Según un estudio noruego de 73 páginas, prohibir los teléfonos móviles en las escuelas mejoró el rendimiento académico, redujo el acoso escolar y disminuyó la necesidad de asesoramiento de los alumnos.
Las más beneficiadas fueron las chicas.
«Prohibir los teléfonos inteligentes reduce significativamente la necesidad de atención sanitaria por síntomas psicológicos y enfermedades entre las chicas», escribió en el resumen Sara Sofie Abrahamsson, investigadora postdoctoral y única autora del estudio. Tras la prohibición, disminuye el acoso entre ambos sexos».
El documento siguió los datos de las últimas décadas, centrándose principalmente en el período comprendido entre 2010 y 2020.
El investigador no observó ningún impacto negativo de la introducción de esta política.
«Los teléfonos son una distracción absoluta. Incluso si un niño tiene el teléfono en el bolsillo durante la clase, si el teléfono está en vibración cada vez que vibra, que es constantemente, su mente se desplaza automáticamente de lo que el profesor está enseñando al teléfono», dijo a The Epoch Times Tom Kersting, psicoanalista que fue consejero escolar durante más de 20 años, de acuerdo con las conclusiones del informe.
Como partidario de prohibir los teléfonos en las escuelas, el Sr. Kersting sospechaba que Noruega vería mejoras en el rendimiento académico, la salud mental y las habilidades sociales y emocionales de los alumnos.
Principales conclusiones
En Noruega no existen directrices nacionales sobre el uso de teléfonos inteligentes. En su lugar, las escuelas toman sus propias decisiones sobre si permiten o no los teléfonos inteligentes.
Por ello, la Sra. Abrahamsson utilizó una encuesta para recopilar datos de centros de enseñanza media noruegos sobre el uso de teléfonos inteligentes y sobre si habían introducido alguna normativa al respecto y cuándo lo habían hecho.
A continuación, estos datos se cotejaron con los de la escuela, incluidas las notas de los alumnos establecidas por los profesores y los exámenes externos, el promedio académico de los alumnos, las visitas de los alumnos a psicólogos y médicos de cabecera, y las mediciones del acoso escolar.
Las cuatro conclusiones principales de la Sra. Abrahamsson fueron las siguientes:
– El número de consultas psicológicas se redujo en un 60 por ciento en las alumnas.
– La incidencia del acoso escolar disminuyó tanto en chicos como en chicas.
– Las chicas obtuvieron mejores resultados en el promedio académico y en los exámenes de matemáticas con calificación externa.
– Las chicas tenían más probabilidades de asistir a un itinerario académico de bachillerato.
El autor descubrió que cuanto más estricta era la política de teléfonos inteligentes, mayor era la mejora entre las alumnas. Los centros más estrictos prohibían a los alumnos llevar teléfonos a clase o les obligaban a entregarlos antes del comienzo de la clase.
Las chicas de nivel socioeconómico bajo fueron las que más mejoraron.
Sin embargo, la prohibición de los teléfonos inteligentes no afectó la salud mental ni la nota media de los chicos.
Prohibiciones de los teléfonos inteligentes en Estados Unidos
Una encuesta de 2024 de la Unión Nacional de Padres de Estados Unidos encontró que solo el 32 por ciento de los padres apoya que las escuelas prohíban a los estudiantes usar sus teléfonos, aunque el 43 por ciento informó que la escuela de su hijo tenía esa política.
Según el Centro Nacional de Estadísticas Educativas, durante el año escolar 2019-2020, más del 76 por ciento de las escuelas prohibieron el uso no académico de teléfonos celulares o teléfonos inteligentes durante el horario escolar.
Varios distritos escolares introdujeron políticas telefónicas más estrictas que recibieron un apoyo cada vez mayor de maestros, estudiantes y padres por igual.
Bill Wilson, el superintendente del distrito escolar de Brush, en Colorado, que tiene un doctorado en educación, introdujo un cambio en la política de teléfonos móviles del distrito en 2021.
Aunque el distrito siempre tuvo una política que prohíbe el uso del teléfono móvil durante el horario escolar, no hubo consecuencias por violar esta política. Así que en 2021 se implantó una política: Los alumnos no exentos que fueran sorprendidos usando teléfonos tendrían que conseguir que sus padres acudieran a la escuela para retirar el teléfono.
El Sr. Wilson declaró a The Epoch Times que cuando se sugirió por primera vez una política de prohibición de teléfonos, muchos padres acudieron a las audiencias con el temor de que los colegios quisieran «controlar a sus hijos y quitarles la posibilidad de ponerse en contacto con ellos si ocurría algo durante la jornada escolar», dando a entender que «los colegios están haciendo algo inapropiado al no dar a sus hijos sus derechos».
La política escolar se modificó posteriormente para que los alumnos pudieran tener sus teléfonos, pero debían estar en sus mochilas. Además, los alumnos con problemas médicos o ciertas obligaciones que requirieran la vigilancia de sus teléfonos inteligentes podían revisarlos en la oficina de la escuela.
Poco a poco, los padres fueron aceptando esta política.
«Cuantas más conversaciones mantenemos, incluso con quienes inicialmente se opusieron con vehemencia, más comienzan a darse cuenta de que estamos en el mismo equipo», dijo. «Estamos tratando de ayudar a manejar con éxito lo que se ha convertido en una situación muy difícil en el mejor interés de los niños y el ambiente de aprendizaje».
El Sr. Wilson dijo que los profesores y los estudiantes fueron de los primeros grupos en apreciar esta política.
«Los alumnos estaban agradecidos por no tener esa distracción, esa presión y esa preocupación por si alguien iba a hacer un comentario sobre su ropa o a hacerles una foto o varias fotos mientras hablaban, y esperar a conseguir una foto tonta y hacer un meme con ella», dijo el Sr. Wilson.
En las escuelas que implantaron restricciones a los teléfonos móviles, los profesores también empezaron a informar que sus alumnos están más comprometidos dentro y fuera de clase. Los alumnos se volvieron más sociables e interactúan entre sí y se han reducido las medidas disciplinarias.
Wilson cree que la prohibición de los teléfonos inteligentes en las escuelas de Estados Unidos se está convirtiendo poco a poco en la norma.
En 2023, Florida se convirtió en el primer estado en promulgar una prohibición estatal de teléfonos y redes sociales durante las horas de clase.
En el condado de Orange también se prohibieron los teléfonos en horario escolar, y algunos profesores informaron de un cambio notable en el comportamiento de los alumnos y en su participación en clase.
Ohio, Oklahoma, Vermont y Kansas aprobaron desde entonces proyectos de ley para controlar el uso del teléfono en las escuelas. Varios distritos escolares, como los de Maryland, California, Virginia y Connecticut, también prohibieron el uso del teléfono.
«Cada vez ocurre más, y creo que cada vez es más restrictivo. Desde la prohibición de su uso durante la jornada escolar hasta la decisión de cada uno con respecto a si los alumnos pueden tenerlos o no», afirma Wilson.
Únase a nuestro canal de Telegram para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
