El presidente ruso, Vladimir Putin, pronunció el martes sus primeras declaraciones sobre el enfrentamiento de su país con Occidente por Ucrania. Afirmó que Estados Unidos y la OTAN han ignorado las principales demandas de seguridad de Moscú.
“Rusia está analizando cuidadosamente las respuestas escritas de Estados Unidos y la OTAN, pero ya está claro que las preocupaciones fundamentales de Rusia han sido ignoradas”, dijo Putin en Moscú el martes junto con el primer ministro húngaro, Viktor Orban. “La OTAN se refiere al derecho de los países a elegir libremente, pero no se puede fortalecer la seguridad de unos a expensas de los demás”.
El pronunciamiento de Putin se dio en respuesta a las cartas que los líderes de la OTAN y el secretario de Estado, Antony Blinken, enviaron a su gobierno a fines de enero abordando el tema de la acumulación masiva de tropas rusas a lo largo de la frontera con Ucrania.
Los funcionarios estadounidenses y los medios de comunicación hegemónicos, durante semanas, han afirmado que Moscú está planeando una invasión, algo que Rusia ha negado. Las conversaciones entre Rusia y Occidente hasta ahora no han logrado avances.
Sin embargo, los funcionarios de Putin y el Kremlin no han observado “una consideración adecuada a nuestros tres requisitos clave relacionados con la prevención de la expansión de la OTAN, la negativa a desplegar sistemas de armas de ataque cerca de las fronteras rusas, así como el retorno de la infraestructura militar del bloque en Europa al estado de 1997, cuando se firmó el acta de fundación Rusia-OTAN», continuó diciendo el líder ruso, añadiendo que sus propuestas fueron «ignoradas» por las potencias occidentales.
Putin dijo además que Estados Unidos y la OTAN están utilizando la situación de Ucrania para contener a Rusia. Varios senadores estadounidenses sugirieron durante el fin de semana que planeaban emitir sanciones significativas contra altos funcionarios rusos en caso de que Moscú decidiera invadir Ucrania.
“Espero que continúe el diálogo sobre Ucrania”, agregó Putin.
En 2014, Rusia anexó la península de Crimea y también comenzó a financiar a los separatistas prorrusos en la región del este de Ucrania, conocida como Donbas. Pero en los últimos meses, Moscú ha estado desplegando un número significativo de soldados, equipo militar y unidades de apoyo logístico cerca de la frontera con Ucrania y también en Bielorrusia, un país del antiguo bloque soviético que mantiene estrechos vínculos con el Kremlin.
El martes, el portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Ned Price, señaló que su agencia y Blinken recientemente tuvieron una llamada telefónica con su homólogo ruso, Sergei Lavrov, en la que «se reiteró el compromiso de Estados Unidos con la soberanía y la integridad territorial de Ucrania, así como el derecho de todos los países a determinar su propia política exterior y sus alianzas”.
Blinken también «instó a la inmediata desescalada rusa y a la retirada de tropas y equipos de las fronteras de Ucrania», dijo Price, añadiendo que una nueva incursión rusa en Ucrania tendría “consecuencias rápidas y severas”, sin dar más detalles.
La diplomacia de alto nivel continuó el martes, con la llegada del primer ministro británico, Boris Johnson, a Kiev para las conversaciones programadas con el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, visitó Kiev en una muestra de apoyo y prometió entregar más armas a Ucrania, incluidos sistemas portátiles de defensa aérea, drones, morteros y municiones.
Los líderes de los Países Bajos, Turquía y Canadá están en Ucrania o planean ir allí en los próximos días.
“Seguimos participando en una diplomacia ininterrumpida y reduciendo las tensiones e intentando como el diablo mejorar la seguridad de nuestros aliados y socios y de toda Europa, en realidad”, dijo el presidente Joe Biden a los periodistas el lunes.
Con información de Associated Press.
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