Importancia de la microbiota intestinal en la salud cardiovascular

Las bacterias que viven en nuestro intestino juegan un papel crítico en nuestra salud y cambian según los alimentos que consumimos.

Por The Epoch Times
10 de septiembre de 2020 11:54 AM Actualizado: 10 de septiembre de 2020 11:54 AM

¿Qué pensaría si le dijera que los billones de microbios que viven en su tracto intestinal —conocidos como la microbiota intestinal— contienen 100 veces más genes que el resto de su cuerpo y que esta microbiota intestinal puede tener un impacto dramático en su salud cardiovascular? Esta relación es un ejemplo perfecto de la conexión entre el cerebro y el intestino.

Los expertos están encontrando cada vez más pruebas que el microbiota intestinal desempeña un papel en la salud general de una persona y en las posibilidades de desarrollar cualquier enfermedad. Hasta ahora, la diabetes de tipo 2, el síndrome metabólico y la obesidad son algunas de las condiciones que ejemplifican el impacto de las interacciones entre el intestino y los microbiotas, y estos tienen un papel significativo en la salud cardiovascular.

Trimetilamina-N-óxido

Las pruebas más convincentes que ilustran un vínculo entre el microbiota y la salud cardiovascular son las relativas a una sustancia llamada trimetilamina N-óxido, un compuesto orgánico que elabora el hígado después de que las bacterias del tracto intestinal digieren ciertos nutrientes, entre ellos la colina, la L-carnitina y la lecitina. Estos nutrientes se encuentran en alimentos como los lácteos, la carne, los huevos y el pescado.

Cuantos más alimentos de este tipo consuma, más trimetilamina N-óxido producirá la microbiota intestinal y el hígado. Los altos niveles de trimetilamina N-óxido (TMAO) están asociados con la diabetes, el endurecimiento de las arterias, el cáncer de colon, la enfermedad renal crónica y un mayor riesgo de eventos cardiovasculares. Al mismo tiempo, existen asociaciones entre la composición de la microbiota y diversos factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares, como la hipertensión arterial, la inflamación y el deterioro del metabolismo.

La relación entre el TMAO y el riesgo cardiovascular ha recibido una atención considerable, hasta tal punto que los expertos están explorando nuevas formas de analizar esta sustancia en la sangre para ayudar a predecir el riesgo futuro de ataque cardíaco, accidente cerebrovascular y muerte entre las personas que parecen estar sanas de otra forma.

Una de estas pruebas fue desarrollada por expertos de la Clínica Cleveland para medir los niveles de TMAO en la sangre. Básicamente, cuanto más alto es el nivel de TMAO de una persona, más probabilidades tiene de acumular colesterol en las paredes de sus arterias, lo que a su vez aumenta el riesgo de sufrir un ataque al corazón o un derrame cerebral.

Más específicamente, los investigadores evaluaron la fuerza de la prueba de TMAO y encontraron que los individuos que tenían los niveles más altos de TMAO tenían un riesgo 2,5 veces mayor de experimentar un evento cardiovascular importante que aquellos que tenían los niveles más bajos durante tres años de seguimiento.

Cómo reducir los niveles de TMAO

Puede tomar una serie de medidas para reducir los niveles de TMAO, crear una microbiota más saludable y así reducir el riesgo de eventos cardiovasculares.

Dieta mediterránea, vegetariana y vegana: Las investigaciones han demostrado que los veganos y los vegetarianos tienen bacterias microbianas que producen menos TMAO que los que comen carne. Lo mismo ocurre con los que siguen una dieta mediterránea, que incluye el consumo de más verduras, frutas, granos enteros y grasas saludables, porciones más pequeñas de lácteos, menos carne roja y una ingesta semanal de pescado, aves, frijoles y huevos.

Consuma Prebióticos y Probióticos: Los prebióticos son fibras vegetales en las frutas y verduras que nutren los probióticos, las bacterias beneficiosas en el intestino. Se ha demostrado en estudios con animales que los prebióticos y los probióticos pueden reducir los niveles de TMAO. Algunas fuentes alimenticias de prebióticos incluyen ajo crudo, puerros, cebollas, hojas de diente de león, raíz de achicoria, espárragos y jícama. Los probióticos se pueden encontrar en las verduras fermentadas (por ejemplo, el chucrut, el kimchee), el yogur, el kéfir y el tempeh.

Tomar Vitaminas B y D: Al menos un estudio en adultos demostró que la suplementación con vitaminas B (es decir, ácido fólico y vitaminas B6 y B12) junto con la vitamina D3 (1.200 UI) reduce los niveles de TMAO.

Use los suplementos de resveratrol: Este polifenol, que se encuentra en la piel de las uvas rojas, el vino tinto, las bayas y los cacahuates, ha demostrado que reduce los niveles de TMAO en la sangre de los ratones propensos a la aterosclerosis.

Deborah Mitchell es una escritora de salud independiente apasionada por los animales y el medio ambiente. Es escritora, coautora y autora de más de 50 libros y miles de artículos sobre una amplia gama de temas. Este artículo se publicó originalmente en NaturallySavvy.com


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