El expresidente Donald Trump criticó que restablecieran una orden de silencio en su contra en un caso de acusación federal, insistiendo en que las restricciones le quitan sus derechos de libertad de expresión, «en medio de mi campaña para presidente».
«Acabo de enterarme de que la muy parcial jueza que odia a Trump en D.C., que debería haberse RECUSADO a sí misma debido a su flagrante y abierto aborrecimiento de su presidente favorito, YO, ha vuelto a imponer una ORDEN DE SILENCIO que me pondrá en desventaja contra mis oponentes del juicio y políticos», dijo el presidente Trump en un posteo de Truth Social del 30 de octubre. «¡Esta orden, según muchos juristas, es inconcebible!
«Me quita ilegal e inconstitucionalmente mi Derecho de Libertad de Expresión de la Primera enmienda, en medio de mi campaña para Presidente, donde yo estoy liderando contra AMBOS Partidos en las Encuestas». Pocos pueden creer que esto esté ocurriendo, pero yo apelaré ¿Cómo pueden decirle al principal candidato que él, y solo él, tiene serias restricciones para hacer campaña de forma libre y abierta? ¡Esto no se sostendrá!».
La orden de silencio está relacionada con la imputación contra el expresidente en un caso en el que el Departamento de Justicia de Estados Unidos (DOJ) le acusa de intentar anular los resultados de las elecciones de 2020.
Inicialmente, la jueza de distrito, Tanya Chutkan, emitió la orden el 16 de octubre a petición del abogado especial Jack Smith, mediante la cual prohibió al presidente Trump hacer declaraciones públicas que apunten a posibles testigos, personal del tribunal y fiscales relacionados con el caso.
El 20 de octubre, la jueza Chutkan levantó temporalmente la orden de silencio tras una apelación de los abogados del presidente Trump. La administración Biden presentó entonces su oposición contra el levantamiento de la orden de silencio, y el domingo, la jueza Chutkan la restableció.
El desbloqueo de la orden ha suscitado críticas, y algunos han pedido la intervención de la Corte Suprema en el asunto.
«El trastornado abogado especial de Biden, Jack Smith, y la repugnantemente partidista jueza del Distrito de Columbia de Obama, Tanya Chutkan, están redoblando su orden de silencio descaradamente inconstitucional sobre Trump. Obvia interferencia electoral. Es probable que el circuito de Washington DC, repleto de Obama, no lo remedie. Así que la Corte Suprema debe hacerlo», dijo Mike Davis, fundador del grupo de defensa de los derechos constitucionales The Article III Project (A3P), en un posteo en X del 30 de octubre.
Una jueza supuestamente parcial y los derechos de Trump
La jueza Chutkan fue nominada para el puesto por el expresidente Barack Obama. En noviembre de 2021, rechazó el intento del presidente Trump de bloquear el acceso del comité selecto de la Cámara de Representantes a cientos de documentos de la Casa Blanca, sobre el 6 de enero, a pesar de su alegación de privilegio ejecutivo.
A principios de agosto, la jueza Chutkan había condenado al menos a 38 personas por delitos relacionados con la irrupción del 6 de enero en el Capitolio de Estados Unidos.
Barb McQuade, profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Michigan, afirmó en un posteo publicado en X el 30 de octubre que la orden de silencio de la jueza Chutkan da al presidente Trump «amplía la libertad para criticar a Biden, al Departamento de Justicia e incluso a ella. Trump solo no puede apuntar a las partes y los testigos fuera de la corte».
En una rara declaración de apoyo al presidente Trump, la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) respaldó al expresidente, abogando contra la orden de silencio. La ACLU ha sido una de las organizaciones que más ha criticado al presidente Trump.
En un comunicado de prensa del 25 de octubre, la ACLU dijo que la orden de silencio es «demasiado vaga» y «demasiado amplia». Los ciudadanos estadounidenses tienen el «derecho a escuchar el discurso del acusado, especialmente en lo que afecta a nuestra capacidad de celebrar elecciones justas y libres».
“Ningún presidente de hoy en día hizo más daño a las libertades y los derechos civiles que el presidente Trump, pero si permitimos que se limiten sus derechos de libertad de expresión, sabemos que otras voces impopulares, incluso aquellas con las que estamos de acuerdo, también serán silenciadas”, dijo Anthony D. Romero, director ejecutivo de la ACLU.
“Por mucho que no estemos de acuerdo con las políticas de Donald Trump, todos tienen derecho a la misma protección de la Primera enmienda contra órdenes de silencio que sean demasiado amplias y vagas”.
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