Un incendio forestal en la ciudad costera de Malibú, condado de Los Ángeles, California, casi se duplicó en las últimas 24 horas, alcanzando casi 6.5 millas cuadradas y destruyendo casas en el camino, informaron las autoridades locales el 11 de diciembre.
El incendio llamado Franklin está contenido solo en un siete por ciento, informó el Departamento de Silvicultura y Gestión de Incendios (Cal Fire) en su último informe.
Nueve estructuras han sido destruidas y seis resultaron dañadas desde que el fuego comenzó poco antes de las 11 p.m. del lunes, según la actualización luego de una sesión informativa del miércoles del Jefe de Bomberos del Condado de Los Ángeles, Anthony Marrone.
Los equipos de bomberos pudieron combatir las llamas con operaciones aéreas y terrestres, según Cal Fire, que asumió la gestión del creciente incendio el miércoles.
Los equipos esperan avanzar en la contención de las llamas cuando disminuyan los vientos.
El lunes por la noche, un fuerte y prolongado viento de Santa Ana avivó las llamas, que comenzaron en Malibu Canyon Road, en el Parque Estatal de Malibu Creek. El viento, unido a la baja humedad, provocó condiciones meteorológicas críticas o extremadamente críticas en gran parte de los condados de Los Ángeles y Ventura.
La causa del incendio sigue bajo investigación, según Cal Fire.
El miércoles el viento procedente de otras direcciones impulsó el fuego.
«Ha sido un incendio impulsado por el viento», dijo Marrone el miércoles. «Si el viento cambia de dirección, vamos a ver que el fuego se mueve en nuevas áreas».
Miles de residentes de Malibú se vieron obligados a salir en medio de la noche después de que comenzara el fuego.
El alcalde interino de Malibú, Doug Stewart, declaró que el miércoles por la mañana los residentes se despertaron de nuevo con un cielo rojo por un persistente humo.
«Estamos mucho mejor esta mañana de lo que estábamos en las últimas más de 30 horas», dijo Stewart. «Malibú es realmente una ciudad pequeña en el fondo. Nuestros residentes se conocen entre sí (…) Las casas que se han perdido o dañado son gente que conocemos».
La mayoría de las tiendas del centro de la ciudad se quedaron sin electricidad. Las tiendas Starbucks y Pavilions permanecieron abiertas utilizando un generador y estaban atendiendo a los clientes, agregó Stewart.
Los empleados municipales estaban trabajando desde un ayuntamiento vecino en Calabasas, mientras que las oficinas municipales de Malibú permanecían bajo orden de evacuación.
Alrededor de 12,600 personas permanecían bajo órdenes de evacuación el miércoles, según el sheriff del condado de Los Ángeles, Robert Luna.
«Los residentes de esta zona han hecho un muy buen trabajo, un trabajo excelente, en realidad, y cuando nuestros diputados están dando vueltas tratando de sacar a la gente por su seguridad, han cooperado plenamente», declaró Luna en una sesión informativa por la mañana.
Más de 1500 bomberos fueron asignados a la lucha contra el incendio de Franklin el miércoles, ayudados por más de 100 ayudantes del sheriff.
Los equipos de bomberos contaron con la ayuda de 187 camiones de bomberos, 56 excavadoras y 12 camiones cisterna.
Los equipos de respuesta también recibieron ayuda de más de una docena de aviones de lanzamiento de agua y retardante, incluidos Super Scoopers y ocho camiones cisterna Cal Fire S2-T, que pueden lanzar unos 1200 galones de retardante.
El aviso de bandera roja del Servicio Meteorológico Nacional permaneció en vigor hasta aproximadamente las 14:00 horas del miércoles, ya que los vientos y la baja humedad seguían siendo motivo de preocupación.
Miles de usuarios también se quedaron sin electricidad después de que Southern California Edison (SCE) cortara el suministro durante el temporal de viento para evitar que las líneas caídas provocaran más llamas en la región.
A las 9:15 de la mañana del miércoles, 6065 clientes de la zona de Santa Mónica Mountain y los alrededores de Malibú seguían sin electricidad, según Diane Castro, portavoz de SCE.
La empresa pasó la mañana del miércoles patrullando los circuitos para comprobar si había daños por el fuego cuando las condiciones eran seguras, declaró Castro.
«Estamos inspeccionando activamente los circuitos de la zona esta mañana y restableceremos el suministro en cuanto sea seguro hacerlo», dijo Castro a The Epoch Times.
Varias carreteras de la zona permanecían cerradas, según las fuerzas del orden. Tuna Canyon en Pacific Coast Highway, Kanan en Pacific Coast Highway, Saddle Peak en Tuna Canyon, Stunt Road en Mulholland Highway, Cold Canyon en Piuma Road, y Piuma Road en Malibu Canyon hasta Pacific Coast Highway, estaban cerradas al tráfico excepto para vehículos de emergencia.
Los residentes con identificación adecuada podían circular por Topanga Canyon Road hasta Pacific Coast Highway, y por Old Topanga Canyon Road en Mulholland Highway hasta Topanga Canyon.
Los refugios de evacuación se abreron en el Distrito Escolar Unificado de Santa Mónica-Malibú en la calle Cuarta en Santa Mónica, y en el Centro Comunitario de Calabasas en Malibu Hills Road.
También se acogió a los animales pequeños en el Agoura Animal Center de Agoura Hills, y a los animales más grandes en el Pierce College de Woodland Hills.
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