El 3 de marzo, Irán liberó temporalmente a más de 54,000 reclusos en una medida para evitar la propagación del nuevo coronavirus, ya que el número de muertos en el país aumentó a por lo menos 77, matando a 23 miembros del parlamento iraní.
Solo los reclusos que habían dado negativo en las pruebas de COVID-19 —la enfermedad causada por el coronavirus— y que habían pagado la fianza han sido liberados, dijo el portavoz judicial Gholamhossein Esmaili a los periodistas el martes. La cifra asciende a aproximadamente una quinta parte de la población carcelaria de Irán.
Los «prisioneros de seguridad» con una condena de más de cinco años de prisión, o aquellos considerados como un peligro para el público, no fueron liberados, dijo.
La decisión se tomó cuando el viceministro de Salud de Irán, Alireza Raisi, anunció el martes en la televisión estatal que 77 personas habían muerto y que 2336 habián sido infectadas por el nuevo coronavirus en Irán. El número de casos confirmados de infección por COVID-19 aumentó bruscamente desde el total de 1501 del 2 de marzo.
Tanto Irán como Italia tienen el mayor número de muertes por el coronavirus fuera de China, donde se originó el virus.
Esmaili dijo que Nazanin Zaghari-Ratcliffe, una mujer británico-iraní de 41 años de edad condenada por cargos de espionaje, así como un número de prominentes prisioneros políticos iraníes, podrían ser liberados de prisión.
Zaghari-Ratcliffe ha dado negativo en las pruebas de coronavirus, dijo Irán al Ministerio de Asuntos Exteriores del Reino Unido, después de que su marido dijera el sábado que creía que ella había contraído la enfermedad en la prisión de Evin en Teherán. Afirmó que las autoridades se negaban a hacerle la prueba del virus.
«Sé que necesito tomar un medicamento para mejorar», dijo Zaghari-Ratcliffe al Times de Londres el lunes.
Esmaili dijo el lunes que había contactado con su familia y que «les había hablado de su buena salud», según la BBC.
Zaghari-Ratcliffe estaba lista para regresar al Reino Unido el 3 de abril de 2016, cuando fue detenida en un aeropuerto de Irán por la Guardia Revolucionaria Iraní, según su familia.
Ella mantiene su inocencia y, según se informa, estaba visitando a su familia en Irán para celebrar el año nuevo, informó la BBC.
A medida que los casos del nuevo coronavirus en el país continúan aumentando, las autoridades han pedido a los iraníes que eviten los lugares públicos y permanezcan en sus casas. Las escuelas, universidades, centros culturales y deportivos han sido cerrados temporalmente.
El líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, dijo el martes que los iraníes deben seguir las recomendaciones de las autoridades para prevenir la propagación del coronavirus.
En su mensaje transmitido por la televisión estatal, también describió el brote como «no algo extraordinario».
Varios funcionarios han sido infectados, incluyendo el jefe de los servicios médicos de emergencia de Irán, informó la agencia de noticias ILNA el martes. El lunes se informó de la muerte de un alto funcionario.
Jamenei dijo que los organismos gubernamentales y las fuerzas armadas deben dar todo su apoyo al Ministerio de Salud, y que las autoridades iraníes han tratado de manera transparente la propagación del virus.
«No violen las recomendaciones e instrucciones de las autoridades responsables en cuanto a la prevención, en cuanto a mantener limpias las manos, la cara y el entorno de vida y no infectarlas y evitar la infección de éstas», dijo.
Jamenei también dijo que el brote no debe ser exagerado.
«El tema es un tema que pasará. No [es] algo extraordinario», dijo. «No quiero minimizar el problema, pero tampoco lo hagamos muy grande».
«Es un tema que ha ocurrido, es por un período (…) que, inshallah, no será muy largo».
El anuncio de docenas de muertes y cientos de infecciones por coronavirus ha llevado a algunos iraníes en las redes sociales a acusar a las autoridades de encubrimiento.
Reuters contribuyó a la elaboración de este artículo.
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