Los hallazgos publicados recientemente muestran que las agencias gubernamentales estadounidenses enviaron más de 28 millones de dólares de los contribuyentes «directamente a entidades chinas» para la investigación conjunta durante un período de cinco años que termina en 2021.
Entre los años fiscales 2015 y 2021, «los CDC [Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades], los NIH [Institutos Nacionales de Salud] y el DOD [Departamento de Defensa] otorgaron 22 subvenciones por un total de 28.9 millones de dólares directamente a entidades chinas, incluyendo universidades y otras instituciones de investigación», dijo el 29 de septiembre la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) tras un conjunto de análisis.
Los investigadores descubrieron que la financiación federal se centró en «múltiples disciplinas científicas», ayudando a las entidades chinas a realizar investigaciones sobre «vigilancia de enfermedades, estudios de vacunación y desarrollo de nuevos medicamentos», así como «tecnologías alternativas para propulsar vehículos como los drones».
La publicación de su informe de 38 páginas (pdf) se produce tras una petición formulada en enero por la presidenta de la Conferencia Republicana de la Cámara de Representantes, Elise Stefanik (R-N.Y.) y Michael McCaul (R-Texas), el principal republicano de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara. Pidieron a la GAO que revisara los fondos federales proporcionados a China o a entidades controladas por el Partido Comunista Chino (PCCh) para la investigación en colaboración, así como las contribuciones estadounidenses a instituciones multilaterales.
Stefanik calificó esa financiación de «preocupante».
«El engaño y la ocultación de la verdad sobre los orígenes del COVID-19 por parte de China han provocado millones de muertes sin sentido y billones de dólares de destrucción económica en todo el mundo», dijo la congresista en una declaración a The Epoch Times.
Las tres agencias concedieron un total de 13 entidades chinas para publicaciones conjuntas, intercambio de información y talleres, mientras que el 84% de la financiación directa fue a parar a la Universidad de Hong Kong, la Universidad de Beijing y el Centro Chino de Control y Prevención de Enfermedades, conocido como CDC chino.
El CDC chino, que ha recibido casi 5 millones de dólares de los NIH y los CDC en los últimos años, ha suprimido la información sobre el brote a nivel nacional y ha rechazado las ofertas de ayuda de Estados Unidos, a pesar de que cualquier dato sanitario habría sido crucial para formular una estrategia de contención del COVID-19 más eficaz y minimizar la propagación global de la enfermedad.
«Aún más aterrador», continuó Stefanik, «todavía no tenemos idea de cuánto dinero total se ha enviado a China debido a los laxos requisitos de información. No se equivoquen, el engaño del Partido Comunista Chino a lo largo de la pandemia confirmó que China no es un socio fiable».
«Parte de la imagen completa»
Los investigadores descubrieron que las entidades chinas también recibían fondos federales de investigación a través de subconcesiones, aunque debido a los requisitos de información sobre subconcesiones —o a la falta de ellos— el informe decía que no podía especificar el alcance de dicha financiación.
En una declaración proporcionada a The Epoch Times, McCaul dijo que está «agradecido» con los profesionales de la GAO que «descorren la cortina sobre los dólares de los contribuyentes estadounidenses que financian entidades en China».
«Desgraciadamente, las decenas de millones de dólares en colaboraciones de investigación que encontraron son solo una parte de la imagen completa», continuó el congresista. «El gobierno de Biden detuvo los esfuerzos de la Oficina de Gestión y Presupuesto para rastrear el gasto federal en China que comenzó bajo Trump a petición mía. Seguiré trabajando con mis colegas para rastrear y detener cada dólar del gobierno estadounidense que va a China y, en última instancia, a las manos del PCCh».
The Epoch Times se ha puesto en contacto con la Casa Blanca para pedirle comentarios.
Tanto los CDC como los NIH concedieron la gran mayoría de los fondos (28.6 millones de dólares) a través de acuerdos de cooperación a entidades chinas tanto de Hong Kong como de la China continental, mientras que los 0.4 millones de dólares restantes concedidos por el Departamento de Defensa se destinaron únicamente a entidades de Hong Kong.
La GAO observó que el gobierno estadounidense trató el territorio por separado de la China continental hasta julio de 2020, cuando entró en vigor una nueva ley de seguridad nacional impuesta por Beijing.
Las concesiones a las universidades estatales chinas también siguen siendo muy controvertidas debido a los continuos esfuerzos de robo de propiedad intelectual del PCCh. El amplio espionaje de la propiedad intelectual y la investigación patrocinado por el Estado a expensas de los intereses de otros países se ha denominado «modelo de copia y reemplazo».
Estas prácticas vienen acompañadas de programas estatales de contratación bien financiados, como el Plan de los Mil Talentos, que atrajo a prometedores expertos chinos y extranjeros en los campos de la ciencia y la tecnología para impulsar la innovación en China. El programa ha sido percibido como una amenaza para la seguridad nacional de Estados Unidos por motivos de robo de propiedad intelectual.
El informe de la GAO afirma que de las 22 adjudicaciones a entidades chinas de los años fiscales 2015 a 2021, 17 se cerraron mientras que cinco seguían en curso en julio de 2022, incluyendo tres de los NIH y dos de los CDC.
Solo en el año fiscal 2020, las agencias federales destinaron unos 1400 millones de dólares a la colaboración en investigación y desarrollo con entidades extranjeras, según el informe.
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