El Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) anunció este martes que tendrá en cuenta el servicio militar estadounidense de los no ciudadanos a la hora de determinar si deben ser deportados.
El director interino del ICE, Tae Johnson, dijo a través de una declaración que la agencia «valora las increíbles contribuciones de los no ciudadanos que han servido en el ejército estadounidense».
«A través de esta directiva, el ICE tendrá en cuenta el servicio militar estadounidense de un no ciudadano o de sus familiares inmediatos a la hora de determinar si se toman decisiones de cumplimiento de la ley de inmigración civil contra un no ciudadano», indicó Johnson refiriéndose a la nueva política, la Directiva 10039.2 del ICE (pdf).
El ICE informó que la aplicación de la nueva directiva es una manera de formalizar su postura de larga data hacia el servicio militar de Estados Unidos, que se refiere al servicio en el Ejército de Estados Unidos, el Cuerpo de Marines, la Marina, la Fuerza Aérea, la Fuerza Espacial, la Guardia Costera y la Guardia Nacional, incluida la reserva.
«El ICE reconoce desde hace tiempo que el servicio militar estadounidense es un factor atenuante muy relevante a la hora de tomar decisiones de cumplimiento de la ley en cada caso», indicó la agencia. «La nueva directiva formaliza esta práctica como una política oficial de la agencia».
«El caso de un no ciudadano se considera en base a la totalidad de las circunstancias y la revisión tendrá en cuenta el tipo de baja, la duración del servicio y otros factores relevantes al considerar el servicio militar estadounidense».
La nueva política también formalizará requisitos para que el ICE «recopile y mantenga los datos pertinentes relacionados con los miembros actuales y anteriores del servicio militar estadounidense que no son ciudadanos, respetando adecuadamente las libertades civiles y los intereses de privacidad», indica la agencia.
La directiva es parte de la Iniciativa de Miembros Militares Inmigrantes y Veteranos, que se puso en marcha en julio de 2021, cuando el Departamento de Asuntos de Veteranos se asoció con el Departamento de Seguridad Nacional para coordinar el apoyo federal a los miembros del servicio no ciudadanos, Veteranos y sus familias.
Entre 2013 y 2018, 250 veteranos no ciudadanos estuvieron bajo amenaza de deportación, según un informe de la Oficina de Responsabilidad del Gobierno (GAO) en 2019. De ellos, 92 fueron finalmente deportados.
«Específicamente, las políticas de ICE requieren que los agentes y oficiales documenten la decisión de emitir un [aviso de comparecencia] a un veterano, pero no exigen que los agentes y oficiales identifiquen y documenten la condición de veterano al entrevistar a individuos potencialmente removibles», según el informe.
Algunos agentes no sabían que debían preguntar a las personas sobre el servicio militar previo, añade el informe. «Además, en diciembre de 2018, los funcionarios [de Homeland Security Investigations] nos dijeron que HSI no se ha adherido a las políticas de 2004 o 2015 porque no tenían conocimiento de las políticas antes de nuestra revisión».
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