Condado de Loudoun, VA.—Una iniciativa de integridad electoral de base llevó a más de 3000 nuevos observadores electorales—la mayoría de ellos conservadores—trabajaran durante las elecciones para gobernador de Virginia. El resultado fue una presencia mucho mayor de observadores electorales republicanos en las urnas.
Tradicionalmente, más funcionarios electorales y observadores electorales han sido demócratas. “Durante más de una década, ellos [los demócratas] se han centrado en el sistema electoral, la oficina electoral y en cambiar la forma en que la gente vota”, dijo Cleta Mitchell, investigadora jurídica senior del Conservative Partnership Institute, a The Epoch Times.
Sin embargo, durante esta elección para gobernador de Virginia, los observadores electorales republicanos superaron en cantidad a los demócratas, según Jonathan Haines, vicepresidente del Instituto de Políticas Públicas de Virginia.
La participación de los observadores electorales tiende a ser baja en la mayoría de las elecciones, dijo Haines, excepto en las elecciones generales para la presidencia. Pero esta vez fue diferente en Virginia. Por ejemplo, en el condado de Loudoun, los observadores electorales republicanos estuvieron presentes casi todos los días en los cuatro lugares de votación durante el período de votación anticipada de 45 días, según Shelley Oberlander, presidenta del grupo de trabajo de integridad electoral de los republicanos del condado de Loudoun.
Los ciudadanos «realmente estuvieron a la altura de las circunstancias», dijo Oberlander a The Epoch Times. «Creo que una vez que comenzaron a educarse y realmente aprendieron el proceso y lo que implicaba, y que podían marcar una diferencia en cuanto a la integridad, lo hicieron».
10 meses de trabajo
En febrero, un grupo de organizaciones sin fines de lucro de base inició una campaña de integridad electoral con el objetivo de utilizar las elecciones para gobernador de Virginia como una versión beta para «restaurar la confianza» en las elecciones. Formaron la Coalición de Elecciones Justas de Virginia, compuesta por más de 20 grupos en su mayoría conservadores. Tanto el Conservative Partnership Institute como el Virginia Institute for Public Policy son organizaciones asociadas.
Según Mitchell, el ciclo completo—desde la formación de una coalición hasta el envío de nuevos observadores a las urnas—lleva casi un año.
El tema de la integridad electoral no ha estado en el centro de atención tanto como los derechos de los padres y la educación, pero es una preocupación importante para muchos votantes, según los líderes de la coalición. Confían en que lo que ha funcionado en Virginia se puede reproducir en otros estados.
Tales acciones ya están en marcha. El 10 de noviembre, se iniciará una gira por 18 ciudades en Georgia para comenzar a construir una coalición similar allí, según Jenny Beth Martin, cofundadora de Tea Party Patriots, una organización sin fines de lucro con sede en Georgia y socia de la coalición. Y dijo que no se llevaron a cabo iniciativas similares de integridad electoral en Nueva Jersey, otro estado que tuvo elecciones a gobernador en noviembre, ya que la coalición se centró en Virginia como estado piloto.
En Virginia, las organizaciones de la coalición se acercaron a los votantes conservadores y ofrecieron capacitación para la certificación de observadores electorales. Las personas capacitadas se pondrían en contacto con sus partidos políticos—o con la oficina electoral si no están afiliados—para convertirse en observadores de votaciones del partido demócrata, republicano o no afiliado.
Además, Mitchell del Conservative Partnership Institute dijo que la coalición capacitó a miembros adicionales para que fueran parte del «Citizens Task Force», un grupo de base que asistió a las reuniones de las juntas electorales locales, observó la selección de las máquinas de votación y otros procedimientos relacionados con las elecciones para supervisar y garantizar el cumplimiento. Estos procedimientos están abiertos a todos los miembros del público y no requieren que los observadores tengan una certificación.
En abril, la coalición estaba organizando una teleconferencia semanal para que los líderes del grupo discutieran e intercambiaran informes de progreso. Esto se convirtió en julio en una llamada quincenal, y luego se abrió a todos los voluntarios cuando comenzó el período de votación anticipada el 17 de septiembre. Durante este tiempo, la llamada se convirtió en un lugar útil para que los observadores electorales hablaran sobre varios escenarios de la vida real y ampliaran su formación, según Haines del Instituto de Políticas Públicas de Virginia.
Haines dijo que la coalición capacitó a miles de observadores electorales en total, y a tan solo 300 durante una cumbre en agosto en Richmond. El curso también podría contar como parte de la capacitación para convertirse en funcionario electoral, dado que los temas se superponen. Los oficiales electorales son puestos remunerados que requieren la certificación de la junta electoral local, mientras que los observadores electorales son voluntarios designados y autorizados por los partidos políticos locales o candidatos independientes.
La participación promueve la mejora
Según Oberlander de los republicanos del condado de Loudoun, muchos funcionarios electorales republicanos en el condado también se habían desempeñado como observadores electorales durante el período de votación anticipada. Dijo que la colaboración entre los oficiales electorales y los observadores de las urnas funcionó bien en Loudoun, a pesar de la tensión inicial derivada de que a algunos funcionarios no les gustaba ser observados.
Agradeció a Judy Brown, registradora general de la oficina electoral y de registro de votantes del condado, por escuchar las sugerencias del Partido Republicano basadas en las lecciones aprendidas en las elecciones generales de 2020, y por haber implementado algunas de ellas en las elecciones de noviembre. Una de ellas era asegurar que las boletas de voto en ausencia devueltas por votantes en persona fueran destruidas para que nadie pudiera reutilizarlas. Otra fue contratar oficiales electorales republicanos antes de ingresar a la lista de no afiliados para asegurar una representación 50-50 de ambos partidos.
Oberlander esperaba más mejoras, como la verificación de los resultados de la tabulación mediante recuentos manuales en al menos algunos recintos. “Investigamos nuestras máquinas y nuestro equipo de votación. Estamos tratando de aprender todo lo que podamos al respecto”, dijo.
“Desafortunadamente, hay muchas limitaciones en lo que podemos ver y comprender sobre nuestras computadoras. Y realmente no podemos saber mucho sobre el software».
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