Si la destrucción dejada por el huracán Helene en el oeste de Carolina del Norte no fuera suficiente, ahora los equipos de emergencia se enfrentan a avispas amarillas y abejas cuyos nidos subterráneos fueron perturbados por la tormenta.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Carolina del Norte ha tenido que comprar Benadryl y epinefrina para satisfacer la creciente demanda de los hospitales para tratar a los alérgicos a las picaduras, según informó a The Associated Press el grupo de ayuda humanitaria Direct Relief.
Direct Relief es una organización de preparación para huracanes activa en 50 estados y más de 80 países, según su página web.
La organización dijo que ha enviado más de 2000 inyecciones de EpiPen a centros de salud comunitarios de toda la región occidental del estado.
«En todas las catástrofes recibimos solicitudes de EpiPens, pero ésta es sin duda una excepción», dijo Alycia Clark, directora de farmacia de Direct Relief.
«La mayoría de las personas que sufren picaduras son miembros de las cuadrillas, como electricistas, que trabajan en el exterior para restaurar las infraestructuras».
Un portavoz del departamento de salud del estado dijo que los farmacéuticos pueden proporcionar recargas de emergencia para los que están prescritos, mientras que los funcionarios están trabajando en un plan que permitiría a la gente a comprar inyecciones sin receta médica.
Aunque la mayoría de las mordeduras y picaduras de insectos provocan picor, hinchazón y escozor leves, algunas picaduras, como las de hormigas rojas, avispas, avispones, avispas amarillas y abejas, pueden provocar anafilaxia, una reacción alérgica más grave, según la Clínica Mayo.
Los expertos recomiendan llevar ropa lisa de colores claros que cubra la piel y abstenerse de usar productos de baño perfumados para evitar las picaduras.
Según Direct Relief, los esfuerzos de recuperación y socorro siguen llegando después de que la tormenta tocara tierra como huracán de categoría 4 en Florida el 6 de septiembre, trayendo vientos de 140 mph, fuertes lluvias, inundaciones y escombros destructivos.
Se ha informado de hasta 170 muertos y cientos de desaparecidos.
Las infraestructuras críticas han quedado destruidas, según Direct Relief.
Se han declarado emergencias de salud pública en Florida, Georgia y Carolina del Norte, ya que más de 1.2 millones de personas se han quedado sin electricidad.
Direct Relief dijo que está poniendo a disposición 74 millones de dólares en atención médica y 250,000 dólares en ayuda financiera a centros de salud comunitarios mientras su personal en la zona cero trabaja con funcionarios estatales para «evaluar los daños, identificar las necesidades prioritarias y responder a las solicitudes de ayuda médica de emergencia».
La organización ha enviado 14 cargamentos de antibióticos, vacunas DTap, kits de higiene, kits de rehidratación oral y otros productos sanitarios solicitados por los organismos locales.
«Además, gracias a su apoyo continuo, Direct Relief mantiene una extensa red de 276 socios sanitarios en Florida, Georgia, Carolina del Norte, Carolina del Sur y Tennessee», ha declarado la organización. «Durante los cinco años anteriores, Direct Relief ha movilizado más de 28,000 envíos que comprenden más de 561 millones de dólares en medicamentos esenciales, suministros médicos y equipos médicos para estos socios de salud».
Con información de Associated Press.
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