Comentario
En los campus de los colegios y universidades estadounidenses, el Partido Comunista Chino (PCCh) ha financiado durante casi dos décadas más de 100 Institutos Confucio —organizaciones de propaganda del estado chino asociadas con muchas de las instituciones educativas que en Estados Unidos tienen falta de fondos— para adoctrinar a sus jóvenes estudiantes en el pensamiento chino comunista.
Algunas instituciones grandes y sustanciales, como la Universidad de Columbia, la Universidad George Washington, Stanford, Purdue, Emory y la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA), han recibido fondos del PCCh para establecer los Instituto Confucio en Estados Unidos.
En los últimos años, el inusual alcance de los Instituto Confucio en la educación superior de Estados Unidos se ha vuelto cada vez más polémico, atrayendo cada vez más críticas.
Por ejemplo, un informe de 2017 de la Asociación Nacional de Académicos (NAS, en inglés), expresó su preocupación por la influencia de los Instituto Confucio en la libertad académica y sus estrechos vínculos con el PCCh. «Estos Institutos evitan la historia política china y los abusos de los derechos humanos, presentan a Taiwán y al Tíbet como territorios indiscutibles de China y educan a una generación de estudiantes estadounidenses para que no conozcan nada más de China que la historia oficial del régimen», según el documento. La NAS recomendó que todos los Instituto Confucio sean cerrados o reformados.
La falta de transparencia, la amenaza a la libertad académica y el acceso del PCCh al sistema educativo estadounidense —acceso que China no extiende a los programas de Estados Unidos— también fue señalada en un contundente reporte de 2019 del Subcomité Permanente de Investigaciones del Senado de Estados Unidos (PSI).
El documento muestra una «asombrosa falta de transparencia y reciprocidad en la forma en que los Instituto Confucio financiados y controlados por China operan con impunidad en las universidades estadounidenses», según el PSI, quien señaló que el PCCh ha inyectado más de 150 millones de dólares en 100 Instituto Confucio en escuelas secundarias, colegios y universidades de Estados Unidos.
«Casi el 70 por ciento de las escuelas de Estados Unidos con un Instituto Confucio, que recibieron más de 250.000 dólares en un año por los Institutos Confucio, no reportaron apropiadamente esa información al Departamento de Educación», declaró el informe.
Propaganda y control
Los programas del Instituto Confucio son supervisados y controlados por el Ministerio de Educación de China (MOE, en inglés), que es dirigido por el Departamento Central de Propaganda del PCCh. Supervisados por una rama del MOE conocida como Hanban, estos institutos son parte de una iniciativa de propaganda global más amplia para infiltrar escuelas secundarias, colegios y universidades y lavarles el cerebro a los estudiantes estadounidenses para que acepten la propaganda comunista china y mejorar la imagen del PCCh en el extranjero.
Hace unos 12 años, el jefe de propaganda del PCCh de entonces, Li Changchun, describió el Instituto Confucio como «una marca atractiva para expandir nuestra cultura en el extranjero». Según un reporte de Politico de 2018, Li ensalzó las ventajas de la capacidad de propaganda de los Instituto Confucio, argumentando que «ha hecho una importante contribución para mejorar nuestro poder blando. La marca ‘Confucio’ tiene un atractivo natural. Usando la excusa de la enseñanza del idioma chino, todo parece razonable y lógico».
Además no sólo los campus universitarios han sido engañados e infiltrados por el PCCh. El informe bipartidista del PSI, de los senadores Rob Portman (R-Ohio) y Tom Carper (D-Del.), advirtió del rápido crecimiento de las ‘Aulas Confucio’, clases de idioma mandarín financiadas por el PCCh en más de 500 escuelas primarias, medias y secundarias en los Estados Unidos.
«En ausencia de una total transparencia respecto a cómo operan los Instituto Confucio y una total reciprocidad para los esfuerzos de alcance cultural de EE.UU. en los campus universitarios de China, los Instituto Confucio no deben continuar en los Estados Unidos», declaró el senador Portman.
Al igual que el PCCh, los Instituto Confucio están envueltos en el secretismo. En la mayoría de los institutos, los términos del acuerdo están ocultos. Además, «muchos estudiantes de China que estudian en EE.UU., así como los miembros de la facultad creen que los institutos son centros de vigilancia. No hay ninguna prueba positiva de que los institutos sean también centros de espionaje chino contra Estados Unidos, pero prácticamente todos los observadores independientes que los han investigado creen que ese es el caso», destaca el informe de la NAS.
El documento cita varios testimonios extraoficiales que afirman que los Instituto Confucio son «centros de amenazas e intimidación dirigidos a los ciudadanos chinos y chino-americanos, y como cobertura de actividades encubiertas por parte del gobierno chino».
Pero la marea puede estar cambiando para los nefastos Institutos Confucio en Estados Unidos.
Cierres del Instituto Confucio
En 2018, el Congreso promulgó la Ley de Defensa Nacional y Autorización para el año fiscal 2019.
El proyecto de ley, H.R. 5515, incluía instrucciones que impiden a las universidades que albergan los Institutos Confucio participar en ciertos programas financiados por el gobierno federal. Restringe la financiación a las universidades y les exige que proporcionen un registro público de cualquier acuerdo o contrato que tengan con el programa.
En los 15 meses anteriores a mayo de 2019, al menos 15 universidades estadounidenses anunciaron el cierre de sus Instituto Confucio, tras intensificarse la presión política, según Inside Higher Education. Desde la aprobación de la Ley de Autorización de la Defensa Nacional, las universidades tuvieron que decidir entre la financiación de la lengua china del gobierno de Estados Unidos o del régimen chino.
Entre las clausuras recientes figuran las de la Universidad de Massachusetts Boston, la Universidad de Tennessee Knoxville, la Universidad de Minnesota, la Universidad de Indiana-Purdue, la Universidad de Oregón, la Universidad Estatal de San Francisco, la Universidad de Hawai Manoa, la Universidad Estatal de Arizona, la Universidad Estatal de San Diego y la Universidad de Kansas.
En la actualidad, se estima que hay 86 Instituto Confucio, según una lista actualizada por última vez el 1 de mayo de 2020, por la Asociación Nacional de Académicos. Se afirma que seis de ellos se cerrarán más adelante este año.
El PCCh está llevando a cabo una masiva campaña de espionaje y desinformación académica, económica y de comunicaciones contra Estados Unidos y contra las democracias occidentales. Los objetivos de espionaje incluyen instituciones académicas estadounidenses, instituciones gubernamentales y militares clasificadas y empresas de alta tecnología.
Claramente, los Instituto Confucio son un Caballo de Troya; representan una poderosa amenaza a la libertad académica. También sirven para vigilar a los estudiantes chinos que estudian en el extranjero, a los que les puede resultar atractiva la libertad de pensamiento y de expresión.
Todos los Instituto Confucio de Estados Unidos deberían cerrar inmediatamente y todos los «maestros» chinos deberían ser deportados. Esto es una intrusión en la educación superior estadounidense y es el momento de detener la subcontratación de las aulas de las universidades estadounidenses a un régimen extranjero y enemigo como el PCCh. Estados Unidos deben terminar con el acceso irrestricto de China a nuestros centros de investigación y universidades. El Centro del Instituto Confucio de EE.UU., con sede en Washington, D.C., también debería cerrar.
Octavio Nuiry, un estadounidense naturalizado de ascendencia cubana, es un ex columnista del New Orleans Times-Picayune.
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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times
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