Una de las cosas que me ha hecho más humilde en los últimos años es darme cuenta de que a menudo solo estoy a medias en todo lo que hago. Rara vez voy con todo.
Por ejemplo, puedo unirme a un programa de entrenamiento con la idea de probarlo, pero no estoy seguro de poder hacerlo. Entonces, cuando las cosas empiezan a ponerse difíciles o abrumadoras, puede que empiece a buscar la salida o a esconderme para no tener que pasar vergüenza. Estar a medio camino significa tener que buscar una salida.
Otro ejemplo: Me comprometo a meditar todos los días. Pero, cuando estoy meditando, en vez de estar plenamente en la meditación, estoy esperando a que termine o dándome razones para terminar antes. Luego, a los dos días, puede que realmente no sienta ganas y, decida saltármela. Luego encuentro razones para seguir omitiéndola. Esto ocurre incluso al poco tiempo de haber iniciado esta actividad.
La mayoría de nosotros hacemos esto en casi todo lo que realizamos. Y tiene un efecto realmente negativo en lo que sea que estemos haciendo, así como en nuestra confianza en nosotros mismos.
¿Tiene que ser así? Echemos un vistazo a lo que significa estar dispuesto a ir con todo y por qué rara vez lo hacemos. Y luego veremos cómo ir con todo puede crear algo poderoso en su vida.
Que es ir con todo
Algunos de nosotros tenemos la experiencia de «ir con todo» en algún momento de nuestras vidas. He aquí algunas áreas de la vida y experiencias que podrían ser ciertas para usted:
1. Sus hijos: no va a abandonarlos cuando no se comportan como le gustaría.
2. Su matrimonio: hay un determinado grupo de personas que están totalmente comprometidas y hacen lo que sea para solucionar sus problemas, aún cuando sean realmente graves. Hay otros que se preparan para salir corriendo cuando estallan los grandes problemas. ¿Cuál es usted?
3. Mejor amigo: tal vez tenga un mejor amigo con el que está totalmente comprometido, para el que estará ahí pase lo que pase y al que nunca abandonará, ni siquiera cuando arremete contra usted y no se comporta de forma ideal.
Si se siente identificado con una de estas situaciones ─como tener hijos─, imagine cómo sería tener ese tipo de compromiso total con lo que sea que haga.
Imagine trabajar en un proyecto creativo y no tener ninguna duda de que lo completará. Incluso cuando las cosas se ponen difíciles, enfrentarse a las dificultades. Inclusive cuando tenga ganas de rendirse, no se conceda esa opción. Aun cuando se pierda por unos días, vuelva sin cuestionarse nada. Aunque muera sin haber completado el proyecto, morirá sabiendo que lo dio todo.
Pueden surgir dudas, pero son de esperar. Su corazón está totalmente en ello. Esto es entrega total.
Por qué lo evitamos
Rara vez nos permitimos participar porque es difícil y aterrador.
No creemos que podamos hacerlo. No creemos que seamos lo suficientemente fuertes. Tenemos muchas pruebas de que lo arruinaremos, basándonos en experiencias pasadas. No confiamos en nosotros mismos.
No confiamos en la otra persona. Tememos lo que realmente piensan de nosotros, o pensamos que nos abandonarán, nos lastimarán o nos decepcionarán. Una vez más.
No creemos que podamos resolver los problemas difíciles. Los sentimos intratables, abrumadores o fuera de nuestro control. Odiamos no tener el control total.
Es más fácil huir. Pero eso deja sin utilizar todo nuestro corazón y nuestro poder.
El poder que se crea si va con todo
Lo que encontrará si va con todo:
1. Un compromiso más profundo crea una confianza más profunda.
2. Los mejores resultados que es capaz de lograr.
3. Transformación: podrá hacer cosas que no podía o convertirse en quien no era.
4. Relaciones más profundas, con más confianza.
5. Una relación más profunda consigo mismo, con más confianza.
6. Darse cuenta de que no necesitaba buscar una salida.
7. Una entrega más profunda a lo que le interese.
Por supuesto, una entrega más profunda no significa permanecer en una relación abusiva o en algo que sea dañino para usted. Significa que cuando quiere huir de algo sano y significativo, se mantiene firme y encuentra algo más profundo en su interior para seguir adelante.
¿Qué haría eso por los proyectos que son más importantes para usted? ¿Por las relaciones que más le importan? ¿De qué otra manera actuaría para alcanzar su propósito en la vida?
Cómo practicar
Esta no es una lista de expectativas por las que deba juzgarse. Se trata de practicar la profundización.
Así es como puede practicar:
1. Observe las situaciones en las que está buscando una salida. ¿En donde está comprometiéndose solo a medias?
2. Dese cuenta usted cómo afecta esto a su vida, a las personas con las que se relaciona y a lo que le importa.
3. Perciba los miedos que le mantienen buscando la salida. ¿Puede estar con esos miedos como si solo fueran una sensación en su cuerpo?
4. Pregúntese que es lo que quiere hacer a partir de esos miedos: huir, esconderse, expulsar a alguien de su vida, renunciar, etcétera. ¿Puede sostener esos miedos con amor y reconocerlos como algo que ha creado para protegerse?
5. Cuando aparezcan los miedos, intente detenerse. Tome conciencia de lo que quiere hacer y reconozca que esto es solo un mecanismo de seguridad. Respire. Acompañe al miedo. Dele amor.
6. A continuación, observe qué más puede surgir si no huye.
No es una práctica fácil. Le recomiendo encarecidamente que busque apoyo. Cuente a sus amigos y seres queridos en qué está trabajando. Busque a otras personas que se enfrenten a retos similares.
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