Tres iglesias y feligreses cristianos de Minnesota presentaron el 13 de agosto una demanda ante el tribunal federal contra el gobernador Tim Walz, por sus órdenes ejecutivas relacionadas con la pandemia que ordenan el distanciamiento social y el uso de mascarillas faciales durante los servicios de culto religioso en persona.
Los demandantes son la Iglesia Cornerstone de Alejandría y el pastor Darryl Knappen; la Iglesia Tierra de Promesa y el pastor Gerald Ernst; y la Iglesia Lifespring y los pastores Eric Anderson, Matthew Franzese y Jeff Backer.
Los miembros de las iglesias argumentan que Walz, un demócrata, y otros funcionarios estatales están infringiendo sus libertades religiosas protegidas por la Primera Enmienda al limitar la asistencia a los servicios, requerir mascarillas faciales, y que los fieles al mismo tiempo se mantengan a una distancia de seis pies de otros fieles.
La demanda recientemente presentada pide al tribunal que declare que la combinación de órdenes ejecutivas de Minnesota sobre el distanciamiento social y el uso de mascarillas en la iglesia está en conflicto con la Primera y la Decimocuarta Enmienda de la Constitución de Estados Unidos.
Las órdenes ejecutivas de Walz «se han alejado de la advertencia constitucional de Minnesota de que ‘el derecho de todo hombre a adorar a Dios según los dictados de su propia conciencia nunca será infringido'», afirma la demanda, citando el Artículo I, sección 16 de la constitución estatal.
La violación de las órdenes puede conducir a una condena por un delito grave, acompañada de una multa de hasta 3000 dólares, más un año de prisión. Los funcionarios también pueden pedir a las empresas penas civiles de hasta 25,000 dólares por la violación a la norma, según la denuncia.
Los decretos no «hacen ningún tipo de adaptación para las prácticas religiosas de las casas de culto, los líderes religiosos o los asistentes a las iglesias, como grandes reuniones religiosas, oración comunal, tomarse de las manos, imponer las manos, bendiciones personales y recibir la comunión», dice la denuncia.
«El gobernador de Minnesota está causando estragos en las libertades religiosas de los fieles. Los cristianos de todas las denominaciones, los musulmanes y los judíos ortodoxos están obligados por su fe a rendir culto juntos», dijo el abogado de los demandantes, Erick G. Kaardal, del bufete de abogados Mohrman, Kaardal & Erickson, con sede en Minneapolis, durante una conferencia de prensa realizada en línea.
«Los ritos y rituales consagrados, incluidas las oraciones, los cantos, la comunión y la imposición de manos en señal de bendición, se encuentran entre los elementos que componen el libre ejercicio de la religión, por lo que la Primera Enmienda rechaza su prohibición», dijo Kaardal, quien presentó la demanda bajo los auspicios de la Sociedad Thomas More, con sede en Chicago, un bufete de abogados de interés público especializado en cuestiones de libertad religiosa.
«Ese es el principio central de la demanda. Solo se ve agravado por los requisitos de distanciamiento social sin excepciones impuestos expresamente por Walz a las ceremonias religiosas en las iglesias y las leyes contradictorias de Minnesota que criminalizan simultáneamente el uso de una mascarilla y el no uso de mascarilla».
«El gobernador Walz, un antiguo maestro, obtiene una F en libertades religiosas», añadió Kaardal.
«Otros estados, incluyendo Texas, Illinois y Ohio han excluido a las iglesias de los mandatos de la mascarilla de COVID-19. A diferencia de Walz, esos estados han reconocido que no se puede criminalizar la asistencia religiosa a las casas de culto por ningún motivo».
«También buscamos un pronunciamiento de que las órdenes ejecutivas de Walz violan la disposición de separación de poderes del Artículo III de la Constitución de Minnesota», dijo. «Walz está ejerciendo un poder legislativo puro, algo que solo la legislatura puede hacer constitucionalmente».
Durante la teleconferencia, Backer, un republicano que también es representante del estado de Minnesota, dijo que «las personas están siendo procesadas y perseguidas. No son capaces de ejercer su fe».
El abogado Knappen dijo que su congregación ha estado desafiando las órdenes ejecutivas.
«En la Iglesia Cornerstone, hemos estado practicando la desobediencia civil desde el 3 de mayo. Nos hemos reunido públicamente desde entonces e informamos al gobernador por medio de una carta que estamos haciendo eso, pase lo que pase y si la gente quiere usar mascarillas son bienvenidos a hacerlo, pero la mayoría no lo hace».
Kaardal resumió el propósito de la nueva demanda.
«Somos un pueblo religioso. La constitución refleja eso. Gobernador, ¿no entiende que no puede prohibir las prácticas religiosas? Tiene que permitir que la gente tenga comunión, oración comunal, imposición de manos, bendiciones personales. Es parte de nuestra respuesta a la pandemia y estoy seguro de que es por eso que la Corte Suprema de Estados Unidos en 1905 dijo que si el gobierno va demasiado lejos en una pandemia, los tribunales federales siguen aquí para ayudar y así la batalla ahora va a la corte de distrito de EE.UU. porque el gobernador ha apuntado a las casas de culto».
Kaardal parecía referirse al fallo del Tribunal Supremo en el caso Jacobson contra Massachusetts, en el que el Tribunal Supremo validó la autoridad de los estados para hacer cumplir las leyes de vacunación obligatoria.
El tribunal determinó que la libertad individual no es absoluta y puede subordinarse al poder de policía del estado, pero que también hay límites a lo que el gobierno puede obligar durante una emergencia de salud pública.
La oficina de Walz no respondió inmediatamente a una solicitud de comentarios de The Epoch Times.
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