Se ha instado a la Asociación de Jugadores de la NFL a que ofrezca a los jugadores la posibilidad de someterse a pruebas de detección cardiaca, dada la creciente preocupación por la posibilidad de que las vacunas contra COVID-19 provoquen inflamaciones cardiacas.
En una carta reciente, el Fondo para la Defensa de la Libertad de Salud instó a la asociación a realizar pruebas de detección porque las vacunas pueden causar miocarditis, una forma de inflamación del corazón. Los varones jóvenes son los más expuestos.
La mayoría de los jugadores de la NFL recibieron la vacuna contra COVID-19 bajo la presión de los equipos y de la liga.
«Las señales de seguridad ilustran que los resultados sanitarios a corto y largo plazo de las vacunas contra COVID-19 siguen siendo inciertos», dijo Leslie Manookian, presidenta y fundadora del fondo, a DeMaurice Smith, director ejecutivo de la asociación (NFLPA), en la misiva.
«Existe una multitud de reacciones adversas a estas inyecciones, incluida la miocarditis, de amplio alcance y confirmadas, y como tales, la prudencia dicta que la NFLPA investigue hasta qué punto las vacunas contra COVID-19 pueden haber provocado lesiones, comprometido la salud o la muerte de los jugadores», afirmó Manookian.
Señaló que Damar Hamlin, safety de los Buffalo Bills, sufrió un paro cardíaco en el campo durante un partido de Monday Night Football en enero. El motivo del incidente sigue siendo desconocido; Hamlin declinó comunicar lo que le dijeron sus médicos durante una reciente entrevista televisada. Antiguos jugadores de la NFL también han sufrido infartos y derrames cerebrales tras vacunarse.
La NFLPA debería introducir «un programa de pruebas y detección para determinar si los jugadores se han visto afectados negativamente por las vacunas y para desarrollar un conjunto de protocolos y tratamientos médicos funcionales con el fin de abordar y curar cualquier efecto nocivo de las vacunas», dijo Manookian.
La NFLPA declinó hacer comentarios a The Epoch Times.
La asociación no ha respondido a la carta, que fue enviada por correo electrónico y correo ordinario, dijo Manookian a The Epoch Times.
El ex jugador de la NFL Ken Ruettgers, que inició el podcast Voces por la Libertad Médica, advirtió anteriormente a un asociado que trabaja para la NFLPA sobre los episodios cardíacos posteriores a la vacunación y se ofreció a poner en contacto al grupo con médicos con conocimientos sobre el tema.
El asociado dio las gracias a Reuttgers pero no aceptó la oferta, según declaró Reuttgers a The Epoch Times.
«El reto es que es casi como si un piloto de caza dijera: ‘No quiero hacerme las pruebas porque si doy positivo, no quiero quedarme en tierra'», dijo Reuttgers.
Estudios citados
Manookian informó a la NFLPA de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE.UU. incluyó una advertencia sobre la miocarditis y una afección relacionada, la pericarditis, en las etiquetas de las vacunas contra COVID-19 de Pfizer y Moderna. También se refirió a trabajos de investigación sobre la miocarditis postvacunación.
Entre ellos: un estudio de las autoridades de Florida que constató un aumento de las muertes relacionadas con el corazón entre los vacunados; un estudio que constató un aumento del riesgo de miocarditis y miopericarditis tras una segunda dosis de la vacuna de Pfizer y la primera y segunda dosis de la vacuna de Moderna, con el mayor riesgo en varones jóvenes; un nuevo análisis de los ensayos clínicos originales que detectó un mayor número de acontecimientos adversos graves de especial interés entre los vacunados; y expertos en Alemania que informaron, tras analizar las autopsias, de que algunos de los fallecidos probablemente murieron de miocarditis inducida por la vacuna.
«Tenemos un creciente conjunto de pruebas científicas que demuestran que existe un riesgo para los varones jóvenes en particular, y muchos de ellos tienen algunos problemas cardiacos críticos», dijo Manookian.
La NFLPA hizo lo correcto en lo que respecta a las conmociones cerebrales, apoyando protecciones más fuertes para los jugadores, dijo. «Creo que deberíamos hacer lo mismo con respecto a las vacunas contra COVID y la posibilidad de que se produzcan problemas cardiacos subclínicos», afirmó.
«No es irrazonable»
El doctor Anish Koka, cardiólogo residente en Filadelfia, revisó la carta.
«No creo que sea irrazonable que la Asociación de Jugadores de la NFL considere al menos el hecho de que los hombres jóvenes y sanos tienen ahora un riesgo tan bajo de COVID, ¿quieren correr el riesgo de una miocarditis relacionada con la vacuna?». declaró Koka a The Epoch Times.
Aun así, Koka desaconsejó someter a pruebas de detección a todos los jugadores.
«Si examinas al azar a un montón de jugadores de la NFL con una resonancia magnética, vas a ver que aparecen algunos puntos brillantes y no vas a tener una idea realmente sólida de si se trata de algo real o no. Y podría afectar a la carrera en términos de, ¿quiere un equipo fichar a este jugador que tiene alguna anormalidad cuestionable en una resonancia magnética cardiaca? Eso sería terrible. Así que no quieres hacer eso», dijo Koka. «Así que hay que tener mucho, mucho cuidado con la forma en que se selecciona a esta gente y asegurarse de que no se pone fin a las carreras de las personas sin ninguna razón».
Según algunas investigaciones, COVID-19 también puede provocar miocarditis y problemas cardíacos. Otros trabajos indican que la infección por COVID-19 no conduce a un aumento de la miocarditis o la pericarditis. Los datos de las autopsias no han respaldado la idea de que COVID-19 aumente el riesgo, según Koka.
Las pruebas exploratorias pueden aumentar la detección de la miocarditis. Según un estudio, el cribado mediante IRM aumentó en 7.4 veces la detección entre los atletas universitarios en comparación con el cribado basado en los síntomas.
Manookian dijo que es importante descubrir si los jugadores tienen miocarditis, pero afirmó que las pruebas deben ser voluntarias, no obligatorias.
«Se trata de concienciar sobre un posible problema de salud y ofrecer a los jugadores la oportunidad de acceder a las pruebas y al cribado. Y si se determina que hay un problema, entonces algún tipo de protocolo de curación para ellos», dijo.
El reposo suele ser el principal componente de la recuperación de la miocarditis. Los medicamentos suelen recetarse para la recuperación de un paro cardíaco.
Según Koka, si un atleta con miocarditis supera determinadas pruebas cardiacas y no presenta arritmias al cabo de seis meses, podría volver a jugar. Cinco atletas en los que se encontraron indicios de miocarditis o pericarditis volvieron a jugar sin lesiones cardiacas, según informaron los investigadores en 2021. No está claro si Hamlin volverá. Dijo a ABC que ése es su objetivo.
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