El Departamento de Estado puso el foco en los persistentes esfuerzos de Beijing por censurar a Shen Yun Performing Arts, un grupo artístico con sede en Nueva York que recorre el mundo para presentar la cultura tradicional china mientras llama la atención sobre los continuos abusos a los derechos humanos en China.
El informe anual sobre libertad religiosa del departamento, publicado el 26 de junio, documenta las tácticas del Partido Comunista Chino (PCCh) al presionar a lugares en múltiples países para que “se nieguen a albergar o cancelar presentaciones ya programadas” de Shen Yun.
“Muchos de los artistas son practicantes de Falun Gong”, afirma el informe al describir Shen Yun, y “además de las danzas tradicionales chinas, algunas danzas retratan la persecución religiosa actual contra los practicantes de Falun Gong en China”.
Falun Gong es una práctica espiritual que involucra tanto ejercicios de meditación como enseñanzas basadas en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. En 1999, el PCCh declaró a los practicantes de Falun Dafa un “enemigo principal”, desplegando una campaña total para arrestar y torturar a sus practicantes en toda China, en un intento por erradicar su fe.
Shen Yun, con la misión de mostrar a “China antes del comunismo”, ha sido un objetivo del régimen desde su fundación en 2006. Durante sus giras globales a más de 20 países en los 5 continentes, la compañía sufrió varios incidentes de sabotaje a sus autobuses turísticos y ataques de funcionarios chinos con cartas amenazando los intereses económicos de países donde se llevarían a cabo presentaciones.
La coerción ha sido relativamente efectiva en Corea del Sur, un aliado cercano de Estados Unidos que también cuenta con China como su mayor socio comercial.
El Departamento de Estado citó una investigación de The Epoch Times, que dejó constancia de que un funcionario de la embajada china en Corea del Sur dijo que “la embajada china ha estado informando a la parte coreana de la posición china contra la actuación de Shen Yun”.
Los funcionarios estadounidenses han expresado preocupación por este tipo de campañas de mano dura en múltiples ocasiones desde que se dieron a conocer.
Antes de la cumbre entre Estados Unidos y China en San Francisco en noviembre de 2023, un alto funcionario de la administración Biden calificó como “muy perjudicial” la “coerción económica” del PCCh.
“Creo que es una característica preocupante de la diplomacia china”, le dijo a NTD, un medio asociado de The Epoch Times.
“Y será importante que los países tomen medidas en el futuro para tratar de trabajar juntos para crear una mayor resiliencia”, dijo, pero también para enviar un mensaje colectivo que diga que las acciones del PCCh “son la antítesis del buen funcionamiento de un sistema mundial de capitales”.
El informe sobre libertad religiosa se produjo apenas un día después de que la Cámara aprobara la Ley de Protección de Falun Gong, que tiene como objetivo castigar a los perpetradores de crímenes de sustracción forzada de órganos contra practicantes de Falun Gong bajo el régimen comunista chino.
Al evento de presentación del informe asistió la practicante de Falun Gong, Zhang Yuhua, exdecana del departamento de lengua rusa de una importante universidad china que pasó un total de siete años y medio en prisiones chinas y sufrió repetidos acosos policiales por su fe hasta que huyó del país comunista. Los guardias de la prisión la obligaron a permanecer de pie durante días y semanas, impidiéndole dormir, hasta que sus piernas (y luego el resto de su cuerpo) se hincharon y tuvo problemas para respirar.
Rashad Hussain, embajador especial para la libertad religiosa internacional, describió a la Sra. Zhang como una “líder valiente” cuando anunciaron la publicación del informe.
El marido de la Sra. Zhang todavía se encuentra en China y bajo estrecha vigilancia de la policía china; recibió sentencias de prisión por un total de más de 10 años desde que comenzó la campaña de persecución del PCCh contra la práctica espiritual.
La Sra. Zhang dijo que estaba agradecida por la aprobación del proyecto de ley y por el apoyo de los funcionarios.
Para la gente en China, estos esfuerzos son “como una luz”, le dijo a NTD. “El PCCh dice que no le importan las acciones del gobierno estadounidense. Pero, en realidad, tienen miedo”.
El representante Scott Perry (R-Pa.), principal patrocinador del proyecto de ley bipartidista, dijo que espera que quienes aún enfrentan la persecución en China se aferren a la esperanza.
“La esperanza debe estar viva”, le dijo a NTD. “No está sucediendo lo suficientemente rápido, pero sí avanza”.
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