Un organismo de control descubrió que los funcionarios de salud israelíes no examinaron cientos de miles de informes sobre problemas posteriores a la vacunación contra COVID-19.
Las personas presentaron unos 354,200 informes de efectos secundarios después de la vacunación contra COVID-19 del Ministerio de Salud de Israel, pero el 82 por ciento de los informes se perdieron, según el Contralor Estatal Matanyahu Englman. Los funcionarios atribuyeron este hecho a fallas técnicas.
El Ministerio de Salud tampoco investigó 33,000 denuncias adicionales que se presentaron de forma anónima, según la investigación de Englman, a pesar de que algunos de los denunciantes anónimos proporcionaron información de contacto. El ministerio le dijo al organismo de control que no tenía suficiente personal para contactar a las personas que informaron eventos adversos.
Debido a la falta de datos y la falta de seguimiento de las denuncias anónimas, los informes del Ministerio de Salud sobre los efectos secundarios de las vacunas contra COVID-19, principalmente la vacuna anti-COVID de Pfizer-BioNTech utilizada en el país, se basaron en solo 55,000 denuncias.
La mayoría de los informes se presentaron ante organizaciones de mantenimiento de la salud, que administran el sistema público de atención médica de Israel.
Clalit Health Services, que asegura a aproximadamente la mitad de la población del país, informó que el Ministerio de Salud no recibió 279,300 informes de efectos secundarios de las vacunas.
Los Servicios de Salud de Leumit no informaron eventos adversos después de la vacunación contra COVID-19 hasta mayo de 2022, porque el Ministerio de Salud nunca se comunicó con la organización para establecer el acceso a su sistema, dijo el contralor.
Los Servicios de Salud de Maccabi aprobaron aproximadamente 3000 informes en diciembre de 2021, pero el ministerio no los recibió. Los funcionarios de salud pidieron a Maccabi que volviera a enviar los informes en forma corregida, pero Maccabi no lo hizo y el ministerio «no exigió recibirlos», dijo el Sr. Englman.
En un vídeo filtrado anteriormente, expertos encargados por el Ministerio de Salud dijeron en una reunión privada que las organizaciones estaban «manteniendo la información en secreto», lo que dificultaba el análisis de los informes.
De los 55,000 informes, la mayoría se centró en síntomas menores como resfriados, pero algunos experimentaron problemas graves como trastornos menstruales. Si bien las autoridades investigaron problemas de inflamación cardíaca —Israel fue el primer país del mundo en investigar la miocarditis posvacunación—, no investigaron algunos de los otros problemas graves informados, como irregularidades durante la menstruación, dijo el responsable del control.
La oficina no mencionó el video filtrado anteriormente, que mostraba que expertos encargados por el Ministerio de Salud determinaron que la vacuna de Pfizer causaba problemas menstruales y otros problemas graves. Sin embargo, los funcionarios ocultaron los hallazgos al público después de que se les advirtió que podrían enfrentar un litigio.
Solo una de las 114 reuniones de los expertos convocados por el ministerio centradas en las vacunas contra COVID estuvo abierta al público, en comparación con todas las reuniones del Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización, los asesores de vacunas de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE.UU; señaló el contralor estatal.
La investigación del organismo de control también descubrió que el Ministerio de Salud mantenía los datos sobre los efectos secundarios notificados después de la vacunación contra COVID-19 en archivos Excel en lugar de en un sistema específico. Ciertas personas fueron autorizadas a acceder a los archivos sin necesidad de contraseña, lo que generó preocupaciones de seguridad, y no se mantuvieron registros sobre las ediciones.
El manejo de los problemas posteriores a la vacunación puede haber contribuido a la baja confianza en el ministerio, ya que la mayoría de los encuestados de mediados de 2022 dijeron que no consideran que el ministerio sea confiable, según el informe de la contraloría. Su oficina dijo que la baja confianza puede haber contribuido a la disminución de las vacunas contra COVID entre los niños en los últimos años.
Entre los hallazgos positivos: El ministerio trabajó bien con las organizaciones de salud para tratar a los pacientes de COVID-19 y promover la vacunación.
El contralor recomendó mejorar el sistema de notificación de eventos adversos, para asegurar que haya suficiente personal y dar seguimiento a los efectos secundarios reportados y a la recopilación de los informes faltantes para analizarlos.
El Ministerio de Salud dijo en un comunicado que su sistema de notificación de eventos adversos permitió a los funcionarios ser los primeros en el mundo en identificar la inflamación cardíaca como un efecto secundario de las vacunas contra COVID-19 y que el ministerio «todavía está trabajando hasta hoy en mejorar el sistema computarizado para facilitar la notificación de efectos secundarios».
Lia Onely contribuyó a este artículo.
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