Cinco miembros de una operación de tráfico sexual dirigida por una familia traían jóvenes mexicanas a la ciudad de Nueva York y las obligaban a prostituirse. Varias niñas tenían 14 años.
La semana pasada, los cinco fueron condenados a penas de prisión de entre 20 y 39 años por tráfico sexual, conspiración para tráfico sexual, tráfico sexual de menores, prostitución interestatal, contrabando de extranjeros y conspiración para lavado de dinero, según el Departamento de Justicia (DOJ).
La sentencia de un sexto coacusado está pendiente.
La denuncia original, presentada el 11 de julio de 2017 por un agente de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI, por sus siglas en inglés), decía que la investigación sobre la familia Melendez-Rojas se abrió en 2014.
«Jane Doe 1» conoció a Francisco Melendez-Perez en Tecamachalco, México, y se mudó con él dos semanas después, a los 14 años. En julio de 2010, Melendez-Perez le dijo que se iban a trasladar a Estados Unidos por motivos de trabajo y contrató a unos contrabandistas para que los llevaran, así como a su tía.
Los agentes de la Patrulla Fronteriza de Arizona los detuvieron dos veces, con días de diferencia, por entrar ilegalmente en el país y los devolvieron a México. A finales de octubre de 2010, lograron eludir a la Patrulla Fronteriza y fueron llevados de contrabando a la ciudad de Nueva York.
Melendez-Perez le dijo a su tía que utilizara un nombre y una fecha de nacimiento diferentes para «Jane Doe 1» para que pareciera que no era menor de edad.
Una vez que llegaron a la casa de los tíos de Melendez-Perez en el barrio neoyorquino de Queens, a «Jane Doe» 1 le dijeron que tenía que trabajar como prostituta.
«Jane Doe 1 se negó inicialmente a trabajar como prostituta, pero Francisco le dijo repetidamente que no hablaba inglés ni tenía papeles que le permitieran trabajar. Francisco también amenazó a Jane Doe 1 con que si huía sería detenida y deportada. Sintiendo que no tenía otra opción, Jane Doe comenzó a trabajar como prostituta», dice la denuncia.
«Francisco también amenazó con matar a su familia si dejaba de trabajar como prostituta».
A la chica nunca se le permitió salir sola de la residencia de Queens ni estar sola allí, según los documentos judiciales. Sin embargo, consiguió huir en abril de 2014 y alquiló una habitación en una casa de Queens.
Al escuchar su historia, la casera de Jane Doe le aconsejó que acudiera a la policía, donde identificó a otros agresores y víctimas, y se abrió una investigación.
«Mediante falsas promesas de una vida mejor, los acusados atraparon a víctimas jóvenes y vulnerables en un sórdido mundo de tráfico sexual y utilizaron la violencia y las crueles amenazas para obligarlas a prostituirse», dijo el fiscal federal Breon Peace, del distrito este de Nueva York, en un comunicado del 10 de febrero.
Los miembros de la familia acusados utilizaron la violencia y las amenazas para obligar a sus víctimas a trabajar en la prostitución en la ciudad de Nueva York, Long Island, Nueva Jersey, Connecticut y Delaware, según el DOJ.
A continuación, tomaban las ganancias y las lavaban para ocultar su origen.
Seis víctimas testificaron en el juicio.
«Una de las víctimas, identificada como ‘Diana’, testificó que fue introducida de contrabando en Estados Unidos siendo menor de edad y obligada a trabajar como prostituta. Cuando trató de escapar, Jose Miguel Melendez-Rojas la golpeó y violó delante de otros miembros de la casa, incluidos Rosalio Melendez-Rojas y Abel Romero-Melendez», según el DOJ.
«Otra víctima identificada como ‘Delia’ testificó que fue obligada a prostituirse por Francisco Melendez-Perez y su tío Rosalio Melendez-Perez cuando tenía 14 años. Cuando se negó a trabajar, la golpearon.
«Las víctimas ‘Fabiola’ y ‘María Rosalba’ también testificaron que fueron obligadas a trabajar como prostitutas mediante amenazas, abusos físicos y abortos forzados por Rosalio Melendez-Rojas y Jose Osvaldo Melendez-Rojas.
«La víctima ‘Daisy’ testificó que fue obligada a prostituirse por Fabian Reyes-Rojas. La víctima ‘Verónica’ testificó en el juicio que Jose Miguel Melendez-Rojas la amenazó a ella y a su familia, diciéndole que ‘cortaría a [su] madre en pedacitos’ si no trabajaba en la prostitución para su beneficio».
Los registros de cruce de la frontera de dos de los traficantes sexuales condenados revelan un patrón común de cruzar continuamente la frontera de forma ilegal hasta que consiguen burlar la aplicación de la ley.
Abel Romero-Melendez, que recibió una condena de 20 años, fue detenido por la Patrulla Fronteriza y devuelto a México en ocho ocasiones tras cruzar ilegalmente. Las fechas de cruce incluyeron el 22 de marzo de 2002, cerca de Casa Grande, Arizona; el 14 de julio de 2006, cerca de Nogales, Arizona; el 21 de julio de 2006, cerca de Sasabe, Arizona; el 25 de julio de 2006, cerca de Nogales, Arizona; el 30 de julio de 2006, en el sector de Tucson, Arizona; el 4 de junio de 2012, en el sector de Tucson; el 15 de junio de 2012, cerca de Willcox, Arizona; y el 29 de octubre de 2012, en Falfurrias, Texas.
Fabian Reyes-Rojas, que está a la espera de la sentencia, fue aprehendido por la Patrulla Fronteriza y devuelto a México siete veces después de cruzar ilegalmente, y encarcelado una vez por reingreso ilegal.
Los registros de la frontera muestran que la Patrulla Fronteriza aprehendió a Reyes-Rojas el 11, 16 y 18 de marzo de 2003; el 7 y 13 de septiembre de 2007; y el 8 de septiembre de 2011.
Tras ser capturado cerca de Douglas, Arizona, el 16 de mayo de 2012, Reyes-Rojas fue acusado de reingreso ilegal y pasó 30 días en la cárcel antes de ser devuelto a México.
No existen más registros de entrada, pero Reyes-Rojas residió en la ciudad de Nueva York desde al menos 2014, según la denuncia.
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