A pesar de las medidas para limitar la exportación de tecnología estadounidense al Ejercito chino, los chips diseñados por empresas estadounidenses aún están terminando en manos del Ejército Popular de Liberación (EPL), según un informe del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente (CSET) de la Universidad de Georgetown.
El CSET examinó más de 66,000 registros de compras del EPL disponibles públicamente durante el período de 8 meses comprendido entre abril y noviembre de 2020. Los investigadores identificaron 97 chips únicos de inteligencia artificial (IA) de alta gama que el EPL encargó. Casi todos ellos fueron diseñados por las empresas estadounidenses Nvidia, Xilinx (ahora AMD), Intel y Microsemi. El informe del CSET, publicado en junio de 2022, también señalaba que los investigadores no pudieron encontrar ningún registro público de que el EPL hubiera comprado los chips de IA de gama alta a empresas chinas, como HiSilicon (Huawei), Sugon, Sunway, Hygon o Phytium.
Estos chips de IA son componentes críticos del Partido Comunista Chino (PCCh) para la «inteligentización» (la adición de inteligencia artificial a un sistema, según kaikki.org) de su ejército, y para dominar el mercado mundial de diseño y fabricación de IA.
A pesar de que el PCCh ha invertido decenas de miles de millones de dólares en su propia industria de semiconductores, según el informe, las empresas chinas, que carecen del «conocimiento intrínseco y el equipo especializado», todavía no pueden alcanzar a las empresas de diseño de EE.UU., mientras que Samsung de Corea del Sur y la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company (TSMC) siguen siendo los titanes de la fabricación mundial de semiconductores.
Para obtener los chips de IA diseñados en EE.UU., el PCCh ha pasado por alto las limitaciones impuestas por los recientes controles de exportación de EE.UU.
Eludieron el control de exportaciones
La administración Trump creó, y la administración Biden ha mantenido, controles diseñados para restringir las exportaciones de tecnología a usuarios finales militares en China. Sin embargo, estos controles de usuario final no se aplican a los artículos fabricados fuera de Estados Unidos. Dado que la mayoría de los chips de IA se fabrican en Corea del Sur y Taiwán, los controles a los usuarios finales tienen muy poco poder para limitar las compras a entidades chinas, indica el informe.
Además, el Departamento de Comercio mantiene una Lista de Entidades, a través de la cual el gobierno de EE.UU. puede rechazar los pedidos realizados por las entidades de la lista. Alrededor de 500 empresas chinas están en la Lista de entidades. Sin embargo, ninguno de los siete proveedores intermediarios chinos (para el EPL) que ordenaron los 97 chips de IA de alta gama, encontrados por los investigadores de CSET, está en la Lista de Entidades. Según investigaciones previas de CSET, una fracción de los proveedores de IA del EPL se nombran en las listas clave de sanciones y control de exportaciones de EE.UU.
Los siete proveedores intermediarios tienen su sede en Beijing, Tianjin, Zhengzhou, Hangzhou y Xi’an. Su afiliación al ejército chino es a través de la Academia China de Ciencias Militares, la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, la Fuerza de Apoyo Estratégico del EPL, la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China, entre otras entidades.
Mientras tanto, algunos de estos proveedores intermediarios chinos para el EPL son distribuidores autorizados de chips estadounidenses.
El informe del CSET daba el ejemplo de Sitonholy (Tianjin) Co., Ltd., con sede en Tianjin, que figura como socio en el sitio web de Nvidia. Ganó un contrato para suministrar las GPU Titan V diseñadas por Nvidia a la Academia de Ciencias Militares del Ejército Popular de Liberación (EPL) en abril de 2020. En su página web, Sitonholy afirma ser un «socio de élite de Nvidia» y «distribuidor oficialmente autorizado de productos Nvidia» en China. Además de los militares chinos, entre los clientes de Sitonholy se encuentra el 80 por ciento de las universidades de China que trabajan en IA.
Estrategia de fusión civil-militar del PCCh
Investigaciones anteriores de CSET han destacado que, en todo el país, los consumidores chinos importan la gran mayoría de los chips de IA de Estados Unidos, Taiwán, Japón y Corea del Sur.
La estrategia de fusión civil-militar del PCCh está haciendo casi imposible que los reguladores estadounidenses distingan entre usuarios finales militares y no militares en China, que es la base de la mayor parte del control de exportaciones de Estados Unidos. El modelo de fusión permite que las fuerzas armadas chinas eludan el control de exportaciones de EE.UU. y tengan acceso encubierto a la tecnología y el equipo de EE.UU. a través de sus contrapartes civiles.
Los autores proponen que EE.UU. amplíe su colección de inteligencia de código abierto y adopte nuevas medidas de control de exportaciones basadas en características de chips de gama alta.
Uso de empresas de fachada para comprar chips de IA estadounidenses
Los investigadores también encontraron que el EPL utiliza empresas de fachada para obtener lo que necesita. Por ejemplo, en agosto de 2020, Beijing Hengsheng Technology Co., Ltd., que se especializa en procesadores inteligentes y computación de alto rendimiento, ganó un contrato para suministrar procesadores Nvidia TX1 y Xilinx Virtex7 a una subsidiaria de China Aerospace Science and Technology Corporation.
Las dos direcciones de correo electrónico que figuran como puntos de contacto de Beijing Hengsheng Technology Co., Ltd. en los registros financieros públicos están registradas para docenas de otras empresas de consultoría tecnológica con sede en Beijing.
Las empresas de diseño de chips de EE.UU. podrían perder ingresos procedentes de China
El mercado chino representa el 25 por ciento del consumo mundial de chips de IA, según el informe; los “chips de IA vendidos a China en 2021 tienen un valor estimado entre USD 2500 millones y USD 5000 millones”. Para las principales empresas de chips de EE.UU., más de una cuarta parte de sus ingresos provinieron de China en 2021, como se muestra en la tabla a continuación.
Restringir el acceso del PCCh a la tecnología estadounidense tiene costos políticos y económicos asociados, señalan los investigadores. Otro desafío sería si, o cómo, compensar la pérdida de acceso al mercado chino.
Una solución, dice el informe, podría ser proporcionar a las empresas estadounidenses alternativas viables al mercado chino. La Ley CHIPS for America de 2022 ofrece importantes incentivos para que las empresas de semiconductores construyan instalaciones de fabricación en Estados Unidos.
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