Un esqueleto descubierto en el Palacio de Cortés, México, que presuntamente era de un monje español resultó ser de una mujer azteca, según descubrió un nuevo análisis de la osamenta.
El Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) reveló el 18 de enero que el entierro, que yace bajo el recinto del Palacio de Cortés, se trata de una mujer tlahuica, tribu azteca que fundó su señorío en la colina de Cuauhnáhuac.
Durante casi medio siglo, la placa que acompañaba el entierro, señalaba que se trató de «un hombre con las vértebras deformadas».
«Tradicionalmente se afirma que puede tratarse del monje Juan Leyva, que sirvió a la Marquesa doña Juana de Zúñiga de Arellano, esposa de Hernán Cortés y residente de este palacio». Sin embargo, la placa advirtió que la historia podría cambiar y que «por el tipo de postura puede tratarse de un entierro indígena”.
La primera hipótesis sobre los restos de un presunto monje surgió porque la osamenta se encontró en la portería de la «casa vieja», sitio donde las fuentes históricas señalan que se enterró el monje.
El nuevo descubrimiento ocurrió luego que la Secretaria de Cultura federal, a través del INAH, emprendió un proceso de renovación en el actual Museo Regional de los Pueblos de Morelos tras el sismo del 19 de septiembre de 2017.
Dicha renovación incluyó un nuevo dictamen del entierro que estuvo a cargo de los antropólogos físicos del Centro INAH Morelos, Pablo Neptalí Monterroso Rivas e Isabel Bertha Garza Gómez.
A los expertos les resultó extraño que al monje «lo hayan enterrado fuera de su comunidad» y que su sepultura no estuviera asociada con «los cánones católicos de la época».
“Está más relacionado con un entierro prehispánico, que bien podría pertenecer a la época de contacto o anterior, puesto que se trata de un enterramiento primario, directo e individual, con un espacio de inhumación rellenado y recubierto por grandes rocas», dictaminaron los expertos señalando que la posición del esqueleto «se observó en decúbito lateral sobre el costado izquierdo, con las extremidades flexionadas hacia la región torácica”.
Además, Monterroso y Garza concluyeron que se trató de un esqueleto femenino porque la «observación craneana señala a un sujeto grácil sin inserciones musculares prominentes […]; de igual forma, la pelvis es claramente femenina. Esto se contrapone al hecho de que se trate del monje Juan Leyva”.
Los expertos calcularon que la mujer azteca tenía entre 30 y 40 años debido al «desgaste dentario y cierre de suturas craneanas» A pesar de que se observaron sus vértebras deformadas, no se cree que tuviera alguna enfermedad. Su altura aproximada fue de 1.47 metros.
También se concluyó que otros dos restos dispersos, el de un infante y un subadulto, están asociados al de la mujer tlahuica. Pero, el INAH no especificó más información sobre estas dos osamentas.
Bajo este nuevo dictamen, la placa del entierro se cambió y ahora consigna la pertenencia del entierro a una «Mujer tlahuica». Para los antropólogos, este hallazgo en un ejemplo del cumplimiento del INAH «para conservar el patrimonio osteológico como legado biológico y cultural único de nuestros ancestros».
Siga a Eduardo Tzompa en X: @JEduardoTzompa
Únase a nuestro nuevo canal de WhatsApp para recibir las últimas noticias al instante haciendo clic aquí
Cómo puede usted ayudarnos a seguir informando
¿Por qué necesitamos su ayuda para financiar nuestra cobertura informativa en Estados Unidos y en todo el mundo? Porque somos una organización de noticias independiente, libre de la influencia de cualquier gobierno, corporación o partido político. Desde el día que empezamos, hemos enfrentado presiones para silenciarnos, sobre todo del Partido Comunista Chino. Pero no nos doblegaremos. Dependemos de su generosa contribución para seguir ejerciendo un periodismo tradicional. Juntos, podemos seguir difundiendo la verdad.
