Los periodistas de Hong Kong enfrentan nuevos desafíos, ya que la libertad de prensa de la ciudad se vio gravemente afectada por un nivel sin precedentes de interferencia de parte de Beijing, según un informe de la Asociación de Periodistas de Hong Kong (HKJA, por sus siglas en inglés).
Los últimos 12 meses fueron uno de los “peores años” de Hong Kong en términos de libertad de prensa y expresión desde el traspaso de la ciudad del dominio británico al chino en 1997, dijo la HKJA en su informe anual publicado el 7 de julio. Además señaló como un ejemplo particularmente grave los recientes ataques policiales contra los periodistas que cubrían las protestas contra el proyecto de ley de extradición.
Bajo el principio de “un país, dos sistemas”, China prometió que los derechos como la libertad de reunión, una prensa libre y un sistema judicial independiente, que son prácticamente inexistentes en China continental, serían preservados en Hong Kong.
Pero el informe de HKJA, el sindicato más antiguo establecido para periodistas en ejercicio en Hong Kong, documenta cómo Beijing fue erosionando esas libertades desde 1997.
El brazo largo de Beijing
El informe se basó en un discurso pronunciado en julio de 2017 por el mandatario chino Xi Jinping para ilustrar cómo las reglas de censura de Beijing están influyendo en Hong Kong: “cualquier intento de poner en peligro la soberanía y la seguridad de China, desafiar el poder del gobierno central” y “utilizar a Hong Kong para llevar a cabo infiltraciones y sabotajes en el continente” «cruzaría la línea roja y es absolutamente inaceptable”, dijo Xi.
El informe analizó los incidentes de los últimos 12 meses que infringieron la libertad de prensa y expresión de Hong Kong, incluida la denegación de la visa de trabajo del editor del Financial Times, Victor Mallet, por parte del gobierno de Hong Kong en octubre de 2018. La medida fue ampliamente percibida como un castigo tácito por parte de Beijing, ya que se produjo después de que Mallet organizara una mesa redonda en la que participó un activista local que apoya la independencia formal de Hong Kong de China continental.
Chris Yeung, presidente de HKJA, escribió en el informe que tal presión ejercida por Beijing impactó la forma en que los periodistas y ejecutivos de los medios de comunicación de Hong Kong manejan los temas que el régimen chino considera políticamente sensibles.
“Para evitar enfrentarse a esas situaciones difíciles y desagradables, algunos periodistas y ejecutivos de los medios de comunicación pueden practicar la autocensura”, escribió Yeung, añadiendo que la controvertida ley de extradición, si se aprueba, empeoraría el problema.
El proyecto de ley, propuesto por primera vez en febrero, permitiría a cualquier país, incluida China continental, solicitar la extradición de sospechosos de delitos. En las últimas semanas, desencadenó algunas de las mayores protestas en la historia de la ciudad, debido a la preocupación de que, dado el opaco sistema legal del régimen chino y la notoria persecución de los disidentes, la ley permita a Beijing castigar a sus críticos con impunidad.
HKJA se hizo eco de esas preocupaciones, escribiendo en el informe que sería “una espada colgando sobre las cabezas de todos”. En particular, el proyecto de ley “no solo amenazaría la seguridad de los periodistas, sino que también causaría un efecto escalofriante en la libertad de expresión en Hong Kong”, concluyó HKJA.
La asociación también citó en su informe una encuesta realizada en mayo de 2019 por la Universidad de Hong Kong, en la que más de 1000 personas elegidas entre el público dieron a la libertad de prensa de la ciudad una puntuación total de 5,81 en una escala de 1 a 10, un valor mínimo desde que se formularon las mismas preguntas por primera vez en agosto de 1997.
Los encuestados también dieron clasificaciones históricamente bajas para la libertad de expresión, publicación y asociación, con puntuaciones de 6,20, 5,76 y 5,38, respectivamente.
La ONG Reporteros sin Fronteras también señaló en su Índice anual de Libertad de Prensa que “la influencia nefasta de Beijing” condujo a una disminución de la libertad de prensa en Hong Kong. El ranking de Hong Kong cayó de la posición 18 en 2002 al 73 este año.
Violencia policial
La HKJA también señaló los casos en que la policía utilizó la fuerza u hostigó a los periodistas para impedirles que cubrieran las protestas contra el proyecto de ley de extradición.
La asociación entrevistó a docenas de periodistas que se encontraban en el lugar de los hechos durante las protestas del 10 al 14 de junio, quienes dijeron que la policía hizo un uso excesivo de la fuerza en su contra, entre otras cosas, disparando gas lacrimógeno a corta distancia, dañando el equipo de los reporteros con porras y empujando o persiguiendo a los periodistas.
“El número y la gravedad de esos casos plantearon la cuestión de si los agentes de policía atacaron deliberadamente a los reporteros y, de ser así, por qué”, señala el informe. “Existe la preocupación de que el derecho de la gente a saber se vea amenazado si no se les da a los reporteros un acceso fácil y seguro a los lugares donde se desarrollan las noticias”.
Más recientemente, durante los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes en el vecindario de Mong Kok en la noche del 7 de julio, los agentes empujaron reiteradamente a los periodistas que se encontraban en ese lugar.
El 8 de julio, HKJA y la Asociación de Fotógrafos de Prensa de Hong Kong presentaron una declaración conjunta acusando a la policía de agredir a periodistas durante el enfrentamiento.
La policía avanzó empujando con sus escudos antidisturbios, gritó a los reporteros y agredió a los que estaban en primera línea, según la declaración, a pesar de que los periodistas ya se habían identificado mostrando sus credenciales y comenzaban a retirarse para cooperar con el accionar policial.
Las asociaciones dijeron que tales actos de obstrucción a la cobertura eran “una grave violación de la libertad de prensa”, e hicieron un llamamiento a la policía para que “aborde el abuso del poder policial, respete los derechos de información, salvaguarde la libertad de prensa y el derecho del público a saber”.
El 8 de julio, la policía de Hong Kong respondió en una declaración a los enfrentamientos del día anterior, desalentando al público de “[obstruir] sus operaciones por cualquier medio o podrían ser responsables del delito de obstruir a los agentes de policía”.
La fuerza policial añadió que respetaba la libertad de prensa, pero instó a los profesionales de los medios de comunicación a “evitar mantener una ‘distancia cero’ con el cordón policial cuando la policía está llevando a cabo acciones de dispersión”.
Anteriormente, el 17 de junio, la HKJA había presentado una denuncia ante el Consejo Independiente de Quejas contra la Policía, el órgano de control interno de la policía de la ciudad, por más de 27 casos de presunta violencia o acoso contra reporteros que cubrían las protestas por el proyecto de ley de extradición los días 10 y 12 de junio.
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