Una medida de la volatilidad del mercado de valores apodado por Wall Street «índice del miedo» se elevó a su nivel más alto desde la crisis de Lehman Brothers y la pandemia de COVID-19, mientras las acciones de todo el mundo reanudaban su caída el 5 de agosto, en medio de temores económicos avivados por el decepcionante informe de la semana pasada, sobre el empleo de Estados Unidos.
El índice de volatilidad VIX superó la barrera de los 65 puntos tras la apertura de la sesión del lunes, un nivel solo visto dos veces en la historia: una durante la crisis financiera de 2008-09 y otra durante el pánico bursátil provocado por la pandemia de 2020.
Oficialmente denominado índice de volatilidad CBOE, el VIX mide la volatilidad implícita a 30 días del índice de referencia S&P 500 y se considera el indicador del miedo de los inversionistas. Tras la subida inicial del lunes por la mañana, el VIX retrocedió a última hora de la mañana, cotizando en torno a los 40 puntos en el momento de redactar este artículo.
El aumento de la volatilidad bursátil se produjo mientras las bolsas mundiales y los principales índices de Wall Street caían el lunes, al extenderse entre los mercados el temor de que Estados Unidos entre en recesión.
«La venta masiva es real. Estamos viviendo el tercer pico más alto del VIX de la historia, solo por detrás de la CFG [gran crisis financiera] y COVID-19», escribió el analista financiero Michael Batnick en una nota, añadiendo que es normal que los inversionistas se sientan ansiosos dadas las grandes oscilaciones del mercado, aunque sugirió que este tipo de venta brusca es un desarrollo más saludable que una lenta caída a medida que disminuyen las ganancias corporativas.
«Permítanme ofrecer una perspectiva positiva en lo que parece ser un día muy feo. Se trata de una liquidación: peticiones de márgenes, apalancamiento, venta de todo, etc. Yo prefiero este tipo de liquidación a la provocada por el hundimiento de los beneficios y la revalorización de los múltiplos bursátiles», escribió el Sr. Batnick.
Hasta ahora, la temporada de resultados empresariales en Estados Unidos ha sido ligeramente mejor de lo esperado, pero esta semana se publicarán varios informes de alto perfil, entre ellos los de Disney y Uber, lo que podría dar lugar a sorpresas que podrían poner nerviosos a los mercados.
Más de la mitad de las empresas del S&P 500 ya han presentado sus resultados y, hasta ahora, el 78.4% de estas han superado las estimaciones de los analistas.
Aun así, los mercados han estado nerviosos en los últimos días y semanas, en parte debido al debilitamiento de los datos del mercado laboral.
Antes del repunte de la volatilidad del lunes, que catapultó al VIX a niveles históricos, el indicador del miedo se disparó en las últimas semanas a medida que los inversionistas se mostraban más preocupados por las perspectivas de los beneficios empresariales y el crecimiento económico.
El indicador alcanzó un máximo de tres meses el 1 de agosto, cuando los datos económicos señalaron un mayor debilitamiento del sector manufacturero y del mercado laboral. El 1 de agosto, el Departamento de Trabajo publicó datos que mostraban que las solicitudes de desempleo en Estados Unidos habían alcanzado su nivel más alto en 11 meses. Ese mismo día, el Instituto de Gestión de Suministros (ISM) publicó su informe manufacturero, que mostraba que la actividad industrial se descendía aún más en territorio de recesión, mientras que el indicador de empleo del ISM bajaba casi un 6%, una fuerte caída de más de dos desviaciones estándar, ya que en julio continuaron las reducciones de personal con respecto al mes anterior.
El VIX dio otro salto significativo el 2 de agosto tras un decepcionante informe de empleo, por el cual el indicador del miedo subió a un máximo de 15 meses, a casi 30, una barrera psicológica clave, antes de establecerse en torno a la marca de 23.
El mismo día, la Oficina de Estadísticas Laborales informó de que la economía estadounidense había creado 114,000 nuevos puestos de trabajo en julio, una notable desaceleración con respecto a los 179,000 de junio y muy por debajo de las expectativas de los economistas, de 175,000 puestos.
Los datos del viernes también mostraron que la tasa de desempleo subió del 4.1% al 4.3% en julio, alcanzando su nivel más alto desde octubre de 2021 y señalando aún más la desaceleración del mercado laboral.
En medio de la venta de acciones del lunes y las salvajes oscilaciones del mercado, un alto funcionario de la Reserva Federal dijo que el banco central estadounidense estaría preparado para tomar las medidas que sean necesarias para estabilizar la economía si se deteriora bruscamente.
Austan Goolsbee, presidente del Banco de la Reserva Federal de Chicago, afirmó que la Reserva Federal está preparada para intervenir y «arreglarlo» si los datos muestran que la economía se está hundiendo. Sin embargo, sugirió que los mercados estaban reaccionando de forma exagerada al informe de empleo del viernes y que, en conjunto, aunque hay signos de debilidad en la economía, el crecimiento se ha mantenido fuerte, al igual que el gasto de los consumidores, y que las cifras de empleo aún no están en territorio de recesión.
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