El Índice de Precios de Consumo (IPC) publicado hoy muestra que los precios promedio de los bienes subieron un 0.1 por ciento en noviembre respecto a octubre, y aumentaron un 7.1 por ciento en términos anuales, lo que revela un enfriamiento de la expansión inflacionista, tal como esperaban los economistas, aunque los precios persisten en niveles máximos de décadas.
El IPC, el barómetro de la inflación más adoptado, registró una subida mensual del 0.5 por ciento en los alimentos, mientras que la energía bajó un -1.6 por ciento, según datos de la Oficina de Estadísticas Laborales de EE. UU. La media de 12 meses alcanzó un máximo el pasado mes de junio, cuando se situó en el 9.1%, pero desde entonces no ha dejado de enfriarse tras las subidas de las tasas de interés por parte de la Reserva Federal y el descenso general de la demanda económica. La demanda se había disparado después de que se relajaran los cierres relacionados con la pandemia en todo el país y a escala internacional.
Los precios de los vehículos nuevos no registraron cambios respecto al mes pasado, pero subieron un 7.2% en comparación con 2021, mientras que los de la vivienda subieron un 0.6% mensual y un 7.1% anual.
La electricidad bajó un -0.2% en noviembre respecto al mes anterior, mientras que la ropa aumentó un 0.2%. Los costes de los servicios de transporte y de atención médica bajaron un -0.1% y un -0.7%, respectivamente.
Cuatro de los seis principales índices de grupos de alimentos de los supermercados aumentaron durante el mes, ya que las frutas y verduras subieron un 1.4%, tras caer un 0.9% en octubre. Los precios de los cereales y la panadería subieron un 1.1%, mientras que los de los productos lácteos y afines aumentaron un 1% en noviembre. La carne, las aves, el pescado y los huevos bajaron un 0.2% en el mes, tras subir un 0.6% en octubre.
La gasolina bajó un 2% en noviembre, pero subió un 10.1% en el año. Según el promedio nacional de la AAA, el precio nacional actual de la gasolina es de 3.245 dólares.
Se prevé una subida de los mercados
Se espera que los mercados experimenten una subida con la bajada de las tasas de inflación. Los analistas de JPMorgan sugieren una fuerte subida, según Bloomberg. La predicción es que el índice de referencia S&P 500 suba entre un 4.0 y un 5.0% si el IPC de noviembre registra entre un 7.0 y un 7.2%.
«La lógica aquí es que no solo la inflación se está disipando, sino que su ritmo se está acelerando», escribió Andrew Tyler, de la mesa de operaciones del banco de inversión, en una nota citada por Bloomberg. «Esto daría cada vez más confianza a las previsiones de que la inflación general caiga ~3 por ciento en 2023. Además, si la inflación se sitúa en el 3 por ciento, independientemente de las condiciones del mercado laboral, parece poco probable que la Fed mantenga el tipo terminal en el 5 por ciento. Cualquier giro de la Fed desgarrará la renta variable».
Tyler añadió que las cifras del IPC tienen el potencial de determinar la dirección del mercado hasta la publicación de los beneficios de Jauary. «El posicionamiento de la renta variable es menos ligero, pero sigue siendo históricamente bajo; los inversores parecen tener la opinión de que este informe viene en línea o es ligeramente moderado”.
El índice S&P 500 cerró el lunes en 3990.56 puntos.
Las políticas de la Fed y los ingresos estadounidenses
Se espera que la Reserva Federal reduzca las subidas de tasas a un incremento de 50 puntos básicos, según el discurso pronunciado por el presidente de la Fed, Jerome Powell, en la Brookings Institution el 30 de noviembre.
«Creemos que moderar el ritmo en este momento es una buena forma de equilibrar los riesgos», dijo Powell. «El momento de moderar el ritmo de subidas de tasas podría llegar en la reunión de diciembre», que tendrá lugar los días 13 y 14 de diciembre.
El rango objetivo de los fondos federales es actualmente del 3.75-4.0 por ciento, y los economistas estiman que el banco central seguirá subiendo las tasas hasta que el objetivo alcance el 5.0 por ciento o más.
A principios de 2020, el promedio de 12 meses del IPC era del 2.5%. En enero de 2021, era del 1.4%. En enero de 2022, se había disparado hasta el 7.5%, y se ha mantenido por encima de ese nivel durante todo el año, hasta ahora.
Desde el repunte de la inflación, la familia media estadounidense ha perdido 6100 dólares en ingresos reales anuales, según EJ Antoni, investigador de economía regional de The Heritage Foundation. Además, la subida de las tasas de interés les ha hecho perder 1300 dólares al año.
«Esto ha costado a las familias 7400 dólares en ingresos durante el mandato de Biden», afirmó.
A pesar del enfriamiento de la inflación, los precios al consumidor de los productos básicos siguen siendo considerablemente más altos que hace un año, y muchos continúan subiendo, lo que supone un duro golpe para las finanzas diarias de un hogar estadounidense.
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