El jefe del servicio de inteligencia exterior de Noruega afirmó que Rusia se ha vuelto más audaz que hace un año a la hora de sabotear sus infraestructuras de petróleo y gas, en su intento de contrarrestar el apoyo occidental a Ucrania.
«El nivel de riesgo ha cambiado», dijo el vicealmirante Nils Andreas Stensoenes, jefe del Servicio de Inteligencia noruego (NIS).
«Nosotros creemos que el sabotaje es más factible, y vemos actos de sabotaje ocurriendo ahora en Europa que indican que ellos se han movido un poco en esa escala», añadió Stensoenes, quien hablaba en una conferencia sobre energía en Stavanger.
Sus comentarios se produjeron pocos días después de que una beluga —que había estado en el centro de las denuncias de que estaba espiando para Rusia sin saberlo— fuera encontrada muerta frente a las costas de Noruega.
Noruega es el mayor proveedor de gas de Europa y uno de los principales exportadores de crudo, procedente de los vastos yacimientos de hidrocarburos del Mar del Norte.
A principios de este año, las agencias de inteligencia noruegas afirmaron que Rusia «podría considerar prudente» llevar a cabo actos de sabotaje contra las infraestructuras de petróleo y gas, algo que el año pasado consideraban improbable.
Noruega es también uno de los miembros fundadores de la OTAN en 1949, y desde que Rusia invadió Ucrania en febrero de 2022, sus vecinos, Finlandia y Suecia, se han unido a la alianza, preocupados por la beligerancia de Moscú.
El vicealmirante Stensoenes, cuya agencia se encarga de recopilar información de inteligencia en el extranjero y de apoyar al ejército noruego, dijo que la nación del presidente ruso Vladimir Putin se había convertido en «más o menos un Estado paria» para Occidente, por lo que tenía poco que perder a la hora de provocar incidentes diplomáticos.
Sin embargo, cree que Rusia se abstendrá de llevar a cabo acciones que puedan desencadenar la cláusula de defensa colectiva de la OTAN.
Tras el sabotaje de los gasoductos Nord Stream en el Mar Báltico en septiembre de 2022, Noruega desplegó buques de la Armada para proteger sus plataformas de petróleo y gas del Mar del Norte.
Moscú niega ser responsable del sabotaje de los dos gasoductos construidos para transportar gas ruso a Europa bajo el mar Báltico, y acusa a Alemania de no llevar a cabo una investigación adecuada.
El mes pasado, los fiscales alemanes dijeron que habían emitido una orden de arresto contra un instructor de buceo ucraniano en Polonia, en relación con el sabotaje del gasoducto Nord Stream en el Báltico.
Noruega tiene 90 yacimientos de petróleo y gas en alta mar y gasoductos submarinos que se extienden a lo largo de 5590 millas, todos ellos difíciles de proteger de un enemigo con importantes recursos militares y submarinos.
En 2022, un cable submarino de telecomunicaciones situado frente a las islas Shetland, en Escocia, resultó dañado en dos ocasiones, dejando a los residentes sin teléfono ni conexión a Internet hasta que pudo ser reparado unos días después.
El analista de defensa británico Tim Ripley declaró entonces a The Epoch Times que dudaba de que los rusos los hubieran cortado deliberadamente.
«Si uno corta todos estos cables, ¿para qué sirviría? Puede que proporcione una gratificación instantánea, pero sus delitos se hacen públicos. En cambio, intervenirlos y utilizar la información para obtener una ventaja significativa, esa es su forma de trabajar».
«Los rusos tienen naves con piscinas al estilo James Bond. Aquellas tiene cascos en el fondo del buque que permiten lanzar drones submarinos en secreto», dijo Ripley.
El 31 de agosto, una beluga —que había sido vista con un arnés atado al cuello en aguas noruegas hace cinco años— fue hallada muerta por un padre y su hijo que pescaban en el sur de Noruega.
La beluga, que había sido apodada Hvaldimir —una combinación de la palabra noruega para ballena y el nombre de pila del presidente Putin— se convirtió en objeto de atención mediática cuando fue descubierta frente a la costa ártica de Noruega en 2019 llevando un arnés, con lo que parecía ser un soporte para una pequeña cámara.
Actualmente, el sabotaje del Nord Stream en el Báltico sigue siendo investigado en Polonia y Alemania.
El mes pasado, una portavoz de la Fiscalía Nacional polaca dijo a The Epoch Times por correo electrónico que en junio las autoridades alemanas enviaron una orden de detención europea directamente a la Fiscalía Regional de Varsovia por el caso del ciudadano ucraniano «Volodimir Z.», relacionada a los procedimientos llevados a cabo contra él en Alemania.
Sin embargo, ella dijo que Volodimir Z. no fue detenido, porque no estaba incluido en una base de datos de personas buscadas, lo que significaba que la Guardia de Fronteras polaca no tenía conocimiento de él ni motivos para detenerlo.
Por ello, a principios de julio pudo salir de Polonia y cruzar la frontera polaco-ucraniana.
Ucrania también niega su implicación.
Rusia ha negado cualquier delito y acusa a los países de la OTAN, como Noruega, de alarmismo.
Su embajada en Oslo no estaba inmediatamente disponible para hacer comentarios sobre los comentarios del vicealmirante Stensoenes.
Con información de Reuters y Associated Press.
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