Se ha ordenado el cierre de una comisaría de policía china no oficial en Dublín, según confirmó el miércoles el gobierno de Irlanda.
Safeguard Defenders, una ONG de derechos humanos que descubrió la existencia de comisarías chinas en el extranjero el mes pasado, aplaudió al gobierno irlandés por dar un «gran primer paso» y lo instó a investigar las verdaderas razones por las que China instaló la comisaría allí.
La llamada estación de servicio, que comparte dirección con un supermercado chino en Dublín, es una de las docenas de estaciones de este tipo repartidas por Europa, Asia, África y las Américas, según un informe de Safeguard Defenders publicado el 13 de noviembre.
El programa, dirigido por la Oficina de Seguridad Pública de Fuzhou (PSB), se denomina «110 en el extranjero» por el número telefónico de emergencia de la policía nacional china.
Según los informes en idioma chino, los expatriados chinos pueden llamar para acceder a servicios como la renovación de documentos o para denunciar casos como fraude a los funcionarios de PSB en China.
“Cumplimiento del derecho internacional”
En un comunicado enviado por correo electrónico a The Epoch Times, el Departamento de Asuntos Exteriores de Irlanda (DFA) dijo que le había dicho a la embajada china que cerrara la estación en Dublín y que se le había comunicado el cese de sus actividades.
Un portavoz del DFA dijo que el departamento le había planteado el problema a la embajada de China en las últimas semanas, ya que ni las autoridades chinas ni la provincia de Fuzhou/Fujian habían solicitado con antelación la instalación de la comisaría.
“El Departamento señaló que las acciones de todos los estados extranjeros en territorio irlandés deben cumplir con los requisitos del derecho internacional y del derecho interno. Sobre esta base, el Departamento le informó a la Embajada que la oficina de Capel Street debería cerrar y cesar sus operaciones. La Embajada de China ahora ha declarado que las actividades de la oficina han cesado”, se lee en el comunicado.
El portavoz agregó que el DFA continuará en contacto con la embajada para facilitar los servicios consulares y ciudadanos a los ciudadanos chinos en Irlanda.
La embajada china no respondió a una solicitud de comentarios de The Epoch Times, pero según The Irish Times, la embajada dijo en un comunicado que la estación se había establecido durante la pandemia de COVID-19 para brindar servicios de renovación de licencias de conducir y que los servicios se habían trasladado a Internet.
El sitio web en Internet de 110 en el Extranjero, supuestamente lanzado en junio, brinda acceso a la renovación de documentos, así como a informes por teléfono, correo electrónico y Wechat.
Según un informe de noticias en idioma chino, publicado en enero, la estación de Capel Street fue una de las 30 estaciones de un «primer lote» establecidas en todo el mundo.
El informe dice que las estaciones se establecieron para ayudar a los expatriados chinos de Fuzhou y para tomar medidas enérgicas contra las actividades delictivas entre los ciudadanos chinos en el extranjero.
“Campañas policiales transnacionales ilegales”
El informe de Safeguard Defenders dice que el programa se estableció después del lanzamiento de “una campaña nacional masiva para combatir el creciente problema del fraude y el fraude en las telecomunicaciones por parte de los ciudadanos chinos que viven en el extranjero” en 2018.
El informe también dijo que las autoridades del régimen comunista afirmaron que 230,000 ciudadanos chinos habían sido “persuadidos de regresar” para enfrentar procesos penales en China entre abril de 2021 y julio de 2022.
La ONG dijo que personas inocentes también han sido blanco de tácticas de persuasión porque viven en uno de los nueve países «prohibidos» que las autoridades designan como focos de fraude.
Laura Harth, directora de campaña de Safeguard Defenders, le dijo a The Epoch Times el jueves que la ONG está “bastante contenta” de que el gobierno irlandés haya tomado medidas inmediatas, pero advirtió sobre el “problema más importante de la represión transnacional y de este tipo de campañas policiales transnacionales ilegales”.
«Mientras las personas que dirigían la comisaría sigan allí, mientras no se investigue cómo se llevan a cabo estas operaciones, quiénes pueden estar implicados, mientras no haya mecanismos de protección adecuados para las comunidades en riesgo, el problema seguirá existiendo», dijo Harth.
“Así que es un gran primer paso, pero esperamos y alentamos, [y] hacemos un llamado a las autoridades irlandesas para que vayan e investiguen el problema más amplio que está en juego aquí”, agregó.
El gobierno irlandés es el primero en confirmar que ha ordenado el cierre de una comisaría de policía china en el extranjero.
Las autoridades de otros países, incluidos Canadá, España y los Países Bajos, también han comenzado a investigar las estaciones de policía.
Harth dio la bienvenida a las investigaciones sobre las estaciones y asuntos más amplios que involucran a agentes chinos.
El lunes, el Departamento de Justicia de EE.UU. anunció cargos contra 10 oficiales y funcionarios de inteligencia chinos en tres casos separados, incluido uno en el que supuestamente se coaccionó a un disidente chino para que regresara a China.
El gobierno del Reino Unido introdujo el 18 de octubre una legislación que, si se convierte en ley, requerirá que los agentes extranjeros registren sus actividades en el Reino Unido.
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