Algunos miembros de familias de inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera entre Estados Unidos y México y soliciten asilo en Estados Unidos serán vigilados y deberán acatar un toque de queda en virtud de un nuevo programa de la administración Biden, anunció el 10 de mayo la Oficina de Detención y Deportación (ERO) del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE).
El nuevo «proceso» afectará a las unidades familiares —aquellas que cruzan la frontera suroeste con menores— que sean detenidas y procesadas para el último proceso de deportación conocido como expulsión acelerada y que indiquen que planean solicitar asilo sin deportación, dijo el ICE en un comunicado de prensa.
También afectará a las unidades familiares detenidas en la frontera sur que expresen un «temor creíble» de persecución o tortura si fueran devueltas a su país de origen.
Conocido como Gestión de Expulsión Acelerada de Familias (FERM), el programa colocará a determinados jefes de familia de unidades familiares en una tecnología de Alternativas a la Detención (ATD) —en la práctica, un tobillero con GPS— para que los funcionarios del ICE puedan vigilarlos continuamente.
Los jefes de familia también estarán sujetos a un toque de queda, dijo el ICE.
Según el ICE, el nuevo proceso está diseñado para garantizar que las unidades familiares que aleguen «temor creíble» a ser perseguidas si son devueltas a su país, se presenten a tiempo a sus entrevistas con los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos, así como a cualquier otra revisión solicitada por un juez de inmigración.
El proceso significa que los jefes de familia tampoco tendrán que ser retenidos en centros de detención, algo que el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro N. Mayorkas, declaró que el gobierno no tiene previsto recuperar.
También ayuda al ICE a localizar a las familias que no cumplen los requisitos para acogerse al miedo creíble y que, por tanto, son expulsadas de Estados Unidos en un plazo de 30 días en virtud del programa de expulsión acelerada.
Consecuencias de inmigración «seguras y humanas»
La mayoría de los jefes de familia de unidades familiares que no sean colocados en la Gestión de Expulsión Acelerada de Familias (FERM) serán colocados en otras formas de Alternativas a la Detención, dijo el ICE.
«La ERO se compromete a imponer las consecuencias de la inmigración de una manera segura y humana a aquellos que entran ilegalmente en los Estados Unidos», dijo el Director Ejecutivo Asociado de la ERO, Corey A. Price, en una declaración.
«Las familias no deben escuchar las mentiras de los contrabandistas. Al igual que los adultos solos, los no ciudadanos que viajen con sus hijos y que no tengan una base legal para permanecer en Estados Unidos serán expulsados rápidamente y se les prohibirá la reentrada durante al menos cinco años», añadió Price.
Según el ICE, las familias inmigrantes solo podrán acogerse al nuevo programa si se les tramita la expulsión acelerada; si son nacionales de países a los que el ICE mantiene vuelos regulares de expulsión; y si residen en una localidad bajo la jurisdicción de la oficina de campo del ICE con sede en una de las cuatro ciudades de destino del FERM.
El ICE no precisó qué ciudades participarán en el programa FERM, pero Los Angeles Times publicó que algunas familias de inmigrantes que se dirigen a Newark, en Nueva Jersey; Baltimore, de Maryland; Washington D.C. y Chicago, de Illinois, estarán sujetas al nuevo procedimiento.
Los jefes de familia estarán sometidos a toques de queda de 11 de la noche a 5 de la mañana, según la publicación, y tendrán que permanecer en casa durante esas horas.
The Epoch Times se ha puesto en contacto con el ICE para obtener más comentarios
Fin del Título 42
El último programa es una de las muchas iniciativas que la administración Biden ha puesto en marcha en medio de la actual crisis migratoria, sobre la que los expertos advierten que probablemente empeorará ahora que la norma de salud pública del Título 42 de la era Trump está llegando a su fin.
La norma que aplica el Título 42 permite a los agentes de la Patrulla Fronteriza devolver inmediatamente a México a los inmigrantes ilegales por motivos de salud pública en medio de la pandemia de COVID-19.
Está programada que expire el 11 de mayo, por lo que las autoridades esperan un gran aumento de inmigrantes.
El comisario en funciones, Troy Miller, dijo al Congreso en abril que se espera que unos 10,000 inmigrantes al día crucen la frontera cuando se levante el Título 42, aunque el Departamento de Seguridad Nacional ha dicho que podría ser mayor, de unos 14,000 al día.
Solo durante el pasado fin de semana se detuvieron a unos 26,382 inmigrantes ilegales en la frontera sur y se registraron otras 7399 «huidas».
El gobierno de Joe Biden también anunció a principios de esta semana que llevaría a cabo una «operación específica de control» en El Paso, Texas, dirigida contra los inmigrantes que crucen ilegalmente la frontera sur y no sean procesados para entrar en Estados Unidos.
Sin embargo, el anuncio fue rápidamente criticado por el Consejo Nacional de la Patrulla de Fronteras, sindicato que representa a unos 18,000 agentes y personal de apoyo de la Patrulla de Fronteras, que acusó a la agencia de avisar a los inmigrantes antes de la operación.
Por otra parte, la administración introdujo una nueva normativa en virtud de la cual se presume que la mayoría de los inmigrantes no reúnen los requisitos para obtener asilo si pasaron por otros países sin buscar antes protección en otro lugar, o si no utilizaron vías legales para entrar en Estados Unidos.
Según Mayorkas, la nueva norma prohibirá a los inmigrantes ilegales entrar en Estados Unidos durante cinco años si se determina que no cumplen los requisitos para obtener asilo.
«Estamos dejando muy claro que nuestra frontera no está abierta, que cruzar de forma irregular va contra la ley, y que aquellos que no reúnan los requisitos para recibir ayuda serán devueltos rápidamente», declaró Mayorkas el 10 de mayo durante una rueda de prensa en Washington.
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