En un nuevo informe, los republicanos del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes detallaron presuntos pasos en falso y afirmaciones engañosas del Departamento de Estado y de la Casa Blanca sobre la retirada de Afganistán. Los congresistas prometieron investigaciones sobre el tema si el Partido Republicano recupera la Cámara en noviembre.
Después de 20 años de luchar contra el grupo terrorista talibán en Afganistán, el presidente Joe Biden decidió al principio de su presidencia llevar a cabo una retirada total de las tropas estadounidenses en la región.
A pesar de los llamados de ambos partidos para extender el período de tiempo de la retirada, Biden, quien según los críticos estaba desesperado por estar fuera del país para el vigésimo aniversario de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, siguió adelante de todos modos. A medida que Estados Unidos retrocedía, las fuerzas talibanes barrieron la nación, lo que provocó que los afganos se apresuraran y, en algunos casos, murieran tratando de huir del país.
En el caos, muchos estadounidenses también se quedaron sin poder salir de Afganistán.
Las escenas en el Aeropuerto Internacional Hamid Karzai (HKIA) de Kabul, donde se llevaron a cabo la mayoría de los esfuerzos de evacuación, hicieron mella en la popularidad de Biden entre los votantes.
Según la encuesta de seguimiento presidencial diaria de Rasmussen, la popularidad de Biden comenzó a disminuir más notablemente justo cuando la caída de Afganistán estaba en marcha, y no ha vuelto a sus niveles previos a la retirada.
Ahora, los republicanos encabezados por el representante Michael McCaul (R-Texas), miembro de alto rango del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, han presentado un informe que alega que una serie de pasos en falso y errores de cálculo por parte de la administración de Biden y el Departamento de Estado son responsables de las consecuencias de esa retirada.
“Las decisiones tomadas en los pasillos del poder en D.C. condujeron a resultados trágicos pero evitables: 13 miembros del servicio muertos, vidas estadounidenses aún en gran riesgo, mayores amenazas a la seguridad de nuestra patria, una posición empañada en el extranjero en los años venideros y enemigos envalentonados en todo el mundo”, afirma el informe republicano de aproximadamente 120 páginas.
Biden ignoró las recomendaciones de asesores y aliados
En el informe, los republicanos dijeron que el problema se debió en parte a la negativa de Biden a seguir los consejos de altos funcionarios y aliados extranjeros, quienes pidieron una presencia estadounidense continua pero limitada en el terreno.
Los republicanos dijeron que las razones dadas por Biden para la retirada «no eran precisas», un hecho que dijeron que Biden probablemente sabía cuando las presentó al público estadounidense.
Los republicanos escribieron: “En su discurso en el que anunció la retirada incondicional de Estados Unidos de Afganistán, el presidente Biden afirmó que la decisión se basó en muchos factores, entre ellos: Consultas y consejos tanto de nuestros aliados como de los principales asesores militares de Estados Unidos; la retirada era la única opción si no queríamos volver a la guerra con los talibanes; las fuerzas afganas fueron capaces de defender su país sin ningún apoyo militar estadounidense directo; el acuerdo de Doha de 2020 negociado por la administración Trump forzó la retirada; y se había cumplido la misión estadounidense de matar a Osama bin Laden y erradicar a al-Qaeda”.
“Sin embargo, la Minoría del Comité ahora cree que ninguna de estas afirmaciones fue precisa”, dice el informe. “Y lo que es peor, el presidente Biden probablemente sabía que no eran precisas cuando presentó su caso al pueblo estadounidense en abril de 2021”.
En cambio, señalaron pruebas y testimonios que demuestran que los oficiales militares estadounidenses y los aliados internacionales pidieron por igual una presencia continua en la región.
«Hay muchas pruebas, incluido el testimonio directo de los líderes militares estadounidenses y de los principales aliados de la OTAN, de que apoyaban un despliegue continuo basado en las condiciones de Afganistán. Creían que la mejor opción era mantener una misión de asesoramiento y lucha contra el terrorismo formada por 2500 militares estadounidenses, junto con 6000 tropas, en su mayoría de la OTAN».
Más de 800 estadounidenses rescatados desde entonces
El informe del Partido Republicano de la Cámara dice que más de 800 estadounidenses han sido rescatados de Afganistán desde la toma del poder por los talibanes, un aumento sustancial frente a un informe anterior del Partido Republicano del Senado que decía que 479 estadounidenses habían sido rescatados hasta el 14 de diciembre de 2021 (pdf).
Esto significa que más de 300 estadounidenses han sido sacados del país en solo los últimos ocho meses, una cifra tres veces mayor que el número que los funcionarios del Departamento de Estado y Biden dijeron que todavía estaban atrapados en el país cuando cayó Kabul.
A medida que se hizo cada vez más evidente, a fines del verano de 2021, que la nación estaba en camino de caer ante los talibanes, Biden y los funcionarios del Departamento de Estado originalmente prometieron que, a pesar de las pruebas en contra, la presencia de Estados Unidos en la nación no terminaría hasta que todos los ciudadanos estadounidenses que quisieran abandonar el país estuvieran fuera, afirma el informe.
“Nos vamos a quedar para sacarlos a todos”, era un estribillo común de la Casa Blanca en ese momento.
Pero tras la retirada, el secretario de Estado Antony Blinken admitió que al menos 100 estadounidenses permanecían en el país. Según el fuerte aumento en las evacuaciones desde el informe republicano del Senado, esta cifra fue una subestimación severa por parte del Departamento de Estado.
Los republicanos prometen investigaciones
En su propio memorando sobre el informe, la Casa Blanca dijo que el informe estaba «plagado de caracterizaciones inexactas, información seleccionada y afirmaciones falsas». Los republicanos señalaron en el propio informe que gran parte de su capacidad de investigación se vio obstaculizada por la negativa del Departamento de Estado a proporcionarles los documentos y datos solicitados.
“El Departamento de Estado ha ignorado los pedidos de la documentación solicitada y las solicitudes de entrevistas transcritas, con funcionarios clave, de la decisión de retirarse y de la [operación de evacuación de no combatientes]. Y hasta la fecha, el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes solo ha celebrado una audiencia abierta y completa del comité con un alto funcionario de la administración de Biden sobre la retirada de Afganistán”, dice el informe.
En resumen, los republicanos dijeron: “La administración Biden había desperdiciado en gran medida los cuatro meses desde que el presidente anunció la retirada total, al no planificar adecuadamente la toma anticipada de los talibanes”.
«El hecho de no prever una oleada de refugiados en el aeropuerto de Kabul (…) a pesar de que los militares evaluaron que Kabul corría el riesgo de caer en manos de los talibanes, combinado con un número inadecuado de personal estadounidense inicialmente desplegado, creó el polvorín que explotó con las escenas caóticas que reverberaron en todo el mundo, incluyendo las imágenes de afganos cayendo [desde los aviones] a la muerte».
Si toman la Cámara en las elecciones intermedias de noviembre, los republicanos dejaron en claro que citarán al Departamento de Estado para obtener los documentos y la información que se les ha negado hasta ahora.
“La Minoría del Comité cree que se necesita un examen mucho más exhaustivo para encontrar respuestas completas sobre cómo sucedió esto y cómo garantizar que algo así no vuelva a suceder”, dice el informe.
Un fracaso total del plan: McCaul
En una aparición el 14 de agosto en el programa «Face the Nation» de CBS, McCaul dijo que la retirada fue el resultado de un completo fracaso en la planificación.
“No había ningún plan”, dijo. “Incluso antes, creo que el Departamento de Estado probablemente no tenía los recursos que necesitaba para llevar a cabo una evacuación de este tamaño y enormidad. Tenían 36 funcionarios consulares en HKIA tratando de procesar a cientos de miles de personas”.
McCaul relató la frustración de haber estado en el lado del Congreso abordando este asunto, diciendo que a él y a otros legisladores les quedó claro que una retirada tan rápida acabaría de forma desastrosa. A pesar de las exhortaciones de republicanos y demócratas para que Biden lo reconsiderara, dijo McCaul, la Casa Blanca persistió en pintar «un panorama muy halagüeño» que no se ajustaba a los hechos sobre el terreno.
McCaul dijo que la Casa Blanca afirmaba que «de ninguna manera vamos a evacuar al personal de la embajada desde helicópteros como lo hicimos en Vietnam», señalando que, de hecho, esto fue exactamente lo que ocurrió al final de la retirada en Afganistán.
«La comunidad de inteligencia acertó. Así que no hubo ningún fallo por parte de los servicios de inteligencia, ni del Pentágono. Acertaron. El problema fue que la Casa Blanca y el Departamento de Estado metieron la cabeza en la arena, no quisieron creer lo que decían [las otras agencias] y, por tanto, no planificaron adecuadamente».
Negaciones de la Casa Blanca
En un memorando en respuesta al informe, la Casa Blanca negó los cargos presentados contra Biden por los republicanos.
El memorando, escrito por la portavoz del Consejo de Seguridad Nacional y exmiembro del Comité Nacional Demócrata, Adrienne Watson, afirmó que el informe del Partido Republicano era «partidista» y dijo que está «plagado de caracterizaciones inexactas, información seleccionada cuidadosamente y afirmaciones falsas».
La nota repite una afirmación muy citada por Biden y sus aliados. Dicha afirmación dice que la retirada era casi inevitable debido a un acuerdo que el presidente Donald Trump había firmado durante su último año de mandato, prometiendo una retirada.
“El acuerdo de 2020 del expresidente Trump con los talibanes empoderó a los talibanes, debilitó a nuestros socios en el gobierno afgano y se comprometió a retirar nuestras tropas unos meses después de la toma de posesión del presidente Biden, sin un plan claro sobre lo que debería venir después”, dice el memorando.
Varios críticos republicanos han respondido que el problema no radica tanto en la retirada en sí, sino en la ejecución de la retirada.
Watson también rechazó las afirmaciones del GOP de que la retirada debilitó a Estados Unidos en el escenario mundial y envalentonó a los enemigos de la nación, y en cambio acusó a Trump de dañar la reputación de Estados Unidos cuando estaba en el cargo.
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