La agencia de espionaje de Canadá afirma que las comisarías de policía chinas en suelo canadiense forman parte de una red para localizar a objetivos de alto nivel en el extranjero y reprimir la disidencia, según documentos publicados recientemente.
El documento, obtenido por La Presse a través del régimen de acceso a la información y divulgado el 21 de agosto, afirma que el Servicio Canadiense de Inteligencia de Seguridad (CSIS) cree que las comisarías no son más que un elemento que el régimen chino utiliza para llevar a cabo injerencias en el extranjero.
«Es muy probable que esas comisarías [de policía chinas], establecidas sin la aprobación del gobierno canadiense, tengan por misión ayudar al MPS [Ministerio de Seguridad Pública] a encontrar, vigilar y acosar a los objetivos con base en Canadá de la operación Fox Hunt, una campaña internacional de represión y lucha contra la corrupción de larga duración», dice una traducción oficial del boletín de seguridad del CSIS publicado el 2 de diciembre de 2022.
«Estas ‘comisarías’ no son más que un elemento de la caja de herramientas de injerencia y represión transnacional que lleva a cabo la RPC [República Popular China] en Canadá».
The Epoch Times no ha revisado de forma independiente el documento del CSIS, que al parecer estaba muy censurado.
La existencia de comisarías chinas en Canadá y otros países se reveló públicamente en septiembre de 2022, cuando la ONG española Safeguard Defenders publicó un informe sobre el asunto. El gobierno federal no aclaró si conocía el fenómeno de antemano.
El informe identificaba tres comisarías chinas en Toronto, pero posteriormente se identificaron otras en otros lugares. La Real Policía Montada de Canadá (RCMP) también anunció su investigación sobre otros dos lugares en la zona de Montreal, dando el raro paso de hacer pública una investigación de seguridad nacional.
La RPMC declaró en junio que las comisarías chinas habían interrumpido sus operaciones en Canadá a raíz de las acciones abiertamente perturbadoras de la Policía Montada.
No se han producido detenciones en relación con esta actividad concreta, pero la RCMP imputó a finales de julio a uno de sus exagentes por su presunta participación en la Operación Fox Hunt.
El informe de Safeguard Defenders afirma que el régimen chino utiliza las comisarías en el extranjero para localizar a sospechosos de fraude y persuadirlos para que regresen a China. La ONG afirma que esto forma «parte integrante» de la operación Fox Hunt dirigida por el MPS, que se centra en objetivos de mayor valor.
«Estos métodos permiten al PCCh y a sus órganos de seguridad eludir los mecanismos bilaterales normales de cooperación policial y judicial, socavando así gravemente el Estado de derecho internacional y la integridad territorial de los terceros países implicados», afirma el informe.
Fox Hunt fue lanzada en 2014 por el líder del PCCh, Xi Jinping, como una campaña anticorrupción para repatriar a los funcionarios que han malversado fondos, pero se ha ampliado para atacar a los disidentes, según las agencias de seguridad.
«China describe Fox Hunt como una especie de campaña internacional contra la corrupción, pero no lo es», dijo el director del FBI, Christopher Wray, en 2020.
El Sr. Wray dice que es en cambio un «intento llorón» del Sr. Xi para apuntar a «rivales políticos, disidentes y críticos que buscan exponer las extensas violaciones de los derechos humanos de China».
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