La cantidad de informes de lesiones por vacunas que llegaron después de la introducción de las vacunas contra COVID-19 tomó a los funcionarios con la guardia baja, según muestran documentos recientemente revelados.
El contratista contratado por 9.4 millones de dólares para procesar informes al Sistema de Informe de Eventos Adversos de Vacunas estimó un máximo de 1000 informes por día, el «peor de los casos», según un documento. Pero la cantidad de informes superó la «línea roja» el 26 de diciembre de 2020, menos de tres semanas después de que los reguladores estadounidenses autorizaran las vacunas contra COVID-19 de Moderna y Pfizer.
“Se han lanzado dos vacunas desde el último informe. Desde el lanzamiento, la cantidad de informes entrantes de COVID-19 ha superado significativamente el máximo estimado de 1000 informes por día”, informó General Dynamics Information Technology (GDIT), el contratista, a los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de EE.UU. en un informe de estado el 15 de enero de 2021. “Como resultado, GDIT no puede cumplir con el procesamiento y otros plazos (procesamiento de datos, consultas telefónicas, consultas clínicas, etc.)”.
Un gráfico incluido en el informe mostró que la cantidad de informes diarios era de miles, incluso superando los 4500 el 10 de enero de 2021.
Las métricas de diciembre de 2020 establecieron nuevos récords, incluso para la cantidad de informes entrantes.
GDIT luchó por mantenerse al día con el número récord de informes en 2021.
“Aunque el personal procesó más de 40,000 informes en febrero, un récord, no pueden mantenerse al día con el aumento de informes en los niveles actuales de personal”, dijo GDIT a los CDC en una actualización el 15 de marzo de 2021.
La acumulación de informes al sistema, o VAERS, se disparó a 93,940, a pesar de que el contratista contrató a más de 290 empleados adicionales y procesó más informes en los meses siguientes.
Se tardó hasta finales de mayo de 2021 en eliminar el retraso mientras se manejaban los informes entrantes y se realizaban actividades relacionadas, como el envío de registros médicos a las partes pertinentes.
Los documentos fueron obtenidos a través de la Ley de Libertad de Información por un investigador, quien los compartió con The Epoch Times bajo condición de anonimato. El profesor de la Universidad Hebrea, Josh Guetzkow, informó por primera vez sobre ellos.
Informes mucho más elevados que antes
En el contrato de los CDC con GDIT, obtenido por el mismo investigador, los CDC dijeron que VAERS recibió un promedio de 53,000 informes cada año desde 2014 hasta 2018. De esos informes, el 5 por ciento eran graves.
El número total de informes recibidos durante la pandemia no está claro, ya que cada mes no incluía un número exacto. Pero se recibieron 268,157 informes a fines de marzo de 2021, menos de cuatro meses después de que se implementaron las vacunas, según muestran los documentos recientemente revelados.
En 2022, GDIT comenzó a tener problemas para procesar los registros médicos entrantes, lo que atribuyó a que sus máquinas de fax estaban sobrecargadas y a un salto en los correos electrónicos, incluidos los correos electrónicos con registros médicos adjuntos.
También dijo que estaba teniendo problemas para hacer un seguimiento con los trabajadores de la salud, citando en parte un aumento en los informes graves.
Si bien solo el 5 por ciento de los informes recibidos entre 2014 y 2018 fueron graves, los CDC dijeron en el contrato que se esperaba que hasta el 40 por ciento de los informes sobre las vacunas COVID-19 fueran graves.
El porcentaje exacto de informes graves no figuraba en los documentos recientemente revelados. Los informes graves incluyen informes de hospitalización, enfermedades potencialmente mortales y muerte.
Según MedAlerts, que rastrea los datos de VAERS, el 12 por ciento de los informes de vacunas contra COVID-19 han sido graves hasta el 10 de marzo de 2023. Se han presentado 994,275 informes de vacunas contra COVID-19 desde diciembre de 2020.
Contrato
Los CDC pagaron a GDIT al menos 31.6 millones de dólares por el trabajo en VAERS, que el gobierno describe como «el sistema de alerta temprana de la nación» para problemas de vacunas.
Cientos de eventos cumplieron con los criterios de señal de seguridad en VAERS, según los registros de los CDC obtenidos por The Epoch Times.
Los objetivos del trabajo, según el contrato, eran “detectar rápidamente eventos adversos nuevos, inusuales o raros” después de la vacunación contra COVID-19, así como monitorear las tendencias en los eventos adversos conocidos de las vacunas, identificar lotes de vacunas para las vacunas contra COVID-19 con un mayor número o tipo de eventos adversos informados.
Ese tipo de información no se incluyó en los documentos recientemente revelados. The Epoch Times ha presentado una Ley de Libertad de Información en busca de la información.
Si bien el contrato de GDIT duró hasta fines de agosto de 2022, no se produjeron documentos sobre su trabajo durante el último mes.
Otra firma, Eagle Health Analytics, fue seleccionada a mediados de 2021 para ayudar con el trabajo de VAERS hasta mediados de 2022. Ese contrato se modificó en noviembre de 2021 para aumentar los niveles de personal, en parte para expandir el trabajo a V-safe, una aplicación de encuesta telefónica administrada por los CDC que también se usa para monitorear la seguridad de la vacuna contra COVID-19.
Los datos de V-safe publicados a través de una orden judicial en 2022 mostraron que millones de personas requirieron atención médica o perdieron la actividad normal después de recibir una vacuna contra COVID-19. El CDC dejó fuera de las encuestas los eventos adversos que sabía que posiblemente estaban relacionados con las vacunas.
El contrato Eagle ampliado también elevó el tiempo de trabajo en VAERS de 12 480 horas a 20,800 horas.
Eagle ha recibido 7.1 millones de los 11.4 millones de dólares comprometidos para su trabajo. La firma también recibió 2.7 millones de los 9 millones de dólares comprometidos por un contrato similar.
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