Inversión de EE. UU. en firmas de inteligencia artificial chinas

Independientemente del gran riesgo que implica para nuestra seguridad nacional, firmas estadounidenses invierten capital en la rama de inteligencia artificial china

Por Rafael Marrero
07 de febrero de 2023 6:54 PM Actualizado: 07 de febrero de 2023 7:06 PM

La capacidad de entender y razonar, posible en cualquier persona dotada de un mínimo de inteligencia, parece bastante limitada entre ciertos inversores de Estados Unidos que han decidido apostar por empresas de inteligencia artificial (IA) del régimen comunista chino, nuestro principal rival económico, devenido contrincante militar.

Partiendo de la amenaza que representa la República Popular China (RPC) para nuestro país en términos de seguridad nacional, cualquiera con dos dedos de frente debería darse cuenta de que invertir en firmas chinas dedicadas al sensible sector de la IA constituye un arma de doble filo.

Si de por sí los chinos comunistas no se cortan ni un pelo para robarnos propiedad intelectual en todas las esferas, ¿cómo vamos a impulsar el avance del gigante asiático en el terreno de esta tecnología, que bien usada es una gran maravilla, pero que en sus manos, y en nuestra contra, puede ser altamente peligrosa?

Más allá de su importancia para el desarrollo de las sociedades en sí, la inteligencia artificial tiene para nuestro país esa doble connotación. De hecho, varios expertos en el tema han advertido de que quien lidere el campo de las tecnologías de avanzada, incluida la IA, será quien estará mejor preparado para el llamado nuevo orden mundial.

Con la RPC, claro está, hay competencia en este aspecto; competencia injusta por sus prácticas ilícitas y desleales. Se sobreentiende entonces que no podemos hacerle el juego para que mejoren sus programas informáticos, sistemas de reconocimiento, infraestructuras inteligentes, robots y drones, entre otros usos de esta tecnología.

¿Esto les ha quedado claro a los inversionistas estadounidenses que han participado en numerosas operaciones con empresas chinas de este sector? Pues todo indica que no, a juzgar por un exhaustivo reporte del Centro de Seguridad y Tecnología Emergente (CSET, por sus siglas en inglés), perteneciente a la Universidad de Georgetown.

Participación de inversores estadounidenses en la IA china

Luego de analizar datos provistos por Crunchbase, plataforma que provee información sobre firmas públicas y privadas, el CSET dio la voz de alarma con un informe en el que detalló la participación de 167 inversores de nuestro país en 401 transacciones con 251 corporaciones chinas de inteligencia artificial entre 2015 y 2021.

Un niño señala el robot con inteligencia artificial Poster durante la Conferencia Mundial de Robots 2022 en la Exposición Internacional Beijing Etrong el 18 de agosto de 2022 en Beijing, China. (Lintao Zhang/Getty Images)

Según el reporte, colectivamente, las transacciones que involucran a inversionistas estadounidenses totalizaron 40.2 mil millones de dólares, lo que equivale al 37 % de los 110 mil millones de dólares recaudados por todas las empresas chinas de esa rama en el período mencionado.

Haciendo un desglose de las 401 transacciones de inversión con participación estadounidense, se supo que 107 provinieron exclusivamente de inversionistas estadounidenses por un monto de 7.45 mil millones de dólares. En cuanto a las inversiones mixtas, realizadas por inversores locales y chinos, trascendió que estas sumaron 21.4 mil millones.

Usos del capital estadounidense en firmas de IA chinas

 Aunque no se sabe qué porción exacta provino de cada inversor estadounidense, sí se supo que el 91 % de las transacciones se realizaron en etapas tempranas de la inversión de capital de riesgo (VC, por sus siglas en inglés) y que, aparte del dinero en sí, puede que haya habido otros beneficios agregados.

«Las inversiones de VC en las primeras fases, en particular, pueden proporcionar beneficios intangibles más allá del capital, díganse tutoría, entrenamiento, reconocimiento del nombre y creación de redes de oportunidades», señaló el documento de 68 páginas.

En ese mismo sentido, puntualizó que la actividad financiera, los nexos comerciales y la experiencia que se transfiere de los financiadores de EE. UU. a las empresas objetivo del ecosistema de IA chino, suelen tener repercusiones que se extienden más allá del sector empresarial.

Básicamente, «el régimen de control de inversiones teme que el capital estadounidense fluya hacia entidades chinas que están apoyando activamente al Ejército chino», subrayó el texto, sin dejar de reconocer que otras preocupaciones tienen que ver con la salvaguarda de nuestra cadena de suministros, especialmente a raíz de la pandemia del COVID-19.

Principales inversionistas de EE. UU. en el ecosistema de IA chino

A raíz del escrutinio realizado por Crunchbase, igualmente trascendió que los 10 principales inversionistas estadounidenses en el ecosistema de IA chino fueron: GGV Capital (43 transacciones), SOSV (38), GSR Ventures (33), BlueRun Ventures (20), DCM Ventures (16), Qualcomm Ventures (13), Walden International (12) e Intel Capital, HAX y GL Ventures (11 cada uno).

Adicionalmente, se supo que algunas de las inversiones más grandes realizadas en el período de 2015 a 2021 provinieron de Goldman Sachs, y que Cathay Innovation, Lightspeed Venture Partners, iFlytek y Microsoft, también salieron a relucir en la investigación por haber invertido en al menos una firma de este sector.

El reporte del CSET asimismo expuso un dato que denota aún más la gravedad de esta situación. Resulta que 22 de las 251 empresas de IA chinas que recibieron inversión de EE. UU. son miembros de la Alianza de la Industria de Inteligencia Artificial, red de innovación del mismísimo Gobierno de Xi Jinping.

Un niño señala el robot con inteligencia artificial Poster durante la Conferencia Mundial de Robots 2022 en la Exposición Internacional Beijing Etrong el 18 de agosto de 2022 en Beijing, China. (Lintao Zhang/Getty Images)

Precisamente en torno a esa amenaza, «el asesor de seguridad nacional, Jake Sullivan, dijo [en septiembre de 2022] que la IA es una de varias tecnologías «multiplicadoras de fuerza» y, como tal, el liderazgo en este campo es un imperativo de seguridad nacional, [de ahí que], Estados Unidos debe mantener tanta ventaja como sea posible».

Planes de China en la rama de la inteligencia artificial

Hace cinco años, el líder chino, Xi Jinping, reconoció que uno de los propósitos fundamentales de su país es acelerar el desarrollo de inteligencia artificial, sector al que considera un punto de partida estratégico para que China «gane la iniciativa en competencia científica y tecnológica».

En función de esa meta, Beijing adoptó un enfoque para coordinar ese esfuerzo en las agencias gubernamentales y puso en práctica el Plan IA 2017, orientado a impulsar el desarrollo de esta tecnología a nivel nacional y también en función de la competencia internacional.

Según el reporte en cuestión, dicho plan estableció una progresión de tres etapas: para 2020, la industria de IA china estaría en línea con los países más avanzados (con una producción bruta superior a 22.5 mil millones de dólares); para 2025, alcanzará un nivel de líder mundial en algunos campos de IA (con 60.3 mil millones de dólares), y para 2030, se convertirá en el principal centro de innovación del mundo (con 150,800 millones de dólares).

rafaDatos de 2021 suministrados por Crunchbase dan cuenta de que la RPC ya dispone de más de 1600 firmas especializadas en esta tecnología, hecho que la ubica en el segundo puesto a escala mundial, por detrás de Estados Unidos.

Peligros de la inversión estadounidense en la tecnología china

En el plano económico, con el aporte de capital y conocimiento de nuestra parte, los chinos podrán materializar sus metas en esta industria más fácil y rápidamente, por ende, estarán en una mejor posición, comercialmente hablando, con los beneficios que ello conlleva.

A eso hay que añadir el hecho de que algunas de las corporaciones chinas que han sido beneficiadas con dinero estadounidense no solo han crecido en este campo, sino que también se han vuelto competencia para sus inversores.

El reporte del CSET ejemplificó con el caso de Horizon Robotics, firma china que «parece estar compitiendo con Intel en el desarrollo de chips de IA de grado automático. En esencia, el soporte de Intel para Horizon Robotics puede haber ayudado a la empresa [china] a competir mejor con [la propia] Intel».

En el plano defensivo, entretanto, cabe mencionar que de las 12 aplicaciones militares de IA que China está desarrollando, al menos cinco son parte integral de la misión de su Ejército: satélites inteligentes, vehículos autónomos, y software de inteligencia, vigilancia y reconocimiento, de ciberataque automatizado y electrónico cognitivo.

Tanto es así que un informe de Político sobre el tema señaló: «El Ejército chino está «inteligenciando» la guerra mediante la compra de sistemas de inteligencia artificial para todo tipo de aplicaciones. Al mismo tiempo, encontramos razones para ser escépticos ante las predicciones más ominosas sobre los esfuerzos de China para automatizar completamente la guerra a través de armas similares al “día del juicio final”».

Dicho esto, es evidente la gran lucha que tenemos por delante. Con la RPC tratando de eliminar nuestra superioridad en tecnologías avanzadas, y posicionándose muy bien de cara a su fin de convertirse en el líder mundial en IA, no nos queda más alternativa que acelerar la toma de decisiones y la ejecución de medidas al respecto.

Ya lo dijo el Departamento de Defensa de Estados Unidos en su reporte “Estrategia de Defensa Nacional 2022”: China es el principal desafío, de ahí que las firmas que absurda y peligrosamente vuelcan capital en el país asiático, deban ser más cautelosas ante el reto lanzado por Beijing. En este caso en particular, más que en ningún cualquier otro, la inteligencia humana debería sobrepasar la artificial.


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Las opiniones expresadas en este artículo son propias del autor y no necesariamente reflejan las opiniones de The Epoch Times

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