos clasificados descubiertos en el Penn Biden Center contienen memorandos de inteligencia relacionados con Ucrania, Irán y el Reino Unido, que Gingrich señaló como sospechosos.
Durante la etapa de Biden como vicepresidente, su segundo hijo, Hunter, supuestamente se habría embolsado millones procedentes de negocios en el extranjero en países como Ucrania y China. En 2021, mientras promocionaba un nuevo libro, Hunter indicó que su apellido valía «oro» para una empresa de gas ucraniana.
«La verdadera vulnerabilidad para Joe Biden es lo que representaba su hijo y cuánto dinero se llevó su hijo», dijo Gingrich, describiendo a Hunter como «básicamente el cartero de su padre».
«¿Demasiado grande para ocultarlo?»
El primer lote de documentos de Biden se encontró en el Penn Biden Center el 2 de noviembre, días antes de las elecciones de mitad de período, y el otro conjunto apareció en el garaje de la residencia de Biden en Delaware el 20 de diciembre, con una página adicional que apareció en la habitación contigua del garaje, el 11 de enero, según la Casa Blanca y el fiscal general Merrick Garland. Pero el público no supo de su existencia hasta el 9 de enero, cuando la información se filtró a los medios de comunicación.
«No me sorprende, porque todo el juego ha estado amañado desde el principio», dijo Gingrich sobre el retraso de dos meses.
«Ellos no iban a anunciarlo antes de las elecciones, porque habría socavado a los demócratas y perjudicado sustancialmente su capacidad para sobrevivir a las elecciones. Creo que eso estaba bastante claro».
Gingrich ve el desarrollo de los hechos como una continuación del fin de año 2020, con la supresión de la historia del portátil Hunter Biden en las semanas previas a las elecciones presidenciales. En ese momento, más de 50 exaltos funcionarios de inteligencia firmaron una carta pública etiquetando la historia como desinformación rusa, aunque los «Archivos de Twitter», recientemente publicados, revelaron que los agentes del FBI hicieron un «esfuerzo organizado» para «desacreditar» los informes sobre el tema.
«Ellos suprimieron información negativa sobre Biden en 2020 y volvieron e hicieron lo mismo en 2022», declaró Gingrich.
La redada del complejo turístico del expresidente Donald Trump en Florida por su manejo de documentos clasificados, dijo el ex representante, contrasta con el trato dado a la exsecretaria de Estado, Hillary Clinton, quien fue absuelta de cargos criminales por el uso de servidores privados para comunicaciones oficiales de correo electrónico. En al menos dos ocasiones, el personal de Clinton se deshizo de sus antiguos dispositivos móviles partiéndolos por la mitad o destruyéndolos con un martillo.
«De alguna manera eso no es un problema», declaró Gingrich. «Aquí hay un patrón en el que si uno es un demócrata liberal, es increíble lo que puede hacer. Pero ahora esto puede ser demasiado grande para que puedan ocultarlo».
Cuestión de imparcialidad
El presidente se ha mostrado sorprendido por el hallazgo de los documentos, dijo Biden y la Casa Blanca. Pero para Gingrich, estas afirmaciones no son convincentes.
«Yo creo que miente todo el tiempo», indicó Gingrich, citando una recopilación del Comité Nacional Republicano de 21 ocasiones en las que las declaraciones de Biden resultaron ser inexactas.
«Ni siquiera estoy seguro de que sepa que está mintiendo», añadió el ex representante, afirmando que Biden «simplemente dice lo que quiere decir» sin «ninguna base factual».
En la época de la redada de Mar-a-Lago, el pasado agosto, los periodistas preguntaron a Biden si era apropiado que un presidente se llevase a casa material clasificado y altamente secreto, a lo que respondió que «depende del documento y depende de lo segura que sea la habitación».
En una rueda de prensa el jueves, Biden defendió el almacenamiento de los documentos clasificados cerca de su Corvette, diciendo que el «Corvette está en un garaje cerrado, así que no es como si estuviera en la calle».
Gingrich encontró esta definición como»tontería». «Nada de lo que estaba haciendo Trump era sentado en la calle».
Jack Smith, exfuncionario del Departamento de Justicia, está actualmente a cargo de un par de investigaciones penales sobre Trump. Además de los documentos clasificados, la pesquisa analiza la supuesta interferencia en el resultado de las elecciones de 2020. Pero si el Gobierno tiene un caso contra Trump, «tienen un caso mayor contra Biden», cree Gingrich.
«Nosotros deberíamos averiguar cuáles son las reglas. Sean cuales sean las reglas que apliquen a Trump, tienen que aplicárselas a Hillary Clinton y si ellos no van a hacer nada contra Joe Biden y Hilary Clinton, tienen que dejar en paz a Trump —ustedes no pueden tener las dos cosas».
«Eso no es Estado de derecho y eso no es justicia».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca, la Universidad de Pensilvania y el abogado de Hunter Biden para recibir sus comentarios.
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