SAN DIEGO —Un tipo de «hongo mágico» está ganando interés en Estados Unidos, pero científicos de la Universidad de California-San Diego (UCSD) advirtieron el 10 de junio que tal vez no sea el que la gente cree que está comprando.
En un artículo publicado el lunes en la revista American Journal of Preventive Medicine, los científicos de la Escuela Herbert Wertheim de Salud Pública y Ciencia de la Longevidad Humana de la UCSD sugieren que el creciente mercado de la Amanita muscaria «puede deberse en parte a las investigaciones clínicas emergentes que respaldan la seguridad y eficacia de la psilocibina como tratamiento para la depresión», escribió un portavoz de la universidad.
Al igual que las más famosas psilocibinas, los hongos Amanita muscaria tienen efectos psicotrópicos, como sensación de ingravidez, hipersensibilidad visual y auditiva, distorsión del espacio, falta de conciencia del tiempo y alucinaciones de colores.
Sin embargo, escriben los autores, los compuestos psicotrópicos también pueden ser más tóxicos que el fentanilo, la cocaína y el PCP, según una revisión de estimaciones de estudios con ratones. No obstante, las gomitas y chocolates que contienen estos compuestos se comercializan con afirmaciones relacionadas con la salud, como la disminución de la ansiedad, la depresión y otras afecciones, a menudo mediante vagas referencias a estudios clínicos relacionados con la psilocibina, que no es tan tóxica y produce efectos psicotrópicos diferentes.
«Existe un gran interés por el potencial terapéutico de la psilocibina, y con razón. Pero, al mismo tiempo, una industria creciente puede estar tratando de capitalizar este interés, comercializando otros hongos», afirma Eric Leas, profesor adjunto de la Escuela Wertheim y autor principal del artículo. «Por ejemplo, algunos fabricantes están llamando a los productos de Amanita muscaria ‘gomitas de hongos mágicos’ y no revelan qué hongo contienen, o no dejan claro que la Amanita muscaria es un hongo diferente a la psilocibina y que esencialmente no tiene evidencia clínica que apoye su uso como terapia».
Los compuestos de los hongos actúan de forma diferente. La psilocibina es un antidepresivo que se une principalmente a los receptores de serotonina, activando una vía neuronal que media en la felicidad y el optimismo. La Amanita muscaria, sin embargo, es un depresor, similar al alcohol y las benzodiacepinas, que suprimen el sistema nervioso central.
«Puede que la Amanita muscaria tenga cierto potencial farmacéutico, pero el muscimol no tiene los mismos efectos en el organismo que la psilocibina, por lo que probablemente no tendría las mismas aplicaciones terapéuticas si alguna vez se desarrollara», afirma el Sr. Leas. «Por esta razón, es engañoso no distinguir claramente entre muscimol y psilocibina.
«Si alguien da su consentimiento para una experiencia psicodélica, tiene derecho a saber qué sustancia está tomando y a recibir información precisa sobre sus posibles beneficios y riesgos para la salud», afirmó.
El problema se ve agravado por la falta de regulación federal de la Amanita muscaria, que no figura en la lista de sustancias controladas, salvo en Luisiana. Comparativamente, la psilocibina es una droga de la Lista 1, por lo que su fabricación, distribución, importación/exportación, posesión y uso son ilegales. En 2017, la FDA consideró la sustancia una «terapia innovadora» y, en 2023, suavizó las restricciones sobre la sustancia para permitir ensayos clínicos.
Sin embargo, según los autores del informe, a menudo se comercializa como suplemento dietético, productos regulados por la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos y la Comisión Federal de Comercio.
«Hemos descubierto que muchos fabricantes utilizan etiquetas de suplementos, incluidos los paneles de ‘Información sobre suplementos'», dijo el Sr. Leas. «Sin embargo, hay un proceso para sacar un suplemento al mercado que implica presentar datos de seguridad y presentar una solicitud, y no podemos encontrar ninguna evidencia de que ninguno de estos fabricantes haya pasado por este proceso, y esto hace que los productos actuales vendidos de esta manera sean ilegales».
Los autores recomiendan a la FDA que incluya la Amanita muscaria en la lista de sustancias controladas o, en su defecto, que tome precauciones como establecer restricciones de edad, normas de dosificación precisas, envases a prueba de niños y una comercialización dirigida a adultos y no a niños.
A los investigadores también les gustaría que los profesionales de la salud mental ayudaran a sus pacientes a distinguir entre psilocibina y Amanita muscaria.
Según los autores, «las empresas que fabrican estos productos están sobrepasando los límites de nuestra normativa», escriben en el informe. Se están saliendo con la suya ganando dinero hasta que alguien les diga que no pueden hacerlo». Dados los riesgos sustanciales asociados al uso de productos de Amanita muscaria, se trata de un mercado en el que el comprador debe tener cuidado y en el que los consumidores corren riesgos y no están bien informados. Ha llegado el momento de dar una primera respuesta de salud pública».
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