Goldman Sachs redujo sus previsiones sobre las probabilidades de una recesión en Estados Unidos en los próximos 12 meses, citando un sólido informe de empleo de septiembre que superó las expectativas.
El banco de inversión estima ahora una probabilidad de recesión del 15 por ciento, frente al 20 por ciento, según una nota del economista jefe de Estados Unidos, Jan Hatzius, publicada el 6 de octubre.
“Hemos recortado nuestra probabilidad de recesión en EE.UU. a 12 meses de vuelta a la media incondicional a largo plazo del 15 por ciento”, escribió Hatzius, señalando que los últimos datos de empleo disminuyen los temores de que la demanda laboral se estaba “debilitando demasiado rápido para evitar que la tasa de desempleo tendiera al alza”.
El informe sobre el empleo de septiembre mostró un aumento de las nóminas de 254,000 personas, cifra significativamente superior a las previsiones del mercado, que se situaban en torno a las 150,000. La tasa de desempleo cayó al 4.1 por ciento, mientras que el crecimiento salarial anual aumentó al 4 por ciento, lo que indica la resistencia del mercado laboral y refuerza el optimismo sobre la capacidad de la economía estadounidense para mantener el crecimiento en medio de los ajustes de política monetaria en curso.
“El informe de empleo de septiembre muestra un buen repunte de la demanda de mano de obra a principios del otoño”, dijo Bill Adams, economista jefe de Comerica Bank. “La economía estadounidense está creciendo sólidamente en 2024, incluso cuando la inflación se ralentiza hasta acercarse al objetivo de la Fed”.
En su nota, Hatzius indicó que el sólido informe de empleo había reforzado la confianza de los economistas de Goldman Sachs en que la Reserva Federal ralentizaría el ritmo de los futuros recortes de tipos, y el banco de inversión espera una reducción de un cuarto de punto cuando los funcionarios de la Fed se reúnan para votar sobre la política de tipos en noviembre.
El banco central estadounidense recortó su tipo de interés oficial en 50 puntos básicos en septiembre, hasta situarlo entre el 4.75 por ciento y el 5 por ciento, su primera reducción desde 2020. Según la herramienta FedWatch de CME, los inversores valoran ahora en más de un 84 por ciento la posibilidad de un recorte de tipos de 25 puntos básicos en la reunión de la Fed del 7 de noviembre, reduciendo las apuestas a un recorte de 50 puntos básicos tras el informe de empleo del viernes, más fuerte de lo esperado.
Algunos economistas han cuestionado la trayectoria actual de la Reserva Federal. El economista jefe internacional de ING, James Knightley, dijo en una nota la semana pasada que las últimas cifras de creación de empleo sugieren que el banco central debería plantearse subir los tipos.
“A primera vista, la Fed debería estar subiendo los tipos con este tipo de cifras, no recortándolos”, escribió Knightley, añadiendo que el caso base de ING sigue siendo que Estados Unidos puede evitar una recesión “en el supuesto de que una economía fundamentalmente sólida responda a los recortes de tipos y a una mayor claridad política después de las elecciones”.
Aún así, los economistas de ING creen que los riesgos siguen sesgados hacia un crecimiento más débil, según Knightley. Dijo que los consumidores creen que el mercado laboral se está deteriorando, lo que genera el riesgo de que se vuelvan más cautelosos con respecto a sus gastos.
“Esto es muy importante, dado que el gasto de los consumidores representa alrededor del 70 por ciento del PIB”, escribió. “Tendremos que esperar y ver. Por ahora seguimos esperando recortes de tipos de 25 [puntos básicos] hasta el próximo verano, con los fondos de la Fed tocando fondo en torno al 3.25 y el 3.5 [por ciento]”.
La predicción de Knightley para el tipo de interés terminal se alinea con la de Goldman Sachs, que prevé que los tipos se sitúen en la horquilla del 3.25 al 3.5 por ciento en junio de 2025.
Esta semana, los inversores no perderán de vista los datos del índice de precios al consumo (IPC), cuya publicación está prevista para el jueves. Las cifras de inflación serán un determinante crucial de los próximos movimientos de la Fed, ya que los responsables políticos pretenden frenar la inflación sin mermar el crecimiento económico.
Mientras tanto, Goldman Sachs también elevó su objetivo para el S&P 500 a finales de 2024 y prevé que alcance los 6000 puntos, frente a los 5600 de su estimación anterior. La revisión refleja el optimismo no sólo por los sólidos datos del mercado laboral, sino también por los próximos informes de beneficios.
La temporada de resultados del tercer trimestre de las empresas del S&P 500 comienza esta semana, y los principales bancos, como JPMorgan Chase y Wells Fargo, presentarán sus informes el 11 de octubre. Los analistas esperan que las ganancias sean un indicador clave para saber si el rally de Wall Street de 2024 (el S&P 500 ha subido cerca de un 20 por ciento en lo que va de año) puede mantenerse.
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