Un informante del FBI que se unió a los Proud Boys y ayudó a irrumpir en el Capitolio de Estados Unidos el 6 de enero de 2021, dice que había un entendimiento de que podría cometer delitos en ciertas situaciones.
El informante, llamado Aaron en el juicio, dijo que habló con el agente que lo supervisaba antes de viajar a Washington.
«¿Contempló en su conversación con el agente lo que podría ocurrir si se encontraba con algunas personas que realizaban malas actividades?», le preguntaron a Aaron.
«Sí. Si hay una situación de emergencia, y para protegerme de daños físicos o algo peor, tengo que hacer algo menor, como si estuviera rodeado de Antifa y tuviera que rociar pintura en una pared o romper una ventana para intentar que me dejen en paz, entonces eso podría explicarse y sería mucho mejor que yo resultara gravemente herido», testificó Aaron el 29 de marzo, según las transcripciones revisadas por The Epoch Times.
«Cuando usted dice que eso podría explicarse, ¿qué entiende usted de lo que significa eso? le preguntaron a Aaron.
«Que yo no me metería en problemas si hiciera algo menor como eso si fuera hecho como un acto de autopreservación», respondió.
El informante, cuyo apellido no se facilitó, fue interrogado durante el juicio de los miembros de los Proud Boys, entre ellos Ethan Nordean.
Nordean y otros Proud Boys fueron acusados de conspiración sediciosa, entre otros cargos.
Otro abogado, que interrogó a Aaron más tarde, preguntó: «Creo que usted declaró en directo que entendió de parte de su supervisor que cuando se encontraba en estas situaciones, si hacía algo menor, no se metería en problemas?».
«Si eso me mantenía a salvo», respondió Aaron.
Parte de la marcha
Aaron, que empezó a informar al FBI en 2008 y se unió a los Proud Boys en 2019, condujo hasta Washington desde la zona de Kansas City, Misuri, y se reunió con Nordean y otros Proud Boys en el Monumento a Washington el 6 de enero.
Un desconocido que vestía ropa militar y sostenía un bate de béisbol pidió unirse al grupo. Aaron dijo que sí.
«Yo creo que su testimonio fue que fue usted, un informante federal, quien consiguió que ese señor entrara en el paseo aquel día con los Proud Boys…», comentó en un momento dado un abogado de la defensa.
«Yo creo que fue a partir de lo que yo dije, lo que le permitió caminar con nosotros», dijo Aaron.
Finalmente, el grupo llegó al Capitolio. Algunas de las barreras que se habían interpuesto en el camino habían sido retiradas, mientras que otras fueron retiradas por los manifestantes.
Aaron inicialmente envió un mensaje de texto a su supervisor del FBI: «PB no lo hizo, ni inspiró. La multitud lo hizo como mentalidad de masa, no organizada. Barreras derribadas en el Capitolio. La multitud avanzó, casi hasta el edificio ahora». El texto fue recibido por el supervisor, que se situaba en la zona central, aproximadamente a las 12:02 pm Central.
Por lo que Aaron sabía, no había ningún plan entre los Proud Boys para entrar en el Capitolio, a la vez indicó que no formaba parte de las discusiones entre los dirigentes de la organización.
También dijo que su contacto le pidió que buscara a alguien en Washington que «no tuviera nada que ver con los Proud Boys para averiguar por qué estaban allí, si estaban allí, y cuál era su motivación».
Se esperaba que informara al agente de lo observado, sobre todo si se producía algún acto de violencia.
Si la gente participaba en actividades ilegales, era entonces cuando Aaron decía que podía cometer delitos.
Esa autorización solo se refería a Antifa, una red de grupos de extrema izquierda, dijo Aaron. «Ellos fueron muy vagos al respecto», declaró a continuación, afirmando que no recibió autorización por escrito ni instrucciones específicas de que pudiera actuar ilegalmente en relación con los Proud Boys.
Tras llegar al Capitolio, Aaron ayudó a bloquear una verja metálica para que la policía no pudiera cerrarla. Él dijo que seguía instrucciones de otro Proud Boy.
«Esa tarima iba a ayudar a que esa verja no se cerrara. ¿Correcto?», le preguntó un fiscal durante el interrogatorio.
«Creo que esa es la razón por la que me pidieron que la cogiera», declaró Aaron.
En retrospectiva, más tarde dijo que no debería haberlo hecho.
Entrada en el Capitolio
Aaron reconoció más tarde que entró en el Capitolio, una acción por la que se ha acusado a cientos de personas más. La entrada se produjo unos 12 minutos después de que el edificio fuera irrumpido inicialmente, según las pruebas judiciales.
«Al principio yo no iba a hacerlo, pero luego fue bajo el entendimiento de que si podía evitar que alguien destruyera algo de importancia histórica, esa sería una razón válida para entrar», testificó.
«Yo pensé que sería aceptable si era para evitar que ocurrieran actos peores dentro, que podrían justificar entrar allí», dijo Aaron.
«Usted sabía que entrar en el edificio era ilegal y, como lo sabía, dudó antes de entrar. ¿Correcto?», le preguntaron.
«Yo no tenía esos pensamientos claros. Solo pensé en un principio que hasta aquí podía llegar», declaró el informante. «No me gustaba la imagen de las pinturas del 1700 sustraídas o algo así. Nunca había estado antes en el Capitolio, así que no sabía si esas cosas estaban allí, pero supuse que podría ser».
Aaron indicó que vio a un agente de policía y a un hombre enzarzados en un «tira y afloja» por una silla e intervino para ayudar al agente a escapar. Él dijo que pasó unos 20 minutos dentro y salió cuando los agentes dijeron a la gente que se marchara.
«No quería estar allí más tiempo del necesario y la situación estaba cambiando y mejorando», indicó el informante.
Después de salir, Aaron le dijo a un oficial de policía algo como «Proud Boys pudieron hacer que la gente se retirara de enfrentarse a la policía».
Aaron se reunió con otros, fue al Metro y fue a la residencia en la que se hospedaban. Se fueron a casa al día siguiente.
El informante declaró que cuando ingresó al Capitolio no estaba pensando en entender que podía cometer delitos en ciertas situaciones.
“No estaba pensando así en ese momento. Estaba pensando, tal vez, en asegurarme de que las cosas importantes no fueran destruidas”, declaró a continuación.
Cuando se le preguntó si simplemente se habría marchado sin moverse hacia el edificio o entrar al mismo, respondió afirmativamente.
«Sí. Simplemente, no había recibido ninguna información sobre qué hacer, así que no estaba seguro de qué hacer”, dijo el informante. Más tarde agregó que estaba “intentando hacer (…) lo que ellos querrían en ese momento”.
Entrevistas del FBI
Aaron dijo que proporcionó videos y fotografías al FBI y que copiaron el contenido de su teléfono.
Habló con los agentes del FBI tres veces después de la irrupción.
Una entrevista fue dentro de los 10 días posteriores al 6 de enero. Otra fue en abril de 2021. La tercera fue en agosto de 2021.
También declaró que no ocultó información al FBI y que fue “honesto con ellos”. Les contó detalles de lo que vio, como ver que había ventanas rotas cerca del área por donde ingresó al Capitolio. Estaba al tanto de fotografías y grabaciones de video que capturaban al menos parte de lo que sucedió el 6 de enero.
Aaron dijo que el FBI nunca le pidió, que recuerde, que recopilara información sobre los Proud Boys.
«No obstante, sin embargo, usted entendió que debería mantener los ojos abiertos en busca de signos de problemas, ¿correcto?», inquirió el fiscal.
“Sí, si estallaba una pelea y alguien fuera apuñalado y ellos me preguntaran al respecto, sería honesto al respecto”, dijo Aaron.
La mayor parte del tiempo, no se informó nada, hasta que llegó el 6 de enero, declaró el informante. Pero él también sabía que “no tenía más remedio que informar [algo] cuando le preguntaban”.
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