La inmigración ha superado a la inflación como principal problema de la nación, y los expertos políticos subrayan ahora la urgencia de que el presidente Joe Biden aborde sin demora la cuestión fronteriza para proteger sus posibilidades de reelección.
La crisis fronteriza se ha situado en el primer plano en los últimos meses, con cifras récord de inmigrantes ilegales que cruzan la frontera entre Estados Unidos y México. Las últimas encuestas indican que el presidente Biden tiene el índice de aprobación más bajo en la cuestión de la inmigración.
La semana pasada, el presidente prometió hacer uso de su autoridad ampliada para cerrar la frontera sur en caso de que el Congreso apruebe un acuerdo bipartidista que vincule las medidas de seguridad en materia de inmigración con la ayuda a Ucrania e Israel.
«No creo que [Biden] pueda quitar la inmigración de la mesa. Yo creo que ha esperado demasiado», dijo el encuestador Mark Penn durante una entrevista con el podcast «Playbook Deep Dive» de Politico. «Pero tiene que neutralizarla de alguna manera, por su intensidad».
Según una encuesta reciente de Harvard CAPS-Harris, el 35% de los encuestados considera la inmigración «el principal problema del país», mientras que la inflación ocupa el segundo lugar con un 32%.
«En la práctica, se presenta a la reelección. Él no puede tener su valoración más baja en el tema número 1», dijo Penn.
Según la Oficina de Aduanas y Protección de Fronteras de Estados Unidos, se han producido más de 8.5 millones de cruces ilegales en todo el país desde que el presidente Biden asumió el cargo.
Karen Hult, profesora de ciencias políticas en Virginia Tech, coincide en que la cuestión fronteriza supone un reto para la campaña de Biden, ya que algunos votantes siguen de cerca la situación.
«Esto va a suponer una verdadera dificultad para el presidente Biden y los demócratas», declaró la Sra. Hult a The Epoch Times.
En su opinión, llegar a un acuerdo con el Congreso exigirá un enorme esfuerzo por ambas partes, incluidas amplias negociaciones y compromisos.
«Esto va a suponer un lastre importante entre algunos votantes que realmente están prestando atención a lo que ocurre en la frontera sur».
El presidente culpó a los republicanos de la Cámara de Representantes, por la oposición a un acuerdo que le daría más autoridad de emergencia. Él dice que ha agotado todas las opciones disponibles.
«He hecho todo lo que puedo hacer», dijo el presidente Biden a los periodistas el 30 de enero, cuando se le preguntó si ha utilizado plenamente su autoridad ejecutiva para hacer frente a la afluencia de inmigrantes ilegales en el país.
«Denme el poder. Lo he pedido desde el mismo día que llegué al cargo. Denme la Patrulla Fronteriza. Denme la gente, los jueces. Denme a la gente que pueda parar esto y hacer que funcione bien».
Además de la autoridad de emergencia, el presidente está buscando más fondos del Congreso para asegurar la frontera, lo que incluye 1300 agentes adicionales de la patrulla fronteriza, 375 jueces de inmigración, 1600 oficiales de asilo y más de 100 máquinas de inspección para ayudar a detectar y detener el fentanilo en la frontera suroeste.
Los progresistas se oponen al cierre de fronteras
Tras semanas de negociaciones a puerta cerrada, la Casa Blanca y un grupo bipartidista de senadores se están acercando a un acuerdo sobre la frontera. El presidente Biden elogió el acuerdo en una declaración el 26 de enero.
«Lo que se ha negociado sería —si se aprueba como ley— el conjunto de reformas más duras y justas para asegurar la frontera que jamás hayamos tenido en nuestro país», dijo el presidente. «Me daría, como presidente, una nueva autoridad de emergencia para cerrar la frontera cuando se vea desbordada, y si se me diera esa autoridad, la usaría el día que firme el proyecto de ley».
Aunque el presidente está ansioso por firmar el acuerdo, su declaración causó preocupación entre los grupos progresistas que se oponen al cierre de la frontera.
«Hay desafíos reales en la frontera, y ahora es el momento en que necesitamos que nuestros líderes avancen con soluciones políticas efectivas», dijo en una declaración la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), una organización sin fines de lucro de izquierda.
“Pero seamos claros: la crueldad no es una solución política, y prohibir a las personas buscar protección es insensible e inviable”.
The New Republic, una revista progresista estadounidense, criticó la declaración del presidente Biden en un artículo, diciendo que “el presidente está respaldando un proyecto de ley de inmigración restrictivo que dividiría aún más a los demócratas”.
Se espera que el acuerdo propuesto, que permitiría al presidente cerrar la frontera, sea “profundamente controvertido entre los votantes demócratas” y pueda empeorar los índices de aprobación del presidente, afirma el artículo.
La Casa Blanca, por otra parte, no ha fijado un cronograma específico para el acuerdo.
«Nosotros queremos que esto avance lo más rápido posible», dijo a los periodistas la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, el 31 de enero. “Estamos en un momento en el que podemos llegar a un acuerdo bipartidista en el Senado, y por eso creemos que eso es algo bueno”.
El acuerdo enfrenta perspectivas sombrías en la Cámara
Según la información de los medios de prensa, los republicanos de la Cámara de Representantes, respaldados por el expresidente Donald Trump, ya están planeando anular un posible acuerdo fronterizo alcanzado en el Senado.
El expresidente Trump, denunció el plan en varios posteos de su plataforma Truth Social.
«Yo no necesité un proyecto de ley fronterizo grande y complejo, de orientación demócrata, que hiciera quedar mal a los republicanos», escribió el Sr. Trump el 29 de enero. “¡Yo justamente cerré la frontera y tuve, con diferencia, la frontera más segura en la historia de nuestro país!”.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson (R-La.), negó las acusaciones el 30 de enero, de que él está intentando anular el acuerdo fronterizo bipartidista del Senado para beneficiar la campaña del expresidente Trump, descartando tales afirmaciones como “absurdas”.
La semana pasada, dijo que el acuerdo entre la Casa Blanca y el Senado estaría “muerto al llegar” a la Cámara si la información filtrada sobre los términos del acuerdo es cierta. Los términos del acuerdo aún no se han hecho públicos.
El presidente de la Cámara de Representantes reaccionó a un supuesto texto filtrado del acuerdo, que establece un límite diario de entrada de 5000 inmigrantes ilegales a Estados Unidos. Si el promedio alcanza este límite, el procesamiento de todos los inmigrantes se cerrará durante al menos dos semanas.
“Cualquier autoridad de ‘cierre’ de fronteras que PERMITA incluso un cruce ilegal es un fracaso. Miles cada día es una barbaridad. El número debe ser CERO”, escribió el Sr. Johnson en X el 29 de enero.
Desde entonces, Johnson y la Casa Blanca han estado intercambiando duras palabras, y ambas partes se han estado señalando mutuamente.
De manera similar, algunos senadores republicanos se oponen a los términos filtrados del acuerdo.
“Hemos escuchado que este proyecto de ley permitirá que 5000 inmigrantes ingresen ilegalmente a Estados Unidos todos los días. Eso equivale a más de 1.8 millones de cruces fronterizos ilegales al año. ¿Por qué convertiríamos eso en ley como algo aceptable?», dijo el senador Rick Scott (R-Fla.) en un artículo de opinión reciente para The Hill.
Cuando se le preguntó por qué el presidente no está usando su autoridad ejecutiva para resolver unilateralmente la cuestión fronteriza, la Casa Blanca reiteró que ciertas acciones requieren la aprobación del Congreso, sin profundizar en los detalles de esas acciones.
“Mire, usted escuchó del presidente (…) hace apenas un momento que ciertamente él siente que hay cosas que están dentro de su poder, pero también hay cosas que no están dentro de su poder y que está buscando que la autoridad del Congreso las haga en su lugar, para reforzar la seguridad fronteriza”, dijo a los periodistas la subsecretaria de prensa de la Casa Blanca, Olivia Dalton, el 30 de enero.
«Nosotros creemos que no hay ninguna razón por la que no podamos llegar a un acuerdo muy importante».
Ron Klink, alto asesor político y excongresista demócrata de Pensilvania, cree que bloquear un acuerdo podría representar un desafío más importante para los republicanos y el expresidente Trump que para el presidente Biden.
“El pueblo estadounidense es bastante inteligente y se dará cuenta de esto”, dijo el Sr. Klink a The Epoch Times.
“El presidente, los republicanos y los demócratas en el Senado han abordado [la cuestión fronteriza]. Esa narrativa ya quedó atrás. La pregunta es si los republicanos en la Cámara aceptarán el acuerdo”, dijo el asesor demócrata. “Creo que esa división se va a manifestar políticamente y se empezará a ver en las primarias de Carolina del Sur”.
Con la colaboración de Janice Hisle y Caden Pearson.
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