El intento de fuga en una prisión de Honduras en la madrugada del jueves dejó dos reclusos muertos y tres heridos, informaron las autoridades. El país latinoamericano sufre desde hace tiempo la violencia de las bandas y el hacinamiento en las cárceles.
Según las autoridades, un total de 72 presos participaron en el intento de fuga de la prisión masculina de la localidad de Tamara, a unos 19 kilómetros de la capital hondureña, Tegucigalpa. No aclararon cómo se produjeron las bajas.
La policía militar tuvo que intervenir para hacer frente a la situación. El comandante de la fuerza, coronel Ramiro Muñoz, dijo que uno de los presos murió en la prisión, mientras que el otro falleció poco después, en un hospital cercano.
«Ahora todo está tranquilo y en orden», dijo Muñoz a los medios locales. «Esto no nos hará retroceder, no hay otra cárcel en el mundo donde esto no ocurra».
Muñoz dijo que alrededor de las 4 de la mañana, los presos se atrincheraron dentro de una sección de la prisión para distraer a los guardias. La policía militar respondió, dijo, sin dar más detalles.
Se realizará una investigación forense para disipar cualquier especulación, dijo también Muñoz.
El año pasado, en la prisión de mujeres de Tamara se produjo un motín en el que murieron 46 mujeres. La matanza provocó un sentido llamado a cambiar el sistema penitenciario del país e incluso se habló de si Honduras debería emular a las drásticas prisiones de tolerancia cero y sin privilegios establecidas en el vecino país El Salvador, por el presidente Nayib Bukele.
En junio, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció la creación de una nueva «megaprisión» con capacidad para 20,000 reclusos, en el marco de la ofensiva más amplia del gobierno contra la violencia de las bandas y de los esfuerzos por reformar el sistema penitenciario, que lleva mucho tiempo en crisis.
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