Los hogares encabezados por inmigrantes ilegales con hijos nacidos en Estados Unidos tienen más probabilidades de recurrir a la asistencia social que los hogares dirigidos por personas nacidas en Estados Unidos, según un reciente informe del Centro de Estudios sobre Inmigración (CIS).
Según el informe del 19 de diciembre, al menos el 59,4 por ciento de los hogares encabezados por inmigrantes ilegales utilizan uno o más programas de asistencia social, frente al 39 por ciento de los hogares encabezados por personas nacidas en Estados Unidos.
Las altas tasas de uso de la asistencia social entre los inmigrantes ilegales «reflejan principalmente sus niveles educativos generalmente más bajos y los bajos ingresos resultantes, junto con la gran proporción de hijos nacidos en EE.UU. que tienen derecho a todos los programas de asistencia social desde el nacimiento», dice el informe.
«Más de la mitad de los hogares de inmigrantes ilegales tienen uno o más hijos nacidos en Estados Unidos».
Se considera que los niños nacidos de inmigrantes ilegales en Estados Unidos, también conocidos como «bebés ancla», tienen automáticamente la ciudadanía por derecho de nacimiento, aunque el Tribunal Supremo de Estados Unidos no se haya pronunciado explícitamente al respecto. Los inmigrantes ilegales no pueden acceder a la mayoría de los programas de asistencia social, una restricción que se suaviza para sus hijos nacidos en el país.
«El sistema de bienestar social estadounidense está diseñado en gran parte para ayudar a las familias de bajos ingresos con hijos, que describen una gran proporción de inmigrantes», afirma el CIS en el informe.
Una docena de estados ofrecen Medicaid a todos los niños con bajos ingresos, independientemente de su estatus migratorio. Estos niños también tienen acceso a diversos programas gubernamentales de alimentos y comidas.
Programas como la Asistencia Temporal para Familias Necesitadas, el programa de nutrición para Mujeres, Bebés y Niños, el almuerzo y desayuno gratuitos o subvencionados para estudiantes y Medicaid para niños (Programa de Seguro Médico Infantil) fueron «creados explícitamente para menores», afirma el informe.
El informe del CIS se basa en datos de la Encuesta de Ingresos y Participación en Programas (SIPP) de 2022 de la Oficina del Censo de Estados Unidos.
«La realidad es que los inmigrantes ilegales están incluidos en la SIPP, una gran parte de ellos son pobres, y ellos o sus hijos nacidos en EE.UU. tienen derecho a la asistencia social; y muchos se aprovechan de este derecho», declaró el CIS.
«Una gran parte de los inmigrantes llegan a Estados Unidos, tienen hijos, luchan por mantenerlos y recurren a los contribuyentes en busca de ayuda. Esto puede considerarse especialmente problemático dado que ya hay un gran número de estadounidenses que también luchan por mantener a sus hijos.»
Según datos de la Federation for American Immigration Reform (FAIR), el número total de hijos de extranjeros ilegales nacidos en Estados Unidos ascendía en junio a 5.78 millones, una población más de dos veces superior a la de Chicago.
FAIR calcula que «los extranjeros ilegales y sus hijos nacidos en Estados Unidos suponen un coste anual neto de USD 150,600 millones para los contribuyentes estadounidenses a partir de principios de 2023». En los últimos cinco años, el coste anual ha aumentado en casi USD 35,000 millones.
«Esta carga no hará sino aumentar como resultado de las políticas de apertura de fronteras de la administración Biden», advierte la organización.
Acabar con la ciudadanía por derecho de nacimiento
Múltiples miembros del GOP han adoptado una postura firme contra la ciudadanía por derecho de nacimiento. En 2018, el expresidente Donald Trump dijo que eliminaría la ciudadanía por derecho de nacimiento a través de una orden ejecutiva, lo que no sucedió.
En su campaña de 2024, el presidente Trump ha reiterado su postura al respecto. En un vídeo de mayo, el presidente Trump prometió firmar una orden ejecutiva el primer día de su segundo mandato para resolver la cuestión.
Dicha orden pondría fin a la «práctica injusta conocida como turismo de nacimiento, en la que cientos de miles de personas de todo el planeta se alojan en hoteles durante sus últimas semanas de embarazo para obtener ilegítima e ilegalmente la ciudadanía estadounidense para el niño, a menudo para explotar más tarde la migración en cadena para saltarse la cola y obtener tarjetas verdes para ellos y sus familiares.»
«Al menos uno de los progenitores tendrá que ser ciudadano o residente legal para poder optar a ello», declaró el presidente Trump.
El candidato presidencial republicano Vivek Ramaswamy pidió el fin de la ciudadanía por derecho de nacimiento para los hijos de inmigrantes ilegales durante el segundo debate del Partido Republicano, en septiembre.
«Ahora, la izquierda aullará sobre la Constitución y la 14ª Enmienda. La diferencia entre ellos y yo es que yo he leído la 14ª Enmienda. Y lo que dice es que todas las personas nacidas o naturalizadas en Estados Unidos y sujetas a sus leyes y jurisdicción son ciudadanos», dijo Ramaswamy.
«Así que nadie cree que el hijo de un diplomático mexicano en este país disfrute de la ciudadanía por derecho de nacimiento; ningún juez o jurista de este país discrepará conmigo al respecto. Bueno, si el hijo de un diplomático mexicano no disfruta de la ciudadanía por derecho de nacimiento, entonces tampoco lo hace el hijo de un inmigrante ilegal que violó la ley para venir aquí.»
En julio, el representante Matt Gaetz ( R-Fla.) presentó una propuesta llamada «End Birthright Citizenship Fraud Act of 2023» (Ley para acabar con el fraude de la ciudadanía por derecho de nacimiento de 2023), cuyo objetivo es abolir la ciudadanía automática por derecho de nacimiento para los hijos de inmigrantes ilegales nacidos en Estados Unidos.
Según la legislación, al menos uno de los progenitores del niño debe ser ciudadano estadounidense o refugiado, tener ciudadanía permanente legal o ser miembro activo del ejército.
«Mi legislación reconoce que la ciudadanía estadounidense es un privilegio, y no un derecho automático que puedan apropiarse los extranjeros ilegales», dijo Gaetz en un comunicado.
«Este es un paso importante en la preservación de la inviolabilidad de la ciudadanía estadounidense y asegura que la ciudadanía no es tratada como una laguna jurídica para ser explotados, sino más bien un privilegio que debe ganarse al emigrar legalmente a nuestro país.»
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