El presidente Joe Biden obtuvo el respaldo de North America’s Building Trades Unions mientras sigue defendiendo su candidatura para ser conocido como «el presidente más prosindical de la historia de Estados Unidos».
«Donald Trump es incapaz de dirigir algo», dijo Sean McGarvey, presidente de la organización, según Associated Press. «Que Dios nos ayude si se acerca a la Casa Blanca en el futuro».
En su discurso ante la conferencia legislativa nacional de los sindicatos en Washington, el 24 de abril, el presidente Biden aceptó el respaldo y atacó al expresidente Donald Trump por apoyar una «ley de derecho al trabajo» y tomar otras decisiones que «fallaron» a los trabajadores sindicalizados y a la clase trabajadora.
El expresidente Trump dijo que vetaría la Ley de Protección del Derecho a Organizarse de 2021, dijo el presidente Biden. «Más allá de eso, apoya una ley nacional de derecho al trabajo, por el amor de Dios».
La multitud estalló en abucheos cuando el presidente Biden calificó una posible ley nacional de derecho al trabajo como «el mayor asesino que podría ocurrir» con respecto a los sindicatos.
«Miren, bien podría decir que no apoya a ningún sindicato», dijo el presidente Biden refiriéndose al expresidente Trump.
Presentada en la Cámara de Representantes el 27 de febrero de 2023, la Ley Nacional de Derecho al Trabajo habría derogado disposiciones de la Ley Nacional de Relaciones Laborales y la Ley de Trabajo Ferroviario, permitiendo a un empleador llegar a un acuerdo con un sindicato que hace que ser miembro de ese sindicato sea una condición de empleo para todos los empleados.
Más de 25 estados ya han promulgado sus leyes prohibiendo a los empresarios que exijan a sus empleados afiliarse a un sindicato.
El presidente Biden también comparó su mandato con el del presidente Trump, acusándolo de incluir “destructores de sindicatos” en la Junta Nacional de Relaciones Laborales y acusándolo de socavar “el aprendizaje sindical al reducir los estándares y los salarios”.
«Trabajé en la política para salvar el programa de aprendizaje de oficios de la construcción porque son el estándar por excelencia del mundo», dijo.
Otro ejemplo que dio fue la aprobación de la Ley de Alivio del Plan de Pensiones de Emergencia Butch Lewis, que, dijo, «ya ha protegido las pensiones duramente ganadas de más de 1 millón de trabajadores y jubilados y contando». Mientras tanto, dijo, el expresidente Trump «ni siquiera movió un dedo para tratar de conseguirlo», a pesar de haberlo prometido.
«Trump y sus amigos ricos abrazan las mismas políticas fallidas de la riqueza repartida de arriba hacia abajo que han fallado a las familias de la clase trabajadora y a las familias sindicalizadas durante más de 40 años», dijo, refiriéndose a la casa del expresidente en Mar-a-Lago como «una visión competidora de la economía en el centro de la elección».
Sin embargo, aunque defendió que «la mejor forma de hacer crecer una economía es de abajo arriba y de la mitad hacia fuera» y compartió otros ejemplos de legislación que favoreció a los trabajadores sindicados en los últimos cuatro años, el presidente no pareció andarse con rodeos a la hora de describir a su contrincante.
«Nos mira por encima del hombro. No estoy bromeando. Piénsenlo», dijo el presidente Biden. «Piensen en los tipos con los que creciste que te gustaría tener en la esquina y simplemente darle un izquierdazo directo. No estoy sugiriendo que golpees al presidente. Pero todos conocemos a esos tipos cuando éramos pequeños».
El presidente abrió su discurso dando crédito a los trabajadores sindicales del público por haberlo elegido presidente y dijo que, con su ayuda este año, «vamos a hacer que Donald Trump vuelva a perder».
En cuanto a los miembros del sindicato que puedan estar en desacuerdo con la decisión oficial, el Sr. McGarvey dijo a MSNBC: «No vamos a perder mucho tiempo con algunos de nuestros miembros que apoyan a Donald Trump, porque no vamos a hacerlos cambiar de opinión».
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