Un inmigrante ilegal deportado previamente será juzgado por el presunto asesinato de su novia en una autopista de Michigan, según dictaminó un juez el miércoles.
Brandon Ortiz-Vite, de 25 años, un inmigrante ilegal de México, presuntamente disparó y mató a su novia, Ruby García, de 25 años, el 22 de marzo en una autopista de Grand Rapids.
Ortiz-Vite fue deportado en 2020 por un incidente de conducción bajo los efectos del alcohol y luego regresó a Estados Unidos, según los informes.
La juez de distrito de Grand Rapids, Angela Ross, dictaminó el miércoles que existían pruebas suficientes para que Ortiz-Vite fuera juzgado por el asesinato de la Sra. García.
«Me complace que la jueza encontrara pruebas suficientes para enviar este caso a la Corte de circuito», dijo el fiscal del condado de Kent, Chris Becker, a The Epoch Times por correo electrónico el jueves. «Obviamente sentimos que había pruebas más que suficientes para proceder con los cargos, y claramente el juez estuvo de acuerdo con nosotros».
Ortiz-Vite llamó al 911 desde una iglesia del condado para entregarse, y el Sr. Becker mostró un video donde se observa a Ortiz-Vite al interior de un vehículo de la policía estatal después de que fue recogido, según informes de los medios locales.
En el video que el Sr. Becker reprodujo ante la Corte el miércoles, el Sr. Ortiz-Vite dijo al sargento detective de la policía estatal: «¿Puedo decir una cosa antes? Estoy preocupado por mi seguridad».
«Le dije a uno de los agentes que me entregaría porque cometí un crimen horrible y sé que tendré que enfrentarme a lo que sea», continuó, y añadió: «La familia de la víctima, quiere tomarse la justicia por su propia mano».
Cuando se le preguntó si el Sr. Ortiz-Vite mostraba remordimientos al llamar al 911 para entregarse, el Sr. Becker dijo a The Epoch Times: «Tiendo a no entrar en discusiones sobre si alguien mostró remordimiento o no; realmente no es relevante en un caso criminal si sintió remordimiento o no. Tengo que centrarme en lo que hizo la persona, no en cómo se sintió después».
El sargento detective Aaron Tubergen declaró el miércoles que Ortiz-Vite le dijo que no pensaba matar a García ese día, según informan los medios locales. El Sr. Tubergen dijo que Ortiz-Vite había estado bebiendo y consumiendo cocaína y que estaba disgustado porque la Sra. García quería poner fin a su relación.
Mientras la Sra. García llevaba al Sr. Ortiz-Vite a casa, se detuvo en la carretera U.S.-131 y le dijo que saliera del coche. Esto condujo a una pelea con el Sr. Ortiz-Vite negándose a salir del coche, testificó el Sr. Tubergen.
El Sr. Tubergen declaró: «Hizo comentarios sobre su propia situación de inmigración y le preocupaba tener contacto con las fuerzas del orden». «Durante ese altercado, recordó que llevaba consigo su pistola. Creo que dijo que fue por instinto que entonces cogió la pistola y le disparó múltiples veces dentro del vehículo».
Según el Sr. Tubergen, el Sr. Ortiz-Vite fue detrás del coche, abrió la puerta del conductor y recordó haber visto señales de vida.
«Indicó que sus manos se movían. Indicó en términos similares que ella seguía luchando por su vida, y fue entonces cuando decidió dispararle una vez más. Él creía que era en la cabeza», dijo el Sr. Tubergen.
Según la autopsia, García recibió cuatro disparos, dos de ellos en la cabeza.
El Sr. Ortiz-Vite será juzgado ahora por asesinato abierto, que es una combinación de asesinato en primer y segundo grado, y también por delito grave de asesinato, robo de coche y posesión de armas.
El caso acaparó la atención nacional, incluida la del expresidente Donald Trump, que viajó a Michigan y pronunció un discurso en el que culpó del asesinato a las políticas fronterizas de la administración Biden.
Según las estadísticas de la Patrulla de Aduanas y Fronteras de Estados Unidos, los delitos cometidos por ilegales aumentaron desde que el presidente Joe Biden asumió el cargo. En el año fiscal 2021, hubo 10,763 detenciones de no ciudadanos por delitos. En el año fiscal 2022, hubo 12,028 arrestos de no ciudadanos; en el año fiscal 2023, hubo 15,267 arrestos. En el año fiscal 2020, cuando el presidente Trump estaba en el cargo, hubo 2438 detenciones de no ciudadanos por delitos.
La campaña del presidente Trump no respondió a una solicitud de comentarios sobre el fallo del juez.
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