El Jefe del Estado Mayor Conjunto, el general del ejército estadounidense Mark A. Milley, el máximo oficial uniformado del ejército estadounidense, dijo que aunque el ataque con misiles de Irán del miércoles no causó ninguna baja, cree que su intención era matar a personal estadounidense y causar daños significativos en la base aérea de Al Asad.
Irán disparó el miércoles una lluvia de misiles contra dos bases militares iraquíes, la base aérea de Al Asad en la provincia de Anbar y Erbil en la región autónoma kurda, ambas albergan fuerzas estadounidenses, en una aparente respuesta al reciente asesinato del general militar iraní Qassem Soleimani el 2 de enero, ordenado por el presidente Donald Trump.
Hablando con los reporteros en una sesión informativa del Pentágono, Milley y el Secretario de Defensa Mark Esper, al parecer descartaron las sugerencias de que Irán no tenía la intención de matar a los americanos con sus misiles, informó Military.com. Ambos también indicaron que no sacarán conclusiones sobre si Irán llevaría a cabo ataques adicionales, añadiendo que analistas profesionales de inteligencia trabajan en una evaluación final de los últimos ataques de Irán.
Esper dijo que cree que los misiles «fueron intencionales, considerando que los puntos objetivos fueron alcanzados,» reportó el medio de comunicación.
Mientras tanto, Milley señaló que los misiles tenían de 1000 a 2000 libras, (450 a 900 kg) cada uno con un significativo poder explosivo y «radio de muerte», informó Reuters.
«Los puntos de impacto estaban lo suficientemente cerca del personal y el equipo que creo, basado en lo que vi y lo que sé, que tenían la intención de causar daño estructural, destruir vehículos y equipo y aviones, y matar al personal. Esa es mi propia evaluación personal», señaló Milley. «Pero el análisis está en manos de analistas de inteligencia profesionales. Así que están mirando eso».
Milley señaló que las bases como al-Asad tienen planes de dispersión, búnkeres y equipo de protección para ayudar a proteger a las fuerzas que son atacadas. Elogió a los comandantes militares en el terreno por tomar medidas que garantizan la seguridad de las tropas.
Esper afirmó que Irán lanzó un total de 16 misiles balísticos desde tres lugares de Irán a Irak, cuatro de los cuales fallaron en su vuelo.
Según el Pentágono, al menos 11 de los 16 misiles impactaron en la Base Aérea de Al Asad a unas 175 millas (280 km) de la frontera entre Irak e Irán, mientras que al menos uno impactó en una instalación militar cerca de Irbil, a unas 60 millas (97 km) de la frontera con Irán. En ambos lugares se encontraban fuerzas estadounidenses y de la coalición, incluidas las del Reino Unido, Dinamarca y Canadá.
El entendimiento de Esper y Milley sobre los ataques, tal como fue transmitido a los reporteros el miércoles, contrastaba con una serie de informes noticiosos anteriores ese mismo día que sugerían que Irán «calibró» su ataque con la intención de causar un daño mínimo a las tropas estadounidenses.
El jueves por la mañana Trump expresó en un discurso televisado desde la Casa Blanca que los estadounidenses deberían estar «extremadamente agradecidos y felices» de que ningún estadounidense resultara dañado en el ataque.
«No sufrimos ninguna baja, todos nuestros soldados están a salvo y solo se produjeron daños mínimos en nuestras bases militares», explicó Trump.
«Nuestras grandes fuerzas americanas están preparadas para cualquier cosa. Parece que Irán se está retirando, lo que es bueno para todas las partes involucradas y muy bueno para el mundo», añadió Trump. «No se perdieron vidas estadounidenses o iraquíes debido a las precauciones tomadas, la dispersión de las fuerzas y un sistema de alerta temprana que funcionó muy bien. Celebro la increíble habilidad y el coraje de los hombres y mujeres de Estados Unidos en uniforme».
El Ministro de Asuntos Exteriores iraní, Mohammad Javad Zarif, manifestó que los últimos ataques de Irán «concluyeron» la respuesta de Teherán al asesinato de Soleimani.
«No buscamos una escalada o una guerra, sino que nos defenderemos de cualquier agresión», escribió Zarif en Twitter el miércoles.
Soleimani era considerado el artífice de las actividades de influencia extranjera del régimen iraní en Medio Oriente como jefe de la Fuerza Quds, una unidad de élite dentro del Cuerpo de Guardias Revolucionarios Islámicos de Irán (IRGC). El IRGC se encarga de las operaciones militares extraterritoriales de Irán, incluyendo las actividades para expandir la influencia iraní en Siria y los ataques con misiles a Israel. Estados Unidos designó al IRGC como grupo terrorista en abril de 2019.
El Pentágono mencionó en una declaración el 2 de enero que Soleimani estaba «desarrollando activamente planes para atacar a diplomáticos estadounidenses y miembros del servicio en Irak y en toda la región», y que él y la Fuerza Quds «fueron responsables de la muerte de cientos de miembros estadounidenses y del servicio de la coalición y de las heridas de miles».
Reuters contribuyó a este informe.
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