Inyectar cocaína a cachorros beagle es lo último de una serie de experimentos en animales financiados por los contribuyentes, divulgó el organismo de control sin fines de lucro White Coat Waste Project (WCW).
El WCW obtuvo los documentos a través de la Ley de Libertad de Información (FOIA), revelando que el Instituto Nacional de Salud (NIH) y el Instituto Nacional de Abuso de Drogas (NIDA), que a su vez es parte del NIH, gastaron USD 2.3 millones en fondos de los contribuyentes para mantener a los perros infundidos con un “compuesto experimental” de drogas que incluían cocaína.
Según Amanda Nieves en su artículo para WCW, se filmaron experimentos que se realizaron desde septiembre de 2020 hasta septiembre de 2021 y desde marzo de 2020 hasta marzo de 2021 para observar reacciones adversas.
Los experimentos fueron contratados por SRI International, dijo Nieves, que WCW informó en 2021 como el instituto que estaba quitando los ladridos a los beagles cortándoles las cuerdas vocales para que los perros no pudieran ladrar, aullar o llorar durante un experimento.
También en 2021, WCW expuso los experimentos del NIAID en beagles que involucraron que pulgas de arena se comieran vivos a los perros, así como los experimentos que involucraron la alimentación forzada de 44 cachorros beagle con una droga experimental antes de matarlos y diseccionarlos.
La chaqueta de cocaína
El propósito de los experimentos más recientes del NIH fue estudiar la interacción entre una droga experimental y la cocaína atando a los cachorros a un artilugio de chaqueta que mantiene una infusión de cocaína en sus venas mientras se les administra otra droga.
“El objetivo de este estudio es evaluar la seguridad cardiovascular de un fármaco (artículo de prueba) administrado a través de una sonda oral y una droga de abuso intravenosa (artículo de interacción), por ejemplo, cocaína o metanfetamina, en perros beagle telemedidos que se mueven libremente sin restricciones y para recolectar sangre para bioanálisis”, dice la página 12 del documento obtenido por la FOIA.
Según el NIDA en una declaración a continuación, los experimentos son para probar un medicamento para tratar el «trastorno por uso de cocaína» en humanos porque «a diferencia de los trastornos por uso de opioides, actualmente no existen tratamientos con medicamentos aprobados por la FDA para los trastornos por uso de estimulantes».
Cuando se completan los experimentos, los perros son sacrificados o utilizados para otros experimentos, dijo WCW.
Según WCW, debido a que SRI International, un grupo de investigación con sede en Menlo Park, California, no tenía el equipo correcto, el instituto subcontrató los experimentos a Charles River Laboratories International, Inc., que es la compañía farmacéutica con sede en Wilmington, Massachusetts a la que el Departamento de Salud y Servicios Humanos pagó USD 13.5 millones para mantener monos en Morgan Island en Carolina del Sur para ser utilizados para los «experimentos insoportables» del NIAID.
WCW divulgó documentos en octubre de 2021 que exponen los experimentos en monos rhesus que involucraron inyectar monos con varias enfermedades infecciosas, como el ébola y el virus Lassa, que provocan hemorragia, dolor, daño cerebral, pérdida del control motor e insuficiencia orgánica mientras se retuvo el alivio el dolor.
‘Inercia institucional’
“El NIH, incluida sus divisiones, como el Instituto Nacional de Abuso de Drogas y el NIAID, están desarrollando medicamentos experimentales y luego, para obtener la aprobación de la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos) para esos medicamentos, están encargando pruebas adicionales en animales para comenzar ese proceso”, dijo Justin Goodman, vicepresidente de defensa y política pública de WCW, a The Epoch Times.
Según un informe de WCW de julio de 2021 , aunque la FDA no requiere que se prueben medicamentos experimentales en perros, la FDA ha emitido guías frecuentes que apuntan a los experimentadores hacia el uso de otras especies que no sean roedores, específicamente perros.
El NIH y sus divisiones continúan usando perros, a pesar de que el propio NIH ha declarado que 9 de cada 10 medicamentos que pasan las pruebas en animales fallan en humanos porque no funcionan o son peligrosos, dijo Goodman.
Goodman compartió un documento del NIH que establece en su primer párrafo que el 90 por ciento de los medicamentos probados en animales fallan.
“Entonces, tienes esta inercia institucional que está perpetuando estos experimentos derrochadores y crueles con perros y otros animales dentro del gobierno federal”, dijo Goodman.
La FDA exige una especie de roedor y otra no roedora para probar medicamentos experimentales, dijo Goodman, y las especies no roedoras suelen ser cachorros de beagle.
“La razón que da el Departamento de Salud y Servicios Humanos en su sitio web para usar beagles es que son pequeños y dóciles, lo que significa que es fácil abusar de ellos”, dijo Goodman.
Los animales se utilizan en estos experimentos para probar los límites de la toxicidad de un fármaco.
“Básicamente, dosifican a especies de roedores y no roedores con cantidades cada vez mayores de cualquier fármaco experimental para ver en qué momento se enferman o mueren”, dijo Goodman.
Los patrocinadores de medicamentos interesados en reducir las pruebas con animales en sus experimentos pueden reunirse con la FDA para discutir alternativas, sin embargo, Goodman dijo que no hay ningún registro de que el NIH de argumentos para evitar los experimentos con animales.
“En cambio, simplemente volvieron a caer en los malos hábitos y confiaron en continuar envenenando a los cachorros en lugar de buscar formas más eficientes y efectivas de obtener la aprobación de sus medicamentos”, dijo Goodman.
Rendición de cuentas y transparencia
La misión declarada de WCW es brindar responsabilidad y transparencia al uso de los fondos de los contribuyentes a través de subvenciones y contratos federales que los experimentadores con animales aprovechan “a un gran costo para los contribuyentes sin producir nada de valor, drenando recursos de investigación significativa y programas de salud pública”.
El WCW está compuesto por defensores, científicos, médicos y estrategas políticos que inician tácticas de base, campañas mediáticas, coaliciones y enfoques legales para poner fin a los USD 20,000 millones en gastos en experimentación con animales.
Exigen respuestas; Fauci en silencio
El descubrimiento de los experimentos con animales por parte de WCW llevó a 24 legisladores estadounidenses en octubre de 2021 a exigir respuestas del Dr. Anthony Fauci, director del NIAID y principal asesor médico del presidente Joe Biden.
La representante Nancy Mace (R-S.C.) presentó una legislación en diciembre de 2021 que pondría fin a los experimentos «barbáricos» del NIAID con perros.
La Ley de prevención del abuso y el desperdicio de animales (PAAW) de 2021 evitaría que Fauci realice o apoye investigaciones que podrían provocar la muerte, daños irreversibles, dolor significativo o angustia contra los perros.
El proyecto de ley, que cuenta con apoyo bipartidista, también requiere que el NIAID informe al Congreso sobre los experimentos en marcha con perros, su plan para eliminar gradualmente las pruebas con perros y cuánto dinero se gasta en los experimentos.
Hasta la fecha, Fauci no ha respondido a los legisladores.
Respuesta de la NIDA
Un oficial de prensa del NIDA respondió a la solicitud de comentarios de The Epoch Times al NIH indicando que los experimentos son para “probar la seguridad de una nueva droga para el tratamiento del trastorno por consumo de cocaína antes de pasar a un estudio en humanos”.
El portavoz dijo que el NIH garantiza el bienestar de los animales utilizados y “cuando sea posible, reduce su uso”.
Las propuestas para el uso de los animales pasan por “un riguroso proceso de revisión para evaluar su mérito científico y técnico, que incluye una evaluación de los planes de los solicitantes para la protección de los animales de investigación”.
El portavoz dijo que los revisores examinan la justificación para experimentar con animales y si se pueden usar modelos alternativos.
Los animales están protegidos por leyes, reglamentos y políticas, dijo el vocero.
Las instituciones que reciben fondos del NIH para realizar experimentos con animales deben cumplir con la Política del Servicio de Salud Pública sobre el Cuidado Humanitario y el Uso de Animales de Laboratorio, la Guía para el Cuidado y Uso de Animales de Laboratorio, y las reglamentaciones de la Ley de Bienestar Animal.
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